El mar nos arropó
Para que muriésemos en la fría melancolía
Amor de ensueños
Creadora de sueños
Tú fuiste la vida que movió a las esculturas
Fuiste la muerte que depredó la alegría
Dejaré esta tierra tranquila con los versos
Que alguna vez fueron para mi amor
Moriré sereno sabiendo que volveremos hacer polvo
Porque del polvo somos y al polvo volveremos.