-No quiero resplandores ni salones de mármol. Solo te quiero a ti. Ya vez que soy tan desvergonzada en esto como lo era Phil. Los diamantes y los salones de mármol pueden estar muy bien, perp hay mas campo para la imaginacion sin ellos. Y en cuento a la espera no importa. Seremos igual de felices esperando y trabajando el uno al otro... Y soñando. Oh, ahora los sueños van a ser muy dulces
Libro: Ana la de la isla
Autora. Lucy Maud Montgomery