Sarah había aceptado ser la novia de Anthony debido a la insistencia de aquél. En realidad, ella no estaba profundamente enamorada de él, pero veía que era un buen chico, inteligente y motivado a triunfar en la vida por sus propios méritos. Era muy buen estudiante y lograba siempre excelentes calificaciones. Lo que Sarah no entendía es que esas virtudes no son suficientes para que surja el verdadero amor.
Pronto Anthony empezó a notar que su apasionamiento no era correspondido en la misma magnitud.
Lentamente se cansó de intentar la reciprocidad de sus sentimientos. Así fue como comenzó a decepcionarse de esa relación.
Tiempo después, Raquel invitó a Charlotte al pequeño piso donde residía con Enrique.
Tenían muy pocos muebles, solamente los mínimos necesarios para sentarse a comer y dos butacas ubicadas frente a un pequeño televisor.
-Estoy cansada de vivir de esta manera, no pude culminar los estudios porque después de casarme, papá no me ha apoyado más económicamente; Enrique no puede cursar los estudios a cabalidad porque tiene que trabajar para sostenernos; lo que devenga en ese empleo, por su trabajo no es suficiente para que estudiemos los dos, por eso decidimos que él culmine ya que le falta menos que a mí para graduarse.
Charlotte se sintió un poco incómoda por las confesiones que escuchó de labios de Raquel.
Ella siempre había pensado que, con amor, se subsanaba todo.
Se despidieron con recomendaciones de tener algo de paciencia, que las cosas en algún momento mejorarían.
Editado: 05.10.2021