21 de marzo.
Hora de salida en el colegio.
<<Hola, Arturo, espero estés bien.
Escribí esta carta para felicitarte, sé que es tu cumpleaños y deseo de todo corazón que la pases fantástico (aunque sé la mayor parte del tiempo y ahora mismo no te sientes así (creo). Que Dios y la virgen te de mucha vida y salud, deseo que cumplas todo lo que te propones cumplir y que sigas cumpliendo entre los años tus metas.
Mira, no soy de hacer este tipo de cartas y eso; pero de verdad tu estado de animo me conmovió un poco. Esa es la razón de mis ánimos para hacerte una cartita. Sé que tú eres mucho mejor para esto de escribir que yo, y espero que esté bien lo que escribo y te parezca lindo. Sobre todo, que te suba la autoestima. Sé que no tenemos mucha confianza entre nosotros, sobre todo porque tú vas de un lado y yo del otro; extremos diferentes y amigos por desgracias en común, supongo que eso termina por amistar a casi todo el mundo y hablar de vez en cuando por los pasillos.
Creo que del tema de Ariana y todo eso de dejarte de lado sí lo podemos hablar cuando quieras, tú solo mándame un mensaje y ahí estaré.
Estás pasando un momento difícil, lo sé. Cuantas veces te he visto con esa carita triste a diario, pensando en quién sabe qué cosas que constantemente pasan por tu mente y no te dejan tranquilo.
Arturo, eres un chico increíble, no solo tienes muchos sueños por cumplir y muy cerca de lograrlo, delante de ti, a centímetros de alcanzarlos. Cada vez sorprendes más a tu alrededor y de verdad que eres increíble para todo el mundo que te observa. No deberías dejar que tonterías de amor a esta edad y, bueno, es un tema más complicado, pero, tampoco deberías permitir que las tonterías de tu padre te impidan seguir haciendo lo que haces.
Sabes, a lo mejor Ariana no se da cuenta de lo tonta que es y solo quiso juguetear contigo porque le urgía tocar a alguien o tiene algún asunto, de conveniencia porque sabes tú lo que eres. La verdad no me gusta nada verte triste la mayor parte del tiempo y quizá todo lo que últimamente te está pasando te afecte. No me gusta eso, eres un joven atento y tienes mucha vida por delante como para sentirte mal en tonterías como estas que, como me dijiste alguna vez: "Creceremos y veremos todo esto como una estupidez que valía la pena". Chicas hay por montones, así que no te mueras solo por una. ¿Acaso sueles pensar que una chica está sola, revolcándose en su cama porque un tonto la dejó? No, la mayor parte del tiempo las chicas salen a revolcarse con otros y es ahí donde empiezan a llorar porque un tonto las dejó. O al menos eso fue lo que dijiste en algún momento. Tú no eres ningún estúpido, lo que dices suele tener sentido, si por alguna razón no la tiene es porque no la llegué a entender; sin embargo, ahí sueles estar: sonriendo y esperando que más cosas pasen, cuando de repente alguien se te acerca y te dice que, en efecto, tienes toda la razón.
De las malas pasada y los errores se aprende, por eso nunca dejamos de cometerlos.
Sabes que cuentas conmigo para lo que sea, estaré siempre pendiente de ti y tu estado de ánimo. Cuando vea esa carita feliz, sabré que vas superando todo.
Quería que me acompañes hoy en la salida o... bueno, puedo acompañarte yo a ti si es que eso deseas. Me encantaría pasar más tiempo contigo.
PSDT: Me inspiré demasiado. Créditos a Juan, él fue quien me dio la hoja.
Karina Alvaraez>>
—La gente escribe como si los problemas fueran tan simples de resolver; como mandar una cartita y ya con eso repentinamente todo lo malo dejase de existir— dije.
—Sería divertido, ¿te imaginas que fuera así? Los presidentes resolverían los problemas con tan solo abrir la puta boca— comentó Gustavo.
—Se irían presos ellos mismo y por su misma bocaza— concluí.
Era hora de salida, nos fuimos juntos a casa caminando, sería una buena caminata entre amigos.
—Pero, Arturo. Tú puedes escribir como si los problemas se resolvieran con solo un par de palabras. Como si llenara el espacio de la felicidad, eso debe ser horrible.
—Buen punto. Y sí, realmente sí es horrible, pero es un gusto asqueroso.
—¿Le agradecerás por la carta o hablarás con ella mañana? O yo que sé, puedes escribirle algo de agradecimiento o salir con ella, ella quería eso.
—¿Y qué mierda piensas que puedo escribirle o decirle? Algo así como: "Gracias, tuve un mal día, pero tú me escribiste. Mi día siguió siendo malo, pero eso no importa, ahora sabes que sabes de mí. Nada personal pero no puedo cambiar mi forma de sentirme; mucho menos tú".
—Huevón. Karina siempre está atenta a ti. Desde siempre, creo. Eso es algo...raro. ¿No crees que le gustas o algo así?
—Hermano, eso no importa. Te recuerdo que acabo de salir de una relación muy imbécil, con una chica muy imbécil, y eso me hace un imbécil. Ah, que, por cierto, es amiga de Karina. Ah, y lo nuestro también empezó contigo diciendo: "¿No crees que le gustas?"— traté de hacer la voz más chillona que pude, pero me salió como la voz de un bebé que trata de repetir palabras groseras.
—A veces te odio, loco. Siempre eres muy pesimista, es tu cumpleaños; abúrrete, todos sabemos que puedes ser feliz aunque sea un día de tu vida. Y con todos me refiero a que tú y yo sabemos.
—A algunos les doy asco.
Seguimos avanzando. Guardamos silencio durante un tiempo hasta que nos paramos en el semáforo.
—Por cierto, Gustavo. ¿Sabes qué pasó con Alexis? Hoy me di cuenta que desde hace tiempo no lo veo.
Gustavo se burló de mí, luego se puso muy serio.
—Creo que si te enteraste, pero no le prestante atención a lo que ocurría. Alexis tiene cáncer. No quiere venir al colegio y tampoco quiere que nadie lo vea.
—Wao, que triste, no debí preguntar. ¿Y Jesús?
—En el psiquiatra por indicios de esquizofrenia.
—No puedo creerlo. Muchos están cagados por enfermedades y bobadas de esas. Y yo aquí perdiendo el tiempo.