Lo prometo

Capítulo 7

Todos mis pensamientos al igual que mi visión se nublaron por completo. Todo es borroso y, lo único que distingo, es la cara de Lizet. No hay duda, es su rostro.

Comienzo a llorar y no puedo respirar, ¿Será que el también me quiere muerta? Esto es demasiado estrés para mi; mis ojos están empapados en llanto y logro vislumbrar a Marco asustado por mi histeria

- ¿Quieres aire fresco? Podemos salir un poco para que logres calmarte si así lo quieres- me dice con preocupación

Lo dice como si yo no fuese a intentar huir en la primera oportunidad que esté frente a mí, pero a decir verdad creo que ni si quiera podría. Necesito ya no sentirme atrapada. Asfixiada.

Trato de gritar que quiero salir de ahí, pero nada logra escucharse de mi boca más que simples sollozos, así que opto por asentir lo más tranquila que se me es posible.

El me ayuda a levantarme y apoya mi cuerpo en el suyo para que no se me dificulte caminar; subimos poco a poco y cuando -sabrá Dios como- se abrió la puerta de roca caí con prisa en el pasto. Pasto fresco, húmedo, ligero, real.

Tengo un nudo en la garganta y el estómago que dejan que mis lágrimas fluyan y, sin darme cuenta, segundos después ya tenía el rostro de Marco frente a mi con una sonrisa y sus manos rozando mis mejillas limpiando cada lagrima con delicadeza. Claro que me toma por sorpresa, pero no intento apartar su mano de mí. Durante un momento sus ojos me dejan idiotizada, y eso me molesta. Cuando estoy segura de que puedo hablar ya de manera fluida me aparto bruscamente para después gritarle.

- ¡En lugar de tenerme lástima dime cómo es que me conoces! -aún siento un nudo en la garganta y no sé cómo va a reaccionar él ante mis gritos. Solo quiero que piense que no le tengo miedo (a pesar de que muero por dentro).

-No te confundas Lucia, yo no te tengo lástima, -me dice con serenidad- pero si llego a contarte lo que sucede sé que Lizeth me matará.

Mi rostro automáticamente mostró miedo ante sus palabras, y el lo notó porque rápidamente lo aclaró:

-No, no, no. Perdón era solo un decir.

Es que…Enserio voy a meterme en problemas con ella. -dice más para él que para mí- Ella es mi hermana.

Esto es algo que ya veía venir pero que el lo confirme sigue siendo una sorpresa. Me recuesto en el pasto y suelto un largo suspiro.

-No entiendo nada.

-Yo tampoco-dice mientras se recuesta a mi lado. Lo veo unos segundos y después vuelvo mi mirada al cielo, es roa con tonos que van hacia el morado, poco a poco va oscureciéndose el ambiente y me encanta. Siempre he amado la noche-Esto aun es muy confuso para mí.

            Lamento no poder darte explicaciones por ahora pero pronto saldremos de esto. -Volteo mi cabeza y me encuentro con sus ojos- Te lo prometo.