⊷⊶⊷⊷⊶⊷《 MATTHEW 》⊷⊶⊷⊷⊶⊷
El camino al apartamento fue completamente silencioso, pero esta vez a diferencia de las otras, era un silencio sumamente incómodo, Katherin estaba perdida en sus pensamientos mientras yo conducía.
Al llegar baje del auto y lo rodee rápidamente para ayudarla a bajar, la tome en mis brazos y la lleve al interior pese a sus protestas.
— Te ayudaré a quitarte esa ropa para que te puedas dar un baño — la había depositado en nuestra cama mientras desataba los cordones de las zapatillas que llevaba.
— Más quisieras — la mire enarcando una ceja. — No te quiero cerca mío de nuevo, eso que pasó anoche y lo que pasó el día de hoy no se volverá a repetir —
— ¿Qué? ¿Porqué? — no entendía su actitud.
— Prefiero evitar que por nuestras acciones creemos un "error", así que mejor mantengámonos alejados — no podía creerlo, yo solo quería disfrutar de la vida de forma adecuada, disfrutar de Katherin y su sensual cuerpo, no quería hijos.
— No puedes hacer eso Katherin, ya te probé, no voy a saciarme de ti tan rápidamente —
— ¿Probarme? Pues qué crees que soy, ¿Un postre? — El mejor de los manjares pensé para mí, pero no sé lo diría, seguro me patearía las pelotas, la vi suspirar y pasar la mano por su rostro.
— Puede que sea molesto, pero prefiero que nos mantengamos a raya a que después tengamos mil discusiones por algo que no querías — Yo y mi bocotá, bien hecho Matthew.
— Si tú te cuidas, y yo me cuido podemos llevar una vida sexual activa sin preocupaciones — Eso Matthew, ruega, que bajo has caído.
Ella se quedó un rato pensativa, parecía meditar mi propuesta, sin embargo, no llego la respuesta que quería.
— Lo voy a pensar — se puso de pie y se encerró en el vestidor de la habitación, mientras tanto yo me golpeaba internamente por lo idiota que había sido.
— ¿Necesitas que te ayude a bañarte? —
— En tus sueños — me grito desde dentro del vestidor.
— En mis sueños te tengo desnuda y a mi merced —
— Imbécil —
Al final de todo termine ayudándole a bañarse, ganándome uno que otro golpe por tocar dónde no debía, pero no me arrepentía de hacerlo.
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Una semana había pasado desde el incidente en casa, Sarah estaba bien, o al menos eso era lo que decían, sin embargo, su pierna rota le impediría modelar por varios meses, ahora Ethan y ella se encontraban viviendo en casa de mis padres.
Afortunadamente para nosotros, después de lo que pasó entre ellas, papá desistió de la loca idea de que fuéramos a vivir con ellos, eso me daba un poco de calma, el saber que esa mujer no estaría esparciendo su veneno cerca de Katherin.
Mi madre, por otro lado, estaba como un león enjaulado, varias veces me había tocado ir a casa para ayudar a papá a tranquilizarla, aún no les había dicho nada de la usb, ni siquiera tenía el valor de conectarla a mi computadora.
Mi relación con Katherin iba bien, o bueno, tan bien como se podía, nuevamente habíamos pasado a las sesiones de besos, y cuando las cosas subían de tono ella se detenía y terminaba durmiendo en el sofá de la habitación, lo que me dejaba con un dolor en los huevos increíble y me hacía sentir cómo un completo miserable.
Cada mañana me encargaba de ayudarla a bañarse, vestirse y a pasar el peine por su cabello, si bien no tenía yeso, debía usar ese cabestrillo un mes y no podía mover mucho su brazo, así que mi deber como buena pareja era ayudarla en todo momento.
— Katherin, quiero que me ayudes — ella me miró interrogante, íbamos camino a la empresa.
— ¿Ayuda en qué? — suspiré y apreté el volante, quería ver el contenido de la usb, pero era incapaz de hacerlo solo.
— Yo... — pase la lengua por mis labios, — Te buscaré más tarde — ella asintió dudosa con la cabeza
Toda la mañana estuve distraído en la sesión de fotos, necesitaba con urgencia ver lo que había, mientras tomaban la última foto antes del descanso pensé que lo mejor era ir con Jonathan o con papá, alguno de los dos podría ayudarme más que Katherin, no quería meterla a ella en esto.
Subí rápidamente a su oficina, ahora que sería padre, mi viejo le dio un puesto permanente en la empresa, que idiota, había arruinado toda su vida por no saber cuidarse.
Abrí la puerta sin tocar y deseé no haberlo hecho, mi amigo y Jen se encontraban en una faena muy candente en la oficina, con ella montándolo sobre la silla del escritorio.
— ¿Pero qué demonios? Matthew sal ahora — me lanzó un portalápiz mientras me daba vuelta para no mirar la escena.
— No creo que puedas dejarla más embarazada de lo que está ahora — algo golpeó mi nuca y salí casi corriendo de la oficina.
— Cierren la maldita puerta con seguro — grite antes de dar un portazo.
Subí hasta el piso donde se encontraba papá, al bajar del ascensor mi mirada fue directo a la oficina que ahora era de Katherin, por obvias razones Jen no se encontraba en su lugar, iría primero con mi padre, y luego vería a Kathe.
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Editado: 23.11.2022