La lluvia azotaba la cara de Thomas, frente a el estaba Mark y Frank Müller. Unos minutos antes Xavier Crowne había abierto un extraño portal hacia alguna pesadilla.
—¿Adónde fue— Preguntó Thomas.
—Fue a cumplir su sentencia—Dijo Mark de manera seca— Ahora nosotros te daremos tu sentencia.
Thomas intento correr pero no pudo, Frank lo sostuvo con fuerza. Lo lanzaron al suelo para después pagarlo con fuerza. Thomas quedó sin aire.
—Encárgate de el, Frank —Dijo Mark — Debo ir a preparar el ritual del amo Eintracht.
Mark desapareció dejando una estela verde.
—Debo huir a cómo de lugar.
Thomas forcejeo logrando derribar a Frank, este corrió lejos de el e intentó acceder a la pesadilla pero no pudo. Intento una segunda ves y nada. Frank se rió un poco.
—¡Porque no puedo entrar!.
—Es obvio o no— Dijo Frank— No puedes acceder porque jamás has salido de ella. Thorne jamás te sacó de allí.
—¿El?— Thomas estaba consternado — ¡Thorne no nos traicionaría!.
—No me importa lo que tú creas— Respondió Frank acercándose lentamente — Ahora te llevaré con Maxim Eintracht.
Frank pateó el suelo, levantando una bola de lodo que impactó el rostro de Thomas. Este quedó cegado. Frank lo pateo dejándolo fuera de sí.
Frank lo amarró y procedió a abrir el portal hacia Apocrypha.
La lluvia carmesí caía melancólica, la luna brillaba sin fuerza y el viento corría triste. Una chica pelirroja lloraba abrazada a un joven de cabellos negros. Lo abrazaba fuerte, no quería dejarlo ir. En el rostro del joven había unos hilos, señal de que las lágrimas habían corrido por su rostro. ¿Porqué se lo llevan? ¿Por qué me lo quitan? ¿Por qué pierdo a todos los que amo?. Esas preguntas volaban por la mente de la desconsolada joven.
Unos pasos se oyeron detrás de ella, un hombre con bastón rojo caminaba hacia ella.
—Así debía de pasar— Dijo Alexei — De está manera el joven no terminará convirtiéndose en esos monstruos.
La joven lo ignoró. No le importaba lo que dijera, ella quería de vuelta a Matthew. El hombre se acercó y puso el bastón en el pecho del joven.
—¿Lo quieres de vuelta, verdad?.
No obtuvo respuesta.
—Aún podría salvarse — Dijo quitando su bastón — Solo necesito una cosa.
—¿Salvarse?— En los ojos de Allison brillaron una pequeña luz de esperanza — Solo dime qué necesitas y yo lo conseguiré.
—No es tan fácil. Lo que necesito es una vida.
Allison se quedó sin palabras. ¿Necesita una vida?, No sabía a qué se refería.
—¿Cómo que una vida?— Preguntó.
—Para traer de vuelta al joven Crowne necesito de alguna vida para hacer un intercambio. El aún tiene un asunto pendiente, no puede morir.
Allison estaba de acuerdo. Ella no lo dejaría morir en ese lugar.
—Pero este lugar es de lo que carece, de vida— Dijo mirando la luna— Pero si logramos encontrar…
—Toma la mía — Dijo Allison sin dudar— Daré mi vida por el.
—¿Estás segura de eso, niña? Si sabes lo que conlleva eso ¿Verdad?.
—No tengo nada más en esta vida que Matthew. Es tonto ¿Verdad?. He vivido un infierno desde pequeña, he estado en ese orfanato de mierda desde los doce años. Nunca tuve amigos, aún siendo la presidenta estudiantil. Pero cuando lo conocí a el, ese torpe joven llegar a ese horrible lugar sentí algo, quería acercarme y jamás pude. Con el tiempo nos acercamos y nos hicimos amigos pero con el tiempo y las circunstancias, lo que pasamos, lo que sufrimos le llegué a tener un afecto especial, jamás lo había sentido antes y creo que ahora se lo que es. Esto es amor, me he enamorado de el y con gusto daré mi vida.
Las lágrimas recorrían el rostro de la joven. Estaba lista para dar su vida. Alexei se acercó a los jóvenes y puso su bastón sobre ellos.
—Después de esto yo desapareceré— Dijo antes de comenzar — Este será mi último hechizo.
Una cápsula de luz envolvió a los jóvenes, era cálida. Allison sintió que flotaba, de pronto no pudo mirar hacia afuera. La luz se hizo más intensa, Allison perdió el conocimiento.
Cuando se recobró se encontraba afuera de una casa que desconocía, el cielo estaba despejado y el sol brillaba radiante.
—¿Dónde estoy?— Dijo mirando el patio y la casa— No recuerdo este lugar.
Un balón de fútbol pasó cerca de ella, casi le impactaba en la cabeza. Las risas de unos niños pequeños llamaron su atención. Los buscó con la mirada pero no lograba verlos, de pronto un niño estaba parado a su lado. Tenía cabezo negro y le era familiar.
—¿Matthew?.
<<!Corre Matty!>> Uno de los niños gritaba fuerte.
—¿Quién es el otro niño?— Se preguntó Allison.
<<!hermano!>> Gritó el pequeño Matthew <<!Atrapame Mikel>>
Allison los miraba jugar con mucha felicidad. Frente a ella, a lo lejos logró ver un joven con semblante triste mirar a los niños.