Forgotten World

Capitulo 5

¿Cuántas veces nos contaron las mismas historias? Grandes ciudades más allá del horizonte, grandes civilizaciones, un mundo entero más allá de los muros. Al final no hay… nada, diez generaciones de legionarios han caído, pero siguen viviendo en los escombros de lo que alguna vez fue, sin pensar jamás en lo que pudo ser. No sabía cuánto llevaba inconsciente, pero al despertar, solo percibí los rayos de luz tenues que se abrían paso por las grietas en las paredes, iluminando todo el nivel del almacén. Vi por la apertura hacia el nivel inferior solo para encontrar el cadáver del errante, al menos no se lo habían llevado, pero no había rastro de ellos dos.

Mi visión era borrosa, mis labios estaban rotos por la falta de agua, mis piernas me quemaban. Había perdido mucha sangre, no había forma de que pudiera llegar hasta las puertas del templo en estas condiciones, así que tome mi rifle y dispare al aire, una y otra vez, esperando que el eco de las balas alcanzara a algún escuadrón. Mi percepción del tiempo era confusa en ese momento, tal vez habían pasado horas sin recibir una respuesta, tal vez solo minutos. Tome mi rifle de nuevo, esta vez vacié el cargador al aire, rezando por una respuesta, ya no me quedaban balas, había usado los dos cargadores que había traído conmigo, solo podía esperar.

Nunca pensé que llegaría a este punto en mi vida, pero podía jurar que Vincent parecía haber visto un fantasma al encontrarme, sinceramente era la primera vez que de verdad agradecía su presencia. Por suerte para mí no venía solo, estaba acompañado de otro soldado que no conocía, tampoco tuve tiempo de fijarme en el antes de que todo se volviese oscuro de nuevo. Para cuando me desperté, estaba recostado en una camilla, con todo mi pecho cubierto de vendajes, los cuales por desgracia no reducían el dolor punzante de cada movimiento. No había nadie más en la tienda, pero podía escuchar a los niños correr por los alrededores, ocasionalmente veía sus siluetas correr.

Luego de un rato Dorian entro en la tienda junto con un plato de comida, no parecía sorprendido por el hecho de que haya sobrevivido, incluso esbozo una sonrisa al verme tratar de sentarme en la camilla en vano. Dejo el plato sobre una de las camillas vacías y me ayudo a levantarme parcialmente, para luego entregarme la comida. Usualmente comíamos arroz diariamente, considerando que era el recurso más abundante en la ciudadela, pero el plato de hoy era un estofado, sin duda una mejora.

– Dicen que acabaste con una de esas cosas – Exclamo Dorian – Vincent parecía tener muchas preguntas, aunque no puedo culparlo.

– Me sorprende que los rumores se extiendan tan rápido – Dije yo.

– Llevas horas inconsciente muchacho, de cualquier forma encontró el cadáver, no tenemos forma de seguir ocultándolo, al menos no a todos.

– ¿Cuántas personas lo saben?

– Todo tu escuadrón, y un mecánico de la base que acompaño a Vincent a buscarte, considérate afortunado, con las heridas que tenías no durarías mucho más tiempo. Fue una buena idea disparar al aire, nadie te creía vivo.

– ¿Qué tan graves son las heridas? – Pregunte – Pudo ser peor.

– Lo dudo muchacho, tienes algunas costillas fracturadas, eso sin tomar en cuenta de que tu piel estaba completamente desgarrada. Estarás bien en unas semanas, pero tendrás una linda cicatriz de por vida.

– Creo que puedo vivir con eso, si es que sobrevivo.

– Eres demasiado cínico cazador, debo admitir que me sorprende que hayas podido sobrevivir la noche en esas condiciones. Tenemos mucho de qué hablar muchacho, pero por ahora tienes que descansar.

La costumbre de dejar las discusiones a medias no era mi cualidad favorita sobre Dorian, pero no podía quejarme, al menos tenía algo de comida. No podía considerarlo una delicia, pero tampoco tenía quejas, vacié el plato rápidamente, incluso una segunda ración hubiese sido bienvenida. Deje el plato en el suelo y me recosté nuevamente, sufriendo en cada parte del proceso, en momentos como ese, deseaba haber buscado analgésicos fuertes durante más tiempo. Mi charla con Dorian resulto ser la parte más interesante de mi día, ya que no recibí ninguna visita, exceptuando una joven enfermera que venía a revisar mi estado cada cuantas horas. Al caer la noche, no tarde mucho en dormirme, pero por primera vez en mucho tiempo, no tuve pesadillas, algo había cambiado en mi interior, ya no sentía miedo al pensar en esas cosas, solo…euforia. La misma sensación que tenía al correr, al huir por mi vida. Tal vez me había vuelto loco, tal vez siempre lo estuve, pero en cierto sentido quería volver a sentirlo, no existía el miedo o la impotencia cuando corría, no hubo el menor atisbo de duda cuando jale el gatillo, no había nada.

Al despertar, ya había amanecido, probablemente era no había dormido tan plácidamente en toda mi vida. Me sentía menos cansado, y mis extremidades ya no se sentían pesadas como el plomo, pero el dolor en mis costillas todavía estaba presente. Trate de ponerme en pie, con éxito esta vez. En cuanto salí de la tienda el resplandor del sol me cegó por un instante, aunque apenas llevaba dos días sin ver el sol, la sensación cálida me pareció relajante. Al igual que siempre, el templo estaba lleno de soldados caminando y de los pocos civiles que habían sobrevivido hasta ahora. Mientras que caminaba podía sentir todas las miradas clavadas en mí, no era odio, ni alegría, era simple duda, era el primero en pasar una noche fuera de los muros y sobrevivir, algo que ni siquiera los legionarios habían logrado. Nadie me dirigió la palabra, ni una sola vez.



#2139 en Fantasía

En el texto hay: postapocalipsis

Editado: 20.10.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.