El momento en la mañana se acercaba, pendiente me encontraba de la hora, inexplicable la sensación, que experimentaba mi alma, mi pecho se sentía ansioso, camine de manera acelerada, porque no quería perder ni un minuto más en la espera, caminaba por las calles, que se iban iluminando, por el sol que se iba posando por el cielo, pensando en que lo que estaba haciendo era una locura, no era lógica mi manera de actuar, porque no importaba el pasar de los vehículos yo quería verte, de pronto una luz, que a lo lejos se aproximaba, te ví y de manera sencilla pense: que eras lo más resplandeciente de la mañana, te observe detalladamente, no quería perder esa sonrisa de vista, me cautivó tú mirada, mirada que con un par de luceros, me dejaron pensando, el pensamiento me indicaba, que ese momento sería el mejor de todo el día, tú saludo, fueron las palabras más dulces, jamás dichas hasta ese momento, me perdí dentro de mi y hubo una voz en el interior que dijo: Estar paralizado por tal belleza, significa haber llegado a la gloria.