Felicity: Una Niña Maravillosa

El Plan

-Mi niña es hora de que baje a comer- la señora Harshen abrió la puerta y se quedó mirándome desde ahí

Yo me encontraba tirada en la cama de mi habitación, mi rostro se encontraba completamente mojado por las lágrimas que había estado llorando

-No quiero comer- contesté

-Tiene que ir, recuerde el plan que ideamos, no se puede quedar aquí

-Señora Harshen no quiero comer mientras Peé muere de hambre y de frio en una celda… es injusto lo que le están haciendo él sólo quiso ayudarme

La señora Harshen caminó por la habitación hasta llegar a mi cama, tomó asiento y con su mano acarició mi espalda

-Lo sé niña pero en este momento no debe pensar en eso, debe pensar en ayudarlo y ser fuerte para acabar con la reina… no la necesita solo él, sino todo el reino. Míreme a los ojos- me dijo jalándome un poco de un brazo

Me levanté y con ojos hinchados la miré a los ojos

-Usted puede princesa, es una de las mujeres más fuertes que conozco y sé que podrá con esta y miles de situaciones aún más difíciles. La vida no es fácil hay que aprender a luchar por nuestros sueños y por nosotros mismos… no se deje caer ¿sí?

-Está bien, no lo haré señora… gracias

-Ahora princesa vamos allá abajo, nos espera una gran prueba y no podemos perder más tiempo.

Me levanté de la cama con una sonrisa y bajé con ella hasta el enorme comedor donde los reyes ya se encontraban sentados.

Tomé asiento en una de las sillas vacías y esperé a que levaran los alimentos, ahí se encontraba el amante de la reina el cual no me quitaba la mirada de encima, por otra parte la reina se notaba nerviosa como si muy en el fondo sospechara que algo malo pasaría.

Las cocineras llevaron los platos repletos de deliciosa comida, mientras la señora Harshen se encargó de llevar las copas de agua y vino.  A cada uno de nosotros nos dio dos copas, una con agua y otra con vino y finalmente con un guiño me miró y se retiró. Todos comenzaron a comer de sus platos pero yo no tenía hambre, los nervios me estaban matando.

No sabía si mi plan sería el correcto y si este resultaría satisfactorio… solo sabía que estaba actuando ciegamente, sabía que había dos posibilidades: Que todo resultara como lo planeado o que todo saliera mal.

-Me gustaría saber Hesmish, ¿Sabes algo más sobre las criaturas que se han visto en el bosque?- habló el rey con la boca llena de comida

-Aún no su majestad, hemos intentado visualizar de donde provienen y todo parece indicar que vienen del bosque negro.

-Es imposible, nadie ha  vivido en ese lugar desde que Zerrel se refugiaba ahí.

-Aún no podemos saber que ocurre, pero le prometo que pronto llegaremos al fondo de esto.

-Esa es la actitud muchacho, propongo que hagamos un brindis por Andarg

Todos tomaron la copa de vino y con una gran sonrisa la levantaron en el aire mientras en coro pronunciaban.

“POR ANDARG”

Bebieron el líquido que estaba dentro de las copas mientras yo veía con detenimiento a la Reina, ya no había vuelta atrás era momento de seguir con el plan que había ideado. Durante unos minutos el ambiente se quedó en silencio, solo se escuchaban los cubiertos chocar con el plato de oro.

La reina comenzó a moverse un poco seguido de muecas y gestos de disgusto, pareciera como si estuviese mareada o quisiera vomitar. Dejó sus cubiertos en el plato y con su mano tomó su cabeza.

-¿Mi amor te encuentras bien?- el rey la miró preocupado

-Sí, mi amor, es solo que me estoy sintiendo un poco extraña

-¿Qué tienes prima mía?- habló con la misma preocupación Hesmish

-No lo sé, no sé describir lo que siento pero no se preocupen estoy bien.

-Deben ser síntomas de embarazo mi amor- el Rey soltó una carcajada

-No digas tonterías Dalkar, no estoy embarazada- la reina contestó molesta

-¿Mi amor cuando por fin me darás un hijo?, cada vez me hago más viejo y no quiero morir sin tener un bebé

-No te voy a dar un hijo Dalkar, porque no quiero y no te amo- la reina soltó sin pensar

-¿De qué hablas, amor?- el Rey preguntó extrañado

-No lo sé, nada olvídalo no sé qué pasó

Sin duda alguna la poción empezaba a surgir efecto en la reina.

-Disculpen que me entrometa pero quería decirles que es imposible que Peé sea el creador de esas cosas que intentaron atacarnos en el bosque, alguien más debe estar detrás de todo esto… además la reina no me dejará mentir hay muchas cosas que se están peleando en este momento.

La reina soltó una risa nerviosa y con mirada de burla me observó.

-Mira Yeltzin déjame decirte que tú no sabes nada de esta situación, eres demasiado joven y estúpida para entender lo que está pasando aquí. Como te lo dije tu presencia es un error y lo único que queremos Hesmish y yo es matarte para quedarnos con la corona y así poder reinar felices.



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En el texto hay: fantasia, magia, amistad

Editado: 19.07.2021

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