Jean Paul convence a Raquel

Jean Paul llamó a Raquel para invitarla a almorzar; la recogió en el lugar que acordaron.

-Sé que hoy es tu cumpleaños.

- ¿Cómo supiste?

-Sé eso sobre ti, a pesar de tener poco tiempo conociéndote; el día del incidente, cuando te ingresaron al chequeo médico, leí tu fecha de nacimiento en la ficha de identificación.

-Vaya, ¡sí que eres una cajita de sorpresas!

-No te llamé anticipado para que no tuvieras chance de venir con una amiga; Jean Paul se sonrió con picardía.

Ella rompió a reír también.

Al entrar al restaurant, había sido decorado especialmente para el cumpleaños con el nombre de Raquel en globos dorados, deseándole feliz cumpleaños.

Apenas entraron, un grupo de mariachis interpretó las mañanitas mexicanas.

Cuando acabó la música y al final del almuerzo, él se puso circunspecto.

-Necesito decirte algo importante.

Raquel pensó ¿será que está casado?

-Me gustas mucho, no soy hombre de perder tiempo; sé que no te soy para nada indiferente; me gustaría que probáramos a ser algo más que simples amigos.

Raquel estaba muy emocionada, no podía creer que su sueño se estaba haciendo realidad.

-Estoy enterado de tu anterior matrimonio, pero a mis años, ese es un detalle sin importancia; eres la mujer que me gustaría que estuviera conmigo para el resto de mi vida.

-No es necesario que contestes ahora mismo, piénsalo, cuando tu respuesta sea afirmativa, se lo comunicaremos a tus padres.

Raquel no lo pensó ni una fracción de segundo, de una vez le contestó que sí.

-Tú también me has agradado mucho desde que casi me arrollas con tu coche. Y ambos rieron a carcajadas.

Jean Paul habló con los padres de Raquel para participarles su deseo de contraer nupcias con su hija.

A pesar de la alegría de Raquel, la madre le preguntó:

- ¿No te parece extraño que a esa edad no se haya casado nunca?

-Siempre estuvo estudiando en el extranjero y ahora tiene la responsabilidad de dirigir los negocios que dejó su padre.

- ¿Aun así, no te parece extraño con tantas relaciones que tiene en su mundo social?

-Pues ya ves, madre, me tocó a mí la lotería.