El carro se detuvo, Camila soltó el volante y giro hacia atrás para mirarme.
-Llegamos -dijo con voz temblorosa.
-Esta bien -dije casi susurrando.
Ella bajo del carro mientras yo seguí allí inmóvil no se por cuanto tiempo, intentando recuperar la respiración. Cuando finalmente consegui reunir el valor suficiente baje del carro y pude ver una multitud de personas que se aglomeraron en la zona en la que estábamos, traté de seguir y cuando apenas había logrado dar algunos pasos aparece Camila y me agarra del brazo.
-Vamos -Dice algo agitada -tienes que salir de esto rápido.
Nos dirigimos a una de las carpas donde habían algunos socorristas. El corazón me latio tan fuerte al darme cuenta de a cuál carpa nos estábamos dirigiendo, tuve que parar unos segundos para poder recuperarme.
-¿Estas bien? -me pregunta Camila preocupada.
-Si... si... es sólo que... ¿Porque no empezamos por la lista que esta allá ? -dije señalando la carpa que estaba a la derecha.
-Andrea ya estuve allí y no han habido novedades desde que revisamos la lista en Internet.
-Pero... ¿Si viste bien? -insistí, y esta vez los ojos se me empañaron en lágrimas -pueden estar allí.
Camila me abrazó, y no pude contener más el llanto. Esto cada vez dolía más.
-Escuchame, tienes que ser fuerte ¿Okey? -me dijo mientras me agarraba de los hombros -¿Vamos? -dijo esta vez en un tono más suave.
-Si -respondí. Y cuando llegamos a la carpa nos sentamos frente a un escritorio y uno de los socorristas muy amablemente nos atendió, el nos trajo unos álbumes donde estaban las fotos de los cadáveres que habían recuperado hasta ahora.
Cuando el socorrista me entregó el primer álbum, me obligue a mirarlo ¡ERA HORRIBLE! Habían fotos de algunos cadáveres que apenas se podían reconocer, las manos me temblaban cada vez que cambiaba de página, esto era una tortura el sólo pensar que estuvieran allí me destroza va el alma. Cuando ya casi terminaba el primer álbum sucede lo que temía.
Oh por Dios no....
Sentí como si me hubieran dado un golpe muy fuerte en la cabeza, que me hubiera dejado aturdida, un nudo en la garganta que me quemaba y me ahogaba. ¿PORQUE? ¿PORQUE? porque tiene que estar pasando todo esto, porque ellos. Eran las fotografías de mis abuelos, todos llenos de raspadura y moretones, en sus caras, parecían como si estuvieran dormidos, dormidos para siempre. sus fotografías estaban en la misma página una al lado del otro, como siempre habían sido ellos, juntos hasta el final.
-Son ellos -fue lo único que pude decir con dificultad.
-¡Son ellos! -le dice Camila al socorrista levantándose de la silla y señalandole las fotografías, él le entregó un papel y le dice algo que no logró entender, igual no les presté mucha atención, no podía dejar de pensar también en Steven, tan poco había visto su nombre en la lista de sobrevivientes cuando la revise en mi celular, pero no me atreví a buscar lo aquí, todo esto era muy difícil para mí, se que aún lo amó y eso sólo hace que me duela más todo esto, además casi todas las personas que conocía desde mi infancia ahora simplemente ya no están, se han ido.
Me levanté de la silla y mientras Camila hablaba con el socorrista, me aleje y camine sin dirección alguna hasta que poco a poco me adentré al pueblo. Hubo un momento en el que me pareció escuchar la voz de Camila llamándome, pero no le Di mucha importancia la verdad era que ya no me importaba nada, lo único que quería en ese momento era llorar y caminar hacia lo que antes había sido mi hogar.Con cada paso que daba podía corroborar que el pueblo estaba en ruinas, era peor de lo que se podía ver en las noticias, las casas estaban destruidas y las más cercanas a la montaña había desaparecido, habían sido sepultadas por un deslizamiento. los escombros dificultaban la movilidad en lo que habían sido las calles, postes eléctricos, árboles derrumbados, cadáveres de animales y incluso aún se veían cuerpos humanos atrapados entre los escombros apenas podía imaginarse que este fuese el cálido y hermoso pueblo que solía ser. El aire era pedazo entre una mezcla de polvo y putrefacción dificultaba el poder respirar.
La noche del 5 de Enero fue la peor y la última para el pueblo de Marvilas, un terremoto de gran magnitud había destruido todo y afectando a varios pueblos cercanos, pero según los informes del centro de sismologia, El epicentro habría sido aquí dejándole a este pueblo la peor parte, devastadores daños y alrededor de 300 muertos, miles de heridos y un monto de desaparecidos. Una tragedia que tenía al país en luto.
Seguí caminando, esta vez sin prestarle mucha atención a todo esto, era la única forma de poder continuar mi camino.
-Señorita no puede estar aquí, es muy peligroso -dijo un policía mientras me bloqueaba el paso.
Asentí con la cabeza mostrando de que había entendido y fingí que me alejaba, hasta que vi al policía dirigirse a otra zona, así que volví y seguí mi recorrido esta vez traté de encontrar la casa de mis abuelos, mi casa, pero fue muy difícil reconocer el camino en medio de todo esto, no se como pero al final lo logre era como si a pesar de que todo estuviera en ruinas recordaba el camino a casa y cuando la vi me quedé ahí para mirando lo que quedaba de mi hogar, aún habían rastros del jardín de mi abuela, recuerdo como lo cuidaba, todo el esfuerzo y dedicación que invirtió en el . La casa había sepultado la gran mayoría de las plantas, pero habían unas que estaban allí, se negaban a morir.
TRES AÑOS ATRAS....
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Editado: 14.08.2019