—¿ Tú eres la responsable? — Interrogó mostrándole el envase que se le había caído — ¿Eres el ángel de la muerte de todas esa personas?
La chica intentó forcejear con él para quitarle aquello que le pertenecía pero Einar evadía cada segundo que ella trataba de tomar el frasco de sus manos, se irritó al ver que no podía lograr obtener lo suyo, empuñó una revolver que había desenfundado y apuntarle en la cara al detective.
—Devuélvame ese frasco ahora mismo — Habló dejando escuchar su suave voz de autoridad — Por favor se lo pido.
—No te lo voy a dar, hasta que me digas si es cierto, ¿Tú eres la responsable?
La presión en ella aumentaba al escuchar las sirenas, alguien ya había encontrado a la reciente victima que había asesinado y dejado cerca del parque llevándola a guardar la revolver para salir huyendo de ahí sin su frasco, el detective iría tras de ella pero tenia una idea mejor que eso, no solo investigaría a la asesina serial que a llevado a un dolor de cabeza a las autoridades sino que también información personal de la chica para extender el expediente del caso, guardó con mucha seguridad y volvió al departamento sin avisar del encuentro.
Nuevamente la hora había pasado y ya se encontraba en el balcón de su recamara mirando el paisaje mientras que su mente daba vueltas a cada segundo por lo que había pasado con la chica, sacó el frasco para mirarlo más cerca notando que no existía una nota dentro de ella.
—Tal vez lo iba implantar en su siguiente víctima— exclamó dando su hipótesis al aire.
Tenía la duda sobre el modus operandi de ella y como lo practicaba sin que nadie sospechen de su existencia, al grado de poder creer que era un crimen perfecto sino fuera por lo sucedido de hace un rato. Volvió adentro tomando asiento en su escritorio para navegar en el internet sobre alguna posible pista de quien pudiese tratar, pero después de un rato, no logró nada.
—¿Quién eres?
No solo quería la identidad por parte de la investigación del caso, sino le intrigaba saber su vida al que la obligó llevarla a cometer aquellos crímenes, pero presentía que será complicado saberlo así nada mas si no ataba cabos; tomó un suspiro cerrando su ordenador para mirar desde su asiento el mismo paisaje que mostraba la ventana.
Por otro lado la chica había recorrido por varias cuadras sin parar hasta llegar al motel donde se resguardaba, tomó aire para tranquilizarse sin que nadie sospechara como lo hacía meses atrás. Entró a su habitación siendo recibida por su conejillo de indias quien era su única compañía, lo alimento y tomó sus cosas para meterlas en las maletas , para después salir nuevamente para meterlas en su auto junto con su mascota dejándole una abertura para que pudiese entrar aire, mientras se dirigía a la recepción para entregar la llave con normalidad.
—Vengo a entregar la llave la habitación diez — comentó con una picara sonrisa.
—Eso es señal que por fin encontraste trabajo aquí después de meses — Respondió la recepcionista al momento de tomar la llave del cuarto — ¿Verdad?
—Por fin lo pude conseguir, no sabes que emocionada estoy — Mintió — es algo adecuado para mí y eso es lo que importa en estos momentos.
—Eso es verdad y tuviste la suerte de poder conseguir uno a tus cualidades, pues todo lo que te puedo dar es la buena suerte Alessia.
—Gracias, lo voy a necesitar mucho.
Se despidió de la recepcionista y se adentró a su automóvil e irse de ahí antes de que algo malo pasara después del encuentro con Anderson, el recorrido mostraba los edificios adornados de luces coloridos por los puestos, las personas caminando por el asfalto mientras que las sirenas de ambulancia se dirigían aquel lugar donde había dejado a su victima, sus planes anteriores habían resultado perfecto y no sentía el temor que tenía en esos momentos al escucharlos, pero tenía que hacerse nuevamente la idea que nunca sería atrapada por las autoridades, subió el volumen al estéreo para olvidarse de aquello.
—No debo demostrar miedo— Se dijo así misma como un consejo — No seré atrapada.
Después de un largo tramo de carretera se detuvo por vaughan a entrar a una tienda de conveniencia mientras su automóvil cargaba combustible, escogía los suministros indicados para su viaje cuando la televisión transmitía la noticia del asesinato de hoy.
—Hace unas horas dieron el aviso a las autoridades sobre el asesinato de la cantante de opera Zhelina Andrew en el interior del centro de Artes Lawrence — comentaba la locutora de las noticias — siendo una victimas mas del asesino en serie, los encargados del caso están haciendo todo lo posible por lograr hallar con él y pague todo los crímenes que ha hecho.
Alessia había escuchado todo lo que aquella locutora había dicho sobre el reciente asesinato que había cometido el caja donde la trabajadora la atendía cobrando toda las cosas que había agarrado en los estantes.
—Espero que hagan algo las autoridades con ese asesino, solo le está dando mala fama al país —dijo la cajera — ¿No crees?
—Canadá siempre ha estado manchado con cosas peores antes de que apareciera — Exclamó — No sé por que temen las personas de ese asesino si solo mata a personas de la alta sociedad.
—¿Cómo estas segura que solo mata a solo los de la alta sociedad?
—Es claro, cada que las noticias va hablar sobre una victima mas del asesino y en todas ellas son importantes o codeadas al gobierno o a la monarquía.
—No lo había visto de esa manera.
—Si tienes duda, investiga en internet la lista de las victimas y verás que es verdad lo que digo, igual tenía miedo que ese asesino me hiciera algo, pero lo dejé de temer cuando lo investigué.
Dio un giño a la cajera como ultimo toque a su mentira mientras pagaba la cuenta del combustible y su despensa, Alessia salió de ahí para seguir con su huida, pensando ahora que las personas tienen la mentalidad, que un simple asesino mancharía el estatus del país cuando a habido demasiadas cosas en el pasado y del presente que lo mancharon antes de la existencia del ángel de la muerte, incluyendo que las personas mismas son responsables por tener comportamientos malos.