EPÍLOGO

UN AÑO DESPUÉS:

Su maleta ya estaba hecha, todo estaba preparado para su partida. Finalmente, partiría a la universidad, hoy se instalaría en el dormitorio del campus. Su madre estaba realmente feliz, aunque triste, porque ahora que estaban juntas, conviviendo en paz y sanamente, volverían a separarse. Habían estado muy unidas durante este tiempo, ahora que se iría, no paraba de decir lo mucho que la extrañaría, y cuánto le pesaba la distancia, a pesar de que la universidad estaba a sólo dos horas, ella misma la había acompañado a conocer el campus hace un mes.

Ya se había despedido de todos sus amigos ayer por la tarde. Jannette se suponía que también saldría hoy de la ciudad para volver a la universidad, Alice partiría en cuatro días. A diferencia de su otra amiga, que tal y como había planeado había comenzado cosmetología hacía un semestre, Alice comenzaría este año veterinaria. Habían tenido su última salida juntas sólo a almorzar ese restaurante de sándwiches al que habían vuelto a tener la costumbre de ir. También había sido el momento en que se había despedido de Brandon y Ben.

Ya se sentía con la libertad de decir que tanto ellos como Gina eran sus amigos, habían tenido mucho tiempo para conocerse más a fondo durante este año, aunque, tal vez Gina ya era su amiga desde mucho antes. De ella era la única de la que no se había despedido ayer, se habían visto por última vez aquella tarde hace una semana cuando fueron a comer helado, un día antes de que la chica tuviera que volver a Italia.

Sólo le faltaba despedirse de alguien. Aún faltaban algunas horas antes de partir, así que esta mañana había ido a comprar un par de ramos de flores, y partió al cementerio. No había venido en varios meses. No esperaba que las tumbas estuvieran tan limpias, había flores ya marchitas sobre éstas, debió imaginar que Gina había venido aquí.

Tal y como había prometido, Daphne había pagado las lápidas para ambas tumbas. Ethan y Ellie descansaban uno junto al otro, así que había mandado a hacer una lápida doble para ellos.

Se inclinó frente a las tumbas y después de quitar los ramos marchitos, colocó uno de los que ella había traído sobre tumba de Ethan, leyó su nombre en ésta:

“Ethan Rain”

La miró varios segundos, releyéndolo, para después colocar el otro ramo en la otra tumba. Leyó la inscripción que ella había mandado a poner en esta:

“Ellie Rain e hijo”

No quería llorar, pero sentía esa presión en su pecho y ese nudo en su garganta que aparecían cada vez que estaba ahí.

—Si hubiera podido conocerte —murmuró mirando el nombre de Ellie. En verdad lo deseaba, haber hablado con ella, haberla ayudado; evitar que tuviera ese final.

Regresó la mirada hacia la tumba de Ethan, llevó su mano hacia su nombre y pasó los dedos por éste.

—Si hubiera podido hacer más por ti —se lamentó.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, los cerró y trató de tranquilizarse. Volvió a mirarlos, intercambiando miradas entre sus nombres. Les dirigió una ligera sonrisa y se puso de pie para marcharse, mientras se alejaba buscó en el bolsillo de su chaqueta algo, miró un momento el anillo de Ellie, generalmente no lo llevaba consigo, sólo lo miraba muy de vez en cuando. Soltó un pesado suspiro y volvió a guardarlo.

A veces se preguntaba en dónde estaría o qué estaría haciendo en su vida justo ahora si no hubiera conocido a Ethan. Cada decisión y cada camino la llevó a él. Y que él hubiera llegado a su vida la llevó a este camino.

El paso del tiempo y la terapia habían disminuido el dolor, mas no lo desaparecía. Aún dolía, le pesaba y le acomplejaba por momentos. Dolía pensar en cómo había terminado él, sin embargo, a veces, sólo a veces llegaba a pensar en si es que había algo más allá de lo que podía ver o percibir, tal vez Ethan y Ellie ya estaban juntos, y eso, de alguna manera, lograba llenarla de una gran tranquilidad.

FIN