fascinación

Aparece Ernesto en el horizonte

-Te gusta la pelirroja Natalia, vas a comer sobras. Ernesto es muy agradable en su trato, le gusta cantar música típica, sobre todo de su provincia natal.

Comparte un piso con otros tres de los mismos lares. Son estudiantes compañeros desde la Secundaria; cada uno de ellos estudia una especialidad diferente.

-Puedes reír todo lo que quieras Guillermo, cuando la obtenga, recuerda que el que ríe al último, ríe mejor: y reía.

Venía observando a Natalia desde hacía cierto tiempo; la vio cuando andaba con Vincenzo y también notó cuando éste se alejó de ella, así que se animó a acercársele con intenciones de conocerla mejor.

-No sé cómo pueden las chicas con tanto peso en los bolsos, se supone que son el sexo débil.

Fue la excusa para iniciar la conversación.

-Estamos diseñadas para aguantar peso porque más adelante en la vida seremos madres y eso implica cargar con un bebé en el vientre.

-También tenemos mayor capacidad de tolerancia al dolor porque nos toca la hermosa tarea de traer los niños al mundo.

- ¿Eres feminista?

-No, simplemente realista.

Al final del diálogo Natalia había reído tanto de las ocurrencias de Ernesto que intercambiaron números de móvil y hasta acordaron una visita.

-Es un chico bastante simpático.

Fue el comentario que chateó a Charlotte cuando le contó de su recién conocido.

La familia de Ernesto tenía capacidad financiera suficiente para mantenerlo viviendo en un piso mientras estudiaba en la universidad de otra provincia, con abultadas tarjetas para que cubriera todas sus necesidades, comodidades y gustos, sin eximirse de nada; por lo tanto, a diferencia de Vincenzo, quien se sintió disminuido al comparar su modesta familia con la de Natalia, cuando el primero conoció la familia de ella, no se sintió menos que ellos, pues estaba acostumbrado a frecuentar y convivir en ese medio en su provincia de origen puesto que su familia era de clase pudiente.

Este último se había enamorado verdaderamente de la “princesa” pero se retiró de esa relación porque sus aspiraciones de surgir y escalar mejores posiciones en la vida, no podían irse a pique a cambio del amor de una chica a la que no podía conseguir plenamente, sin pasar por un casorio, mientras hubiera otra dispuesta a vivir el amor a plenitud sin ninguna obligación.

Aparte de eso, su ascenso era a largo plazo, por lo que la familia de Natalia, por el momento le resultaba muy encumbrada; una estrella tan lejana en medio de la noche que no esperaba nunca poder alcanzarla.

Natalia, ignorante de estos motivos seguía sufriendo internamente por el abandono de su primera ilusión de juventud.

Ernesto, en cambio, le hacía invitaciones a cualquier cantidad de lugares donde ella momentáneamente se sentía feliz, pero al regresar a su hogar, a pesar de haberla pasado tan bien, volvía a rememorar su primer amor y se entristecía nuevamente.




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