Raquel sospechó que podía estar embarazada; adquirió una prueba sencilla y comprobó que la suposición era cierta. Llamó a Charlotte.
-Eres la primera persona en saber esta primicia; no le he dicho ni a Jean Paul; ahora sí, amiga, imagínate lo feliz que va a sentirse con la buena nueva. Y tendrá que pasar más tiempo conmigo.
-Como no estoy estudiando ni trabajando, el bebé servirá para distraerme y tener algo que hacer. No imaginas lo feliz que me siento.
-Necesito que me confirme el médico, luego, irás conmigo a comprarle todo el ajuar que requiere para su llegada y para la celebración de su bienvenida.
Cuando le informó al esposo, éste la alzó en brazos, girando sobre sí mismo con ella elevada del piso.
-Estoy feliz, después de todo este tiempo, ¡qué alegría tan grande me has dado!
Ahora sí tendremos que establecernos en un sitio que no sea este hotel; nos cambiaremos a una mansión en las afueras de la provincia con aire puro, sin contaminación ambiental, donde haya un personal bien entrenado para tu atención y la mía. Además, la primera etapa de crecimiento del bebé, es bueno que sea supervisada por expertos conocedores de la materia, porque tú no sabes nada sobre cuidar un bebé recién nacido.
Los recién embarazados apartaron cita con el médico especialista.
El día de la consulta, Jean Paul estaba algo nervioso.
-Tranquilos, el embarazo marcha muy bien pero aún no puede saberse el sexo porque está muy reciente.
Al llegar al hotel, Raquel usó su lencería provocativa, adquirida en la sex shop aprovechando que aún no se le notaba nada y su figura seguía tan esbelta como al principio de su vida conyugal.
Jean Paul ordenó una botella y dos copas para brindar; ella sólo tomó una por el embarazo, mientras que él, casi vació toda la botella.
Ella observó que estaba más motivado a tomarla con cierta concupiscencia en sus acciones y se sintió plenamente satisfecha con la noche apasionada que disfrutó hasta su culminación.
Raquel y Charlotte hicieron las compras tal como lo habían planeado; estuvieron tres días para completar el ajuar que Raquel quería completar para su bebé, ya que se mudaría a un lugar tan apartado, quería aprovechar para tener todo listo de una vez.
Charlotte aprovechó que estaba person to person para decirle a Raquel lo de su nuevo enamoramiento.
-Pero, ¿estás segura que te conviene? Fue la pregunta de esta última.
-Raquel, yo no valoro a las personas por sus bienes materiales, aunque la familia de este joven tiene su patrimonio, no es por eso que lo voy a considerar, siento que lo amo, me gusta mucho todo en él y si no me equivoco, y andamos en el mismo plan será una relación de amor inolvidable, no una transacción financiera, porque el amor es una cosa y el business es otra.
- ¿Y cuál es su nombre?
-Marcel, se llama Marcel Deveraux.
Editado: 05.10.2021