From Zero - Desde Cero

Capítulo XXI: O-Gram

Isaac se dirigió junto conmigo hacia las afueras de las instalaciones.

Él mencionó qué no había mejor forma de conocer el edificio Pegaso, que haciendo un "tour" desde las afueras del mismo, aunque (para ser sincero) mostrarme el edificio justo cuando la mayoría de los encargados estaban durmiendo parecía ser algo sin sentido.

Y es que, los únicos despiertos a esta hora (aparte de nosotros), eran dos grupos de hombres que vestían una bata blanca y gorra verde:

1. El primer grupo no tenían ninguna estrella en sus gorras, estos estaban parados en las entradas y según Isaac, eran los vigilantes del edificio. Su obligación era simplemente ver que nadie ajeno a las instalaciones entrara y robara información importante que se resguardaba aquí dentro.

2. El segundo grupo tenía dos estrellas y estaban dentro del edificio Pegaso. Ellos iban caminando de una habitación a otra, según Isaac, estos eran los cuidadores de las salas; si alguien (por alguna razón), se infiltrara y estuviera ya adentro del edificio intentando robar algo, ellos podrían abrir fuego para repeler cualquier tipo de robo o ataque de los exteriores.

Luego de decirme lo general, Isaac me indicó que debíamos ingresar dentro del edificio. Y justo antes de entrar, vi un cartel en el centro de la entrada principal.

Al acercarme, pude ver que este decía:

"El tiempo es el hogar de lo que hicimos y haremos algún día, modificarlo no solo lleva a cambiar lo que somos, sino también la misma realidad".

Isaac me explicó que este cartel se debía a los experimentos que había dentro del edificio, algunos de los cuales serían parte de mi trabajo como integrante continuo del proyecto (el cual me iba explicando en el camino).

Este proyecto ayudaría a la ciencia y a una organización detrás de la DORPA. Lo interesante de esto, era que según lo descrito por él, estos experimentos (aparte de ayudar a la humanidad), cambiarían el rumbo del mundo.

Era increíble que hubiera máquinas con ese propósito. Sin embargo, no podía negar que pareciera ficción, no después de haber presenciado con mis propios ojos todos estos cambios en mi cuerpo.

Fue en ese instante, cuando nos dirigimos a unos pasillos (los cuales no tenían algún tipo de personal cuidándolo) y al llegar al final de este, había una habitación extraña que tenía una máquina llamada: "O-Gram".

Le pregunté que era e Isaac me respondió de inmediato.

—La "O-Gram" es un aparato que nos muestra todos los lugares del edificio —vaciló al buscar el botón de encendido—. En esta podemos ver las demás máquinas sin necesidad de ir por todas las instalaciones —mencionó con un tono de cansancio—. ¿No crees que es muy cansado ir caminando de un lado a otro, Anthie? —preguntó Isaac.

—Tienes razón, creo que si no podemos ahorrar unos cuantos pasos, vale la pena —respondí mientras veía la máquina—. Entonces, esta máquina... ¿Cómo funciona realmente...? ¿Hay algún truco para ver todo el lugar? —titubeé al ver su funcionalidad—. ¿Funcionará correctamente? —pregunté entre dudas.

—Anthie, Anthie, ¿crees que estoy mintiendo? —preguntó desconfiado—. Esta máquina es una de las bases del edificio, no puedo mentir a costa de ella, pero comprendo tu incredulidad. Quizás si fuera un niño de tu edad también dudaría — aclaró mientras encendía la máquina.

Al encenderla, no pasó ni un segundo cuando una luz apareció. Frente a nosotros estaba una especie de holograma mostrándonos todo el edificio desde afuera. Entonces Isaac empezó a dirigirla pasando desde la "entrada principal" hasta el penúltimo piso donde según él; estaba la "sala experimental".

—¡En ese lugar entraremos más adelante! —exclamó tratando de cambiar el holograma de la máquina—. Bueno, comencemos. La primera máquina que te mostraré, es el cronovisor. Esta máquina te puede enseñar el pasado y el futuro mediante una pantalla —dijo Isaac mostrando una especie de televisor viejo.

—¿En serio puede enseñarnos el pasado y el futuro? —pregunté entre dudas.

—Así es, Anthie. Esta máquina será una base esencial para el trabajo que te vamos a otorgar en el edificio. ¿No es impresionante? —preguntó moviendo las cejas— Pero eso no es todo. No solo verás el tiempo, también te adentrarás en él —añadió aclarando el funcionamiento del cronovisor.

—¡¿Se puede viajar en el tiempo...?! —pregunté incrédulo—. ¿Acaso eso es posible? ¿Cómo lograron hacerlo? —seguí preguntando entre dudas—. Esto huele a gato encerrado, Isaac. Sin ofender. ¿Qué hay detrás de todo esto? —musité en voz baja.

—Son muchas preguntas. Primero, claro que es posible. Principalmente el "cronovisor" es un aparato que hemos traído del vaticano. Este fue creado por el señor Wernher y el monje Ernetti en la segunda guerra mundial. Para simplificar, dentro de esta máquina se puede ver imágenes del pasado y el futuro. Es increíble, ¿no lo crees? —preguntó sonriente—. Sé que no contarás nada de lo que te he dicho por qué confío en ti, pero —fijó la mirada en mí—, si algo llegara a salir a la luz. El único perjudicado serías tú; así que esto no debe salir de esta sala. ¿Correcto? —aclaró Isaac de forma seria.

—Lo prometo. Si eso cierto, no diré nada de lo que me has contado. ¡Lo juro por mi padre! —exclamé de forma seria—. Sin embargo, Isaac. Tú dijiste que se podía viajar en el tiempo. ¿Cómo es posible si solo podemos ver imágenes del tiempo con el cronovisor? —pregunté dudoso.




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