Toronto, Canadá |
La noche en la ciudad era la más esperada por ser el día de Halloween, todos disfrutaban tanto niños como adultos la festividad portando cada quien sus mejores disfraces, fiestas entre adolescentes era común que se escuchara en algunas casas de Toronto, pero lejos de todo eso, en una escuela abandonada encontrada a las afueras de la incertidumbres, agonía y desesperación se transmitía en cada rincón del lugar cuando un grupo de jóvenes curiosos entraron para hacer una exploración urbana en ella mientras lo grababan en vivo en sus redes sociales. El recorrido empezaba bien, muchos seguidores de esos chicos disfrutaban ver lo tétrico que se veía la escuela abandonada con una esperanza de ver algo paranormal, pero resultó ser algo más que eso, cuando llegaron a la zona donde había anteriormente una alberca, donde se percataron todos al ver un bulto en el interior, siempre dicen que la curiosidad mató al gato y está no fue la excepción para ellos cuando se adentraron a fisgonear aquello que abultaba en el suelo, creían hace unos momentos que se trataba sólo de una bolsa o un vagabundo que dormía ahí hasta que se acercaron más y con la iluminación de aquellas lámparas dieron luz alarmandose por completo al ver que se trataba de un cadáver.
A la mañana siguiente los noticieros hablaban de lo que había pasado anoche, médicos forenses hacían la autopsia de ley para averiguar su posible muerte y sólo encontraron una pista, no tenía corazón, en vez de eso solo había un frasco de perfume en la zona donde estaba el órgano al sacar aquella botella notaron que adentro había un mensaje en latín «Et in avaritia possunt occidere unguentum cum olfacies » —Eduard wilson. Aquel nombre escrito al final de aquella nota le pertenecía a un cotizado político, tras esto las autoridades de Canadá dieron inicio al asesino de Wilson, buscaban más pistas para unirlos y así llegar al culpable.
Tres días después de la muerte del político apareció otra víctima, esta vez era un famoso actor que fue encontrado en su misma casa, tenía el mismo frasco de perfume pero ahora estaba ubicado incrustado en uno de los ojos con la misma nota dentro « Et ex libidine possunt occidere unguentum cum olfacies» — Lorrent parkon.
El caso de estos dos asesinatos ya era sospecha de algún ángel de la muerte por los mensajes en latín que deja como su huella de asesino, idioma que nadie en la estación podía descifrar ni con un traductor de internet.
—Debemos de apresurarnos antes de que ese asesino haga otra movida — aconsejó uno de los policías al comandante.
—No podemos movernos así nada más si no tenemos suficientes pruebas, nada más esos frascos con notas en latin es lo único de pistas que hay.
La desesperación podía alcanzarlos a todos ellos de ver como aquel ángel de la muerte empezaba su serie de asesinatos.
Había pasado una semana y otro cuerpo apareció dentro de una plaza comercial ya no se trataba de un hombre sino de una mujer la misma marca del asesino, un frasco de perfume en la mano «Unguentum cum olfacies invidia interficere.» —Maryori York.
Esta vez no solo se preguntaban el cómo lo hace sino por qué lo hace. Ya eran tres víctimas de ese asesino y nadie sabe de quien se puede tratar, no hay pistas que los lleven a él, la frustración empezaba a correr con el encargado del caso, cuando notó que las cámaras de seguridad fallaban en el momento que actuaba aquel ángel de la muerte convocando una reunión con todos los integrantes de la investigación después de meses que han pasado que se inició la búsqueda.
—¿Se puede saber para qué nos mandaste a llamar? —preguntó el comandante.
—Porque todos hemos estado trabajando arduamente con ese caso que no hemos avanzado para nada, no sabemos quién es, ni su información, en resumen nada de nada, solo son frascos vacíos de perfume con notas en latín que nadie sabe que es lo que dice — hace una pausa para tranquilizar su estrés — comandante yo ya me cansé de ser el encargado de este caso, ya llevamos meses y solo obtenemos mas numero de victimas.
El comandante entendía la frustración y el estrés de aquel hombre de ver cómo no llegaban a lograr obtener una respuesta favorable sobre el asesino que meses han estado tras de él.
—En resumen de tu reunión es Avisarnos que abandonas este caso y entiendo claramente tu decisión si eso es lo que quieres entonces te deslindo por completo.
—Gracias comandante, es todo lo que quería escuchar de usted.
Se retiró de la sala con un peso menos de saber que ya no será el encargado, pero ahora la preocupación caía en los hombres del comandante por no contar con alguien que lleve este problema.
—Ahora tenemos que conseguir a alguien más que se encargue del caso, no podemos dejar eso así nada más sin resolverlo, si lo abandonamos todos será un grave peligro para el país.
Todos se miraban entre ellos al no tener una respuesta para su comandante hasta que uno alzó la mano para tener la palabra.
—Señor comandante, ¿Que tal si contrata al detective Anderson? Han dicho que es un excelente investigador y él si logre recaudar información inmediatamente en menos tiempo que nosotros nos tardamos — Dijo aquel hombre que era el médico forense, esperando que su comentario fuera de ayuda para él.
—Es una excelente idea, pero no sabemos en dónde se encuentra en estos momentos el señor Anderson.
—Tal vez si le hacemos una llamada podemos saber si está disponible para este caso, podemos pedirle a las de la oficina administrativa que investigue su numero telefónico para hablar con él.
Isla mujeres, Cancun México |
El bullicio de la música entre los barcos se podía escuchar mientras que turistas y locales disfrutaban la playa con toda libertad del mundo, los olores exquisitos emenaban los restaurantes que se ubicaban cerca del mar mientras que en los camastros del hotel se encontraba Einar Anderson descansando deleitando el cálido que era el calor con un preparado de alcohol en mano sin preocupaciones encima de él hasta que una de las recepcionista del hotel se había acercado para entregarle una llamada.