Cameron tenía sentimientos encontrados; por una parte, se sentía feliz porque ya sus padres le habían amoblado el piso, por otra, sentía algo de congoja de mudarse del hostal donde había hecho tan buenas amigas compañeras de residencia y con Beatrice, que se comportó siempre como una madre sustituta, en ausencia de la propia que vivía en otra provincia.
-Niccole, deberías cambiarte conmigo al piso pues hasta que mis padres me visiten, voy a estar muy sola.
-Imagínate, estoy en el hostal de lunes a viernes casi siempre; si me empiezo a quedar también en tu piso, voy a pasar más tiempo en los traslados que en las estadías, le contestó riéndose.
-Además, ahora tus padres vendrán más a menudo a calentar el nido.
-Pero ni te preocupes, pronto iremos todas a inaugurar ese piso con una buena reunión.
-Me parece estupenda idea, tan pronto acabe la mudanza, invitaré a pasar una tarde inolvidable.
El piso estaba a todo dar, en el último nivel, contaba con una hermosa terraza con jardineras, desde donde se divisaba una amplia panorámica de la zona.
A lo lejos se apreciaba el verdor de la montaña que le recordaba a Cameron su lugar de origen; por eso sus padres seleccionaron ese piso, por lo hermoso del paisaje.
La mudanza de Cameron fue el acontecimiento del día; todas las amigas se fueron con ella para aportar opiniones acerca de la decoración. Al anochecer, empezó la celebración.
Apostados en la terraza charlando, oyendo la música quedo para no importunar a los vecinos.
Dos puertas más allá, Vincenzo después de disfrutar de la entrega total a su éxtasis pasional con Elizabeth, se vistió para irse al hogar de sus padres.
Esta vez, ella lo acompañó hasta el elevador, justo en el momento de su beso de despedida, llegó el grupo de chicas, entre las cuales estaba Natalia, viendo el ardor con que la pareja de amantes se despedía. Se sintió morir de pena, pero al fin supo, por sí misma el motivo por el que él se había alejado para siempre de su lado.
Natalia impactada por el triste descubrimiento de la deslealtad de su imaginario caballero romántico, pidió a Charlotte que se quedara a dormir en su casa para ayudarla a pasar el mal rato.
-Pero no traigo conmigo cambio de ropa.
-No importa, usas alguna prenda mía que yo no haya usado.
Llamó a su madre y le explicó que su amiga realmente necesitaba de su apoyo y compañía en ese momento.
Natalia hablaba y lloraba al mismo tiempo.
-Ella es muy bella, sólo le falta algo de estatura, pero siempre viste a la última moda y tiene un coche de último modelo importado, me lo dijo Cameron.
- ¿Cuándo él iba a preferirme?
Charlotte sólo asentía con un gesto de su cabeza, sabía que su amiga necesitaba sacar toda esa mezcla de ira, dolor y tristeza de dentro de su alma.
- ¿Cómo pude enamorarme de alguien tan falso?
- ¿Desde cuándo andaría con ella?
-Seguramente andaba con las dos al mismo tiempo.
-Qué decepción tan grande!
-Yo que lo tenía en un pedestal.
Así estuvo Natalia hablando de lo mismo hasta el amanecer del siguiente día.
Por supuesto, no fueron a clases, se quedaron dormidas; la mamá de Natalia no les advirtió para que se levantaran porque oyó sus murmullos toda la noche.
Al levantarse, Natalia tenía los ojos hinchados de tanto llorar y Charlotte tremendas ojeras por no haber dormido completo.
- ¡Bien dicen que el sueño es la mejor rutina de belleza, además de ingerir suficiente agua!
- ¡Creo que te deshidrataste de tantas lágrimas que derramaste anoche!
Editado: 05.10.2021