⊷⊶⊷⊷⊶⊷《 MATTHEW 》⊷⊶⊷⊷⊶⊷
— ¿Por qué un hotel? Pudimos ir al apartamento y ya — rodé los ojos.
— Por quinta vez, no se Katherin, no me interesa saber, lo único que sé es que aprovecharemos el hotel y consumaremos nuestro matrimonio — necesitaba con urgencia algo de acción, ya llevaba tres semanas sin nada, y ahora que ella era mi esposa tenía que responder como tal.
— Estas loco si crees que voy a hacer algo contigo —
— Me dijeron que me dejaron un regalo en tu cuerpo, y hoy lo voy a tomar, eso no está a discusión —
— ¡No! —
— ¿No? ¿Quieres que te recuerde quien nos metió en esto? —
— Obviamente tú, con tu maldita actitud de niño mimado y tu estupidez — Estúpida mujer.
— Ahora eres mi esposa y debes responder ante mi como tal, por cierto, tienes dos semanas para pedir el divorcio — sentencie con firmeza.
— Quédate sentado esperando que eso pase, de pie te cansaras más — genial, sumamente genial, a esta mujer le encantaba llevarme la contraria. El resto del camino se convirtió en un silencio incómodo.
Al llegar al hotel estaba sumamente cabreado. Miraba a Katherin con aquel vestido corto que había usado durante la fiesta, sus piernas se veían más largas de lo normal y su cintura más definida, sentía la necesidad de hacerle mil cosas.
Me gire a hacer nuestro registro en la recepción, necesitaba mostrar la reservación para poder subir al cuarto.
— Hola hermosa, ¿Estás pérdida? Tengo una habitación aquí, si quieres puedo mostrártela — Lo que me faltaba, me descuido un momento y ya se le tiran encima como buitres.
— No gracias —
— Ven linda, no seas tímida, podemos pasarla muy bien — el único que la iba a pasar bien con mi mujer era yo, me acerqué rápidamente hasta donde estaban, el tipo ya estaba por tocar su brazo mientras Katherin hacia una mueca de evidente incomodidad.
— ¿Se te perdió algo? — el tipo me miro con burla.
— Vete amigo, estoy hablando con esta preciosura, yo la vi primero — tome la mano de Katherin y la ubique tras de mi espalda.
— Primero, no soy tu amigo, y segundo, esta preciosura como la llamas es mi esposa y si la vuelves a mirar como lo estabas haciendo te sacare los ojos — el tipo sólo sonreía, estaba a punto de largarme y romperle el rostro
— Linda, si este hombre no te complace ven a buscarme, estoy en la habitación 304 — le dijo a Katherin mientras le guiñaba un ojo.
— Gracias, pero no Gracias, con mi esposo tengo todo lo que necesito y más — Lo mire con superioridad, mientras él enojado se retiraba a los ascensores.
— Quieres dejar de seducir hombres, ahora eres mi esposa, y no voy a permitir que me dejes cómo un estúpido cornudo —
— No estaba seduciendo a nadie, además, más estúpido de lo que ya eres no creo que se pueda — maldita mujer y su lengua afilada.
— Su maleta señor — el botones me entregó una maleta pequeña ¿Quién había traído una maleta? — La dejaron esta mañana junto a la reservación de la habitación — Lo agradecí y fuimos rumbo al ascensor con el siguiendo nuestros pasos.
Antes de entrar a la habitación tome a Katherin en mis brazos.
— ¿Qué haces? —
— Entrando a la habitación como una pareja de recién casados —
— Esto es innecesario además de ridículo, puedo cami.... wow — se quedó estupefacta al ver la habitación, y yo igual, la decoración era exageradamente romántica, una fila de velas que iba desde la entrada hasta la cama decorada con pétalos de rosas, se veía genial.
— ¡Esto es hermoso! —
— Como tú — susurre bajo, pero creo que ella alcanzó a escuchar, pues giro su cabeza para mirar a mis ojos.
— Matthew — antes que dijera cualquier cosa, selle sus labios con los míos en un beso exigente pero lento.
La recosté sobre la cama y me cerní sobre ella, el beso continuo y esta vez con mi lengua me abrí paso a su boca, el roce de su lengua y la mía despertó todo lo que estaba dormido en mí.
Entrelazando nuestras lenguas continuamos besándonos, cada vez subí a más de tono el beso, ella puso sus manos en mi torso para alejarme, tomé sus manos y las puse sobre su cabeza sosteniéndolas con una sola mano, mientras con la otra me hacía espacio entre sus piernas para rozar nuestros centros.
— Matthew —
Bese su cuello mientras pasaba mi mano por su vientre y ascendía decididamente hacia sus pechos, rozándolos suavemente, siento como se contrae su abdomen.
— Matthew no — empiezo a mover mis caderas contra ella, para que sintiera como me tenía.
— No, basta —
— Se que también lo quieres, solo déjate llevar — solté sus manos y las adentré bajo el vestido.
— Espera — la mire un instante antes de volver a atacar sus labios, pero esta vez mi beso fue rechazado — Yo no... Yo no puedo... No puedo hacer esto — puse mi frente contra la suya, ambos con respiraciones entrecortadas.
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Editado: 23.11.2022