Ernesto manifestó a Natalia que su interés en ella era para algo más profundo que una simple amistad. Se había enamorado casi sin darse cuenta.
Me gusta todo lo tuyo, tus ojos cuando me miras con esa picardía, tu forma de hablar, me gusta tu manera de caminar, como reaccionas ante mis anécdotas, eres alegre y ríes espontáneamente por nada, como una castañuela. Sé que tal vez creas que aún estás enamorada de tu anterior relación, pero estoy dispuesto, si me lo permites, a ayudarte a olvidarlo y a sanar tu corazón de la desilusión sufrida.
Tengo serias intenciones contigo, y puedo hablar con tus padres para que me permitan cortejarte formalmente.
Ella le habló con toda su sinceridad.
-Eres una excelente persona y sé que me has tomado cariño verdadero; por mi parte te tengo en alta estima, pero no he olvidado a Vincenzo y no puedo corresponderte como tú te lo mereces.
Allí quedó la relación truncada de Ernesto y Natalia.
Los chicos intentaban acercarse a ella sentimentalmente, pero sus intentos eran fallidos porque no podía arrancarlo de su corazón.
-Ya lo tuyo es una obsesión; él no se enamoró de ti realmente como tú aún sigues pegada a su recuerdo, dijo Charlotte cuando Natalia la llamó para contarle lo sucedido con Ernesto.
Editado: 05.10.2021