El conejo amarillo

Los bomberos llegaron para sofocar las llamas, pero ya era demasiado tarde, Oliver había muerto quemado dentro de su auto.

Solté varios gritos al cielo lleno de coraje y dolor, todos habían muerto por mi culpa, por aceptar el maldito caso.

Después de un largo tiempo dando mi declaración a las autoridades regrese a la comisaría donde me encerré en mi oficina y por enojó empecé a romper todo «¡Maldita sea!» gritaba hasta que no pude más y solté en llanto.

Mientras me encontraba en el suelo, mis ojos aún llorosos visualizaron un pequeño sobre que se había caído entre todo el papeleo, lo tome y abrí ya que decía mi nombre y las iniciales  “J.M.J”.

“Querido Edward, no soy bueno escribiendo ni mucho menos expresando sentimientos, pero en esta ocasión seré completamente sincero contigo.

El ascenso que estás esperando no es para ser detective... quiero que seas mi sucesor y te hagas cargo como capitán de policía. Yo sé que eres una buena persona y tienes una mente muy brillante que le será útil a nuestro equipo.

Sabes que siempre te vi como un hijo y que al igual que tú sufrí con la desaparición de Emily y me era difícil el no darte información sobre el caso, pero creo que debes de saber algo que oculte puesto que no tenía las pruebas suficientes para pensar que fuera verdad.

En mi escritorio está todo lo que necesitas saber y espero que me perdones por ocultarlo por tanto tiempo. Recuerda que siempre te querré hijo mío.
 

Atentamente: Jocob Moon Jhonson”
 

Terminé de leer la carta y salí con dirección a su oficina y empecé a buscar sobre su escritorio algo que pudiera haber dejado y lo encontré. Era una USB que decía “veme”, así que la coloque en su computador y abrí el archivo MP4.
 

(Inicia vídeo)
 

Hola Edward. Como capitán de policía es mi deber salvaguardar la integridad de mis oficiales y tú no eras la excepción.
 

Años atrás sufrimos la perdida de Emily y sé que nunca te di información alguna sobre su paradero y/o avance sobre el caso, pero con el caso de la pizzería todo cobro sentido.
 

Las cámaras de los vecinos captaron a Emily irse con una persona dentro de un traje de conejo amarillo. Este traje como estarás pensando es el mismo del que ha hablado Bill todo este tiempo.
 

Nosotros encontramos al culpable, pero era un menor de edad así que no pudimos hacer gran cosa. Esta persona sólo recibió arresto domiciliario y terapia.
 

Sobre el conejo amarillo pensábamos que era sólo algo de gestión colectiva, pero en este caso volvió a aparecer y es probable que sea la misma persona que secuestró a Emily.
 

(Fin del vídeo)
 

Tiré el monitor con rabia y tomando mi arma salí rumbo a la pizzería donde resolvería todas mis dudas y por fin haría venganza por lo que le hicieron a mi hija.
 

Pizzería Freddy's Fazbear 
 

Llegué al local y las luces se encontraban encendidas y la puerta estaba abierta. Sin más baje del auto armado y entre con una profunda rabia que me carcome por dentro.
 

El salón principal estaba vacío, el escenario se encontraba abierto y sin animatrónicos visibles, era algo muy extraño. Seguí avanzando hasta llegar al centro del salón principal y fue cuando él entró.
 

— ¡Vaya, vaya Bill! ¿Y el disfraz de conejo? — Exclamé mientras apuntaba mi arma.
 

— ¿De qué habla detective? — Respondió Bill con seriedad.
 

— Basta de jugar Bill... estás bajo arresto — Dije.
 

— Bajo que cargos detective — Respondió con esa mirada fría y penetrante.
 

— Bajo el cargo de homicidio de 5 jóvenes dentro de estás instalaciones, el asesinar a gente inocente y oficiales en el hospital psiquiátrico “New ligth, New life” y por... —
 

— ¿Por qué más detective? — Preguntó curioso.
 

— Por él secuestro y asesinato de Emily Jones Bellerose — Respondí con un nudo en la garganta.
 

— Detective... no conozco a esa persona de que habla — Me dijo sonriente.
 

— Ella — Dije mientras lanzaba la foto que tenía en mi billetera — Y es mi hija — Agregué.
 

— Pero... detective, si es una niña como yo le pude hacer algo si en esos años era un simple niño de preescolar — Me respondió aún su maldita sonrisa.
 

— Aún así estás bajo arresto. Ahora lentamente date la vuelta — Le ordené. 
 

Bill levanto las manos, pero antes de que diera vuelta para poder esposarlo una gran sorpresa me llevé cuando él entró.
 

«¡Qué demonios!» exclamé en mis pensamientos mientras veía entrar a aquel conejo amarillo con una risa leve, pero que daba terror.
 

— Él no fue quién secuestro a su hija detective... ¡Lo hice yo! — Dijo el conejo amarillo mientras se acercaba a Bill.
 

Apunté con mi arma a quien fuera que estuviera bajo ese traje, pero el sólo me hizo una señal de guardar silencio.
 

— No haga eso detective o los va a despertar y eso los pone de malas — Dijo el conejo amarillo.
 

— Gracias Bill, fuiste de mucha ayuda — Le dijo el conejo amarillo a quien hace poco era el principal sospechoso.
 

— De nada hermano — Le respondió Bill.
 

Yo quedé impactado tras gran revelación, pero más impactado quedé cuando el conejo amarillo sólo dijo: “pero ya no me sirves más ” y acto seguido apuñaló a Bill por la espalda.