SEXTO CAPITULO

Noah se separo del alfa sonriendo.

“Vamos adentro” susurro el alfa.

Ambos caminaron y la computadora del alfa fue conducida por magia dentro sin ninguna gota tocándole, Noah sonrió feliz y al entrar fue directo a la habitación.

“¿Qua paso?” fue lo primero que dijo el alfa al ver al omega con ropa seca entrando al baño.

“¿Me llevas a un lugar?” pregunto con voz dulce.

“Claro” el menor entro al baño, el alfa solo tomo unas prendas y se vistió rápidamente, al salir el omega ya vestido el alfa le condujo fuera, el agua ceso y ello entraron a la camioneta, Noah le indico el camino, salieron de la camioneta y al tomarlo de la mano lo llevo a un lugar donde no había nada, pero entraron por un camino, se mostro una linda casa, una mujer salió y abrazo al omega seguido de al alfa.

“Gracias por cuidar de nuestro niño” dijo la mujer.

La tarde Noah se la paso hablando e informándose con las brujas, eran menos días para recibir mucho poder y aunque tenía el apoyo de su ahora alfa no quería tener ningún momento de debilidad y dar su magia al lado malo de esta, suspiro, el tenia el deber de dar esperanza y fe a las personas con acciones puramente de corazón, sería mucho trabajo.

El alfa estaba siendo cuestionado por unas brujas, el se sentía extraño pero aguanto por el omega.

De vuelta al auto, ya fuera de la casa de las brujas Noahl al subirse sonrió, Edward nunca le acompaño con ella ni para conocerlas, se estiro antes de que empezara a manejar el alfa y beso suavemente los labios del más alto.

“Vamos a comer” dijo el alfa empezando a manejar, Noah iba viendo el paisaje, calmado.

“Llegamos” dijo Noah y salió, sin esperar a alfa, tenía hambre.

Al estar cerca el alfa tomo la mano del omega y caminaron dentro del restaurante, era un lugar solitario pero hermoso, al entrar ellos tomaron una mesa en el rincón y esperaron.

La comida fue buena y ellos disfrutaron su compañía.

“Te mostraré algo” dijo el alfa tomándole de la mano y llevándolo por una puerta, lo llevo a la parte superior ahí entraron a un lugar, era un departamento, hermoso.

“¿Qué es aquí?” pregunto el omega viendo el hermoso lugar.

“Hace unos años estaba tan mal, se podría decir que si no me acostaba con alguien no me sentía bien, este lugar era sagrado, siempre veía aquí a pensar, me trasmite paz y me trae recuerdos buenos, era de mi hermana antes de que se casara” dijo.

“¿Y ella?”

“Ahora tiene ya hijos con su alfa, su manada está muy lejos y casi no nos vemos pero siempre hablamos”

“Gracias” susurro el omega, se acerco al alfa y se abrazo a él, se levanto un tanto y beso los labios del alfa, sus roces eran necesitados y pasionales hasta que tuvieron que romper estos.

“Vamos a casa cariño” dijo el alfa. Era un omega hermoso y le apreciaba, pero el solo quería lo mejor para el chiquillo ahí y el sabia bien que era lo mejor para el omega y haría hasta lo imposible por que el menor lo tuviera.

Edawrd estaba en una junta, sus contactos decían que si seguía como lo hacía lograría llegar al segundo lugar en menos de los que todos imaginaban, mas su mente no dejaba de bombearle con imágenes y recuerdos de un hermoso y tierno omega de cabello rubio y mejillas rosadas acompañado de unos lindos ojitos azules, suspiro al notar su erección.