El día del ensayo Natalia, Charlotte, Sarah y Raquel estuvieron temprano preparadas hasta que Mauricio pasó por ellas.
En esta oportunidad, Vincenzo invitó a bailar a Natalia.
Kevin empezó a interpretar baladas románticas con su potente voz.
Natalia sentía que se derretía ardiendo en los poderosos y firmes brazos de su pareja de baile; colgada a su cuello, sentía su torso musculoso, mientras él la sostenía apretada contra su cuerpo, acariciándola al son de las melodías, deslizaba sus manos lentamente por sitios insospechados, que la hacían aflorar sus instintos despertando emociones en sus zonas más íntimas.
En el descanso del set de música, Kevin bajó de la tarima y fue por una bebida; allí estuvo conversando con Raquel, quien había posado su vista en él desde que inició su actuación.
-Verdaderamente tienes una poderosa voz, quién lo pensaría al verte, si eres de figura no muy corpulenta.
- ¡Ya ves, las apariencias engañan!
-Con esas melodías que interpretas debes tener muchas admiradoras, ¿Cómo haces para no envanecerte? porque he notado que no estás endiosado, más bien eres bastante sencillo en tu trato con las personas.
-Yo canto porque me agrada la música y su interpretación, me agrada transmitir los sentimientos de las canciones; la musa de la composición la tiene Mauricio; él es el que tiene el mérito de expresar lo que hace sentir las emociones al público.
Permanecieron un rato más divagando sobre algunos tópicos relacionados con el mismo tema; luego Kevin se subió nuevamente a la tarima para seguir interpretando las melodías.
-Un chico así, vale la pena, pero siento que es algo escurridizo, no he podido captar su atención como quisiera.
Era el comentario que posteriormente Raquel le haría a Charlotte.
-Tiene muchas chicas interesadas en él, pero aún no se decide por ninguna en especial; entre sus estudios y la música tal vez piensa que no tiene tiempo para dedicarse a una sola persona.
-O tal vez su verdadera pasión sea la música
- ¡Por ahora!
- ¡Sí, por ahora!
Editado: 05.10.2021