fascinación

El inquisidor

Sarah se encontró en un pasillo al chico que le prestó el afilador cuando estaba estudiando con Charlotte.

-Vamos al cafetín?

-Sí.

Esperando una mesa libre, Alejandro aprovechó de indagar todo lo que pudo para saber lo concerniente a la vida de Sarah.

-Dirección, móvil, edad, lugar de origen, creo que equivocó la carrera, sirve más para detective.

Fue el hilarante comentario de Charlotte cuando Sarah le contó.

Casualmente, el chico era de otra provincia también y estaba residenciado durante los períodos de estudio en la casa de una hermana ubicada muy cercana al hostal de Beatrice.

A Sarah le agradaba el joven, pero esta vez haría las cosas con mayor precaución, para no repetir la misma historia.

 




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