Charlotte hubo de sincerarse con Marcel.
Le contó lo que le había sucedido en el encuentro sostenido con Maximiliano. No quería que, de ninguna manera hubiera malos entendidos entre ellos, no podía permitir que por un enamoramiento tonto que tuvo en su adolescencia, se arruinara su matrimonio tan feliz como pocos tenían.
Había logrado un verdadero amor, no creía que Marcel, un hombre tan maduro, reaccionara de un modo infantil ante una verdad que no había tenido ninguna consecuencia lamentable ni que la hubiera marcado en su vida.
En efecto, cuando contó su incidente, él solamente le dijo:
-La primera vez que fuiste totalmente mía, supe que eras sólo mía y que tu corazón no pertenecía a nadie más; no tienes que darte mala vida por un individuo que no supo apreciarte en tu valor real, y yo se lo agradezco, porque me ha permitido conocerte y ganarme el premio que significa tu persona para mí.
La abrazó fuertemente y terminaron otra noche mágica.
Editado: 05.10.2021