"Un Rey Hechicero, una Fae, y una humana caminan a un bar... no en serio, no es el comienzo de una gran broma, o tal vez le sea, pero realmente entramos a en bar. La pregunta es, ¿volveríamos a salir?"-Atenea.
Atenea camino detrás de la Fae llamada Artemisa y el Rey Hechicero, Damansen, conocido también como su compañero, según él, aunque el jurado todavía estaba deliberando por su parte. Ella los siguió a un bar de aspecto cutre cerca del límite del bosque en las montañas de los Balcanes, donde vivían los Hechiceros. Hera de las Fae, fuera quien fuese, había enviado a Artemisa hasta ellos. Eso es todo lo que sabían, porque eso es todo lo que Artemisa les había dicho. Artemisa había aparecido y permanecido en el bosque sabiendo que alertaría a Damansen de su presencia y por lo tanto había esperado. Cuando el por fin apareció frente a ella, simplemente habla dicho:
Hera de las Fae me ha enviado a ustedes. Soy Artemisa, Guardiana del Consejo. Dijo Artemisa. Eso fue todo. No explico más, no oye, estoy aquí para echar una mano, simplemente: aquí estoy, traten con ello. Penso Atenea
Damansen había estrechado sus ojos ante la guardiana Fae, pero no la cuestionó. Atenea sin embargo, no había sido tan confiada. Aunque, Atenea había tirado la inquisición española en ella, Artemisa simplemente la ignoro.
Ahora aquí estaban, entrando en este bar, lleno de personajes de aspecto embrujado. De acuerdo a Damansen, había un sujeto aquí que conocía a un sujeto que puede que conozca a otro sujeto que podría ayudar.
¿De verdad crees que es una buena idea? le susurro Atenea a Damansen lo digo en serio, Damansen, un sujeto que conoce a un sujeto que conoce a un sujeto. ¿De verdad crees que va a valer la pena todo el trabajo de encontrar al tipo al final de la madriguera del conejo? Pregunto Atenea
Damansen pareció ligeramente divertido ante su interrogatorio, lo cual le ganas de pisar fuerte en su piel. No lo hizo, pero le tomo cada pedacito de su moderación.
No estamos en Kansas, pequeña, vamos a ver algunas cosas, escuchar algunas cosas y Empezo Damansen y ella le interrumpió antes de que pudiera terminar.
Si terminas eso con hacer algunas cosas puede ser que simplemente re abofetee, Rey Hechicero o no, y, ¿Cómo diablos conocer una referencia al Mago de Oz? Dijo Atenea levanto una ceja mientras lo miraba, esperando cualquiera que pudiera ser la posible explicación para eso.
Damansen le guiño un ojo, lo que hizo cosas extrañas en su estómago que no quiso ni pensar.
Como decía, las cosas son diferentes aquí y la información se encuentra en los lugares más inverosímiles, porque las persona que tienen esta información por lo general no quieren ser encontradas. Y, me gustan las películas humanas. No soy un recluso total. Dijo Damansen
Eso realmente no es reconfortante o alentador de ninguna manera, ¿sabes? No la parte de recluso, sino la parte en que esas personas no quieren ser encontradas, eso es un poco inquietante. Dijo Atenea
Damansen se encogió de hombros ante su mirada molesta y se volvió hacia la barra cuando el barman finalmente los reconoció. Hablaron en una lengua que Atenea no entendía y estaba bastante segura de que ninguna manera perteneciera al lenguaje humano.
Incluso hablando en el idioma extraño, Damansen todavía sonaba mandón y confiado. Parecía no pensar que alguien podría no saltar a hacer su voluntad, pero por otra parte tal vez nadie le había dicho nunca que no.
Finalmente, después de varios minutos de ida y vuelta entre el rey y el barman, Damansen dio media vuelta y salió del bar. Atenea empezó a decir algo, pero luego se dio cuenta que Damansen la había tomado de la mano y estaba empujándola sus espaldas. Rápidamente recupero el paso mientras se tambaleaba detrás de él y miró hacia atrás, por encima del hombro para ver que Artemisa estaba siguiéndolos en la retaguardia. Una vez en el aire fresco de la noche, ella retiro su mano de la suya y las arrojo en el aire con exasperación.
¿Y? preguntó ella ¿Eso fue todo? Eso sí que pareció un poco decepcionante. Dijo Atenea
Damansen negó con la cabeza hacia ella y le hizo señas hacia el bosque. Ella lo siguió hasta el follaje oscuro y fue resguardada rápidamente por los árboles.
Después de caminar en silencio durante varios minutos, Damansen se detuvo abruptamente y se volvió. Atenea esperaba a que contestar a su pregunta, pero en cambio él miro a Artemisa.
¿Por qué Hera te envió a mí? Preguntó Damansen
Atenea puso los ojos en blanco, oh, ahora es que él el que pregunta. Penso Atenea
Puedes hablar con libertad, me he encargado de que nadie vaya a escuchar le dijo Damansen a la Fae
Artemisa miro a su alrededor al bosque haciendo que Atenea mirara también.
Ella ha escuchado que la bruja ha venido a ti con una propuesta por tu ayuda. También oyó que estabas en posesión de cierto ser humano. Dijo Artemisa
La boca de Atenea se abrió y un sonido de indignación salió.
En "posesión" ¿Me estás tomando el pelo? Pregunto Atenea y Damansen levantó la mano para detenerla, pero no aparto los ojos del rostro de Artemisa.
Atenea es mi compañera Dijo Damansen
Así dice el bárbaro Rey Hechicero murmuró Atenea.
Damansen la miro por el rabillo del ojo:
No recuerdo que te quejaras de la intimidad entre nosotros antes y como te he dicho, nunca he compartido tal intimidad con otra mujer. Dijo Damansen
¿Podríamos por favor abstenemos de hablar de nuestra intimidad frente a los demás? Pregunto Atenea
El rubor que tiñó las mejillas de Atenea hizo a Damansen sonreír y el extendió mano y suavemente rozó un dedo en su rostro.
Eres todo un soplo de aire fresco, pequeña. Dijo Damansen