Capítulo XXII: Túnel De Ensueño

°°°°°°°°°

Sin siquiera pensarlo, me quedé dormido en el instante que toqué mi nueva cama.

°°°°°°°°°

Lo que soñé fue algo que podría llamar irreal, pero sinceramente sentía como si de verdad hubiese pasado.

Para dar un poco de la idea, dentro de mi sueño, me vi a mí mismo corriendo junto a una pequeña luz flotante. Ella me dirigía hacia una máquina que contenía un par de brazos elípticos, la cual generaba una especie de campo de energía.

Yo (guiado por esa luz), me vi forzado a entrar en medio de ambos brazos.

Al estar dentro, el campo de energía se hizo más grande, como si estuviese absorbiéndome. Entonces, vi como se formaba a mi alrededor un vórtice en espiral (parecido a un túnel de color blanco) y a mis costados, aparecieron varias luces (similares a la pequeña luz flotante que permanecía conmigo).

Esas luces empezaron a rodearme y formaron una especie de esfera a mi alrededor. Luego de ello, todas las luces se pararon delante de mí y empezaron girar entre sí.

Todo el túnel en espiral desprendía un destello brillante, por esa razón, se me hacía imposible avanzar a través de él. Era como si el destello me atrajera (similar a lo que sucede con una polilla y la luz), no podía moverme. Yo estaba a punto de quedarme ahí y abandonar toda mi vida.

De repente, todo el destello del túnel fue recogido por las luces flotantes (que permanecían aún a mi alrededor). Al recogerlo, todas ellas se hicieron más grandes y brillaron aún más. En ese momento, paso algo mágico, todas las luces se combinaron con la pequeña luz que estaba conmigo y esa luz que yacía frente a mí, creció a un tamaño real y se transformó en una pequeña niña de cabello rubio y ojos de color miel.

Aquella niña me veía con una sonrisa que podría tranquilizar a cualquiera. Sin embargo, sus ojos reflejaban un aura triste, como si presintiera que algo malo estaba a punto de ocurrir, como si por más que tratara de evitar algo no pudiera evitar su acontecimiento.

En ese momento, ella observó algo que estaba detrás de mí. Al verlo dirigió su mirada hacia mí con un rostro asustado, yo quería voltear a ver qué era lo que le estaba generando ese miedo. No obstante, ella lo impidió y giró su cabeza en señal de un no rotundo. Entonces, me tomó de la mano y sin decirme ni una sola palabra, terminó forcejeándome para que la siguiera a través del túnel.

Al seguir sus pasos, todo a nuestro alrededor se tornó de una niebla oscura. Parecía algo borroso a la percepción, pero ella no se detuvo a pesar de eso y siguió jalándome para atravesar todo el camino del túnel.

Durante un buen tiempo le pregunté cosas como: "¿Qué es este lugar?" "¿A dónde nos dirigimos?"

Sin embargo, ella no respondió a mis preguntas...

Fue allí, cuando todo el túnel empezó a romperse en pedazos frente a nosotros. La niebla había absorbido todo el lugar, no se podía ver absolutamente nada. El camino de color blanco se tornó de un negro absoluto; la niebla seguía acercándose a nuestro punto y justo en ese momento, ella fue arrebatada de mis manos.

La niebla me separó de ella. Sin embargo, ella trató de acercarse a mí y yo también traté de hacerlo. No obstante, era inútil; todos nuestros esfuerzos fueron en vano.

En su desesperación, me lanzó algo similar a un pequeño destello (que aún brillaba de manera vaga). Entonces lo tomé sin dudar y por alguna razón, sentí el querer abrazarlo, como si fuera demasiado especial para mí.

Al recibir aquel destello, fui testigo de como ella comenzó a esfumarse entre la niebla.

Y en los últimos momentos, pude ver como cerraba sus ojos y sonreía, mientras susurraba algunas palabras:

—No te preocupes, te estaré esperando. Hagámoslo una vez más, no te rindas.

Mientras ella se desvanecía delante de mí, me vi a mí mismo en un espacio extraño, (como un abismo sin fondo). Traté de detener mi caída, pero no encontraba el final. Me sentía tan pesado y a la vez tan vacío; un sentimiento hueco recorría todo mi cuerpo. No entendía que era lo que me faltaba para dejar de estar incompleto; era algo demasiado incómodo.

Y después de unos segundos, aparecieron un montón de luces iluminando aquel abismo. Toda la caída se iluminó; entonces me vi a mí mismo cayendo otra vez, pero ya no me sentía vacío. Sentía algo semejante a una paz absoluta. Como si todo a mi alrededor se sintiera cálido, como si tuviera todo lo que había deseado desde un principio.

Pero... ¿Qué era lo que deseaba desde un principio...? Por más que trataba de averiguarlo, no pude conseguir información en ese lugar y seguí cayendo de forma acelerada.

En ese instante, fui interrumpido por una sombra negra que me impulsaba a caer más rápido aún y de un momento a otro, pude ver el final del abismo.

Al acercarme a él, todo mi cuerpo se empezó a iluminar. Entonces escuché mi nombre varias veces en ese transcurso, y al estar a un metro del final del abismo, el hilo de sueño se rompió. Mis ojos se abrieron y vi un rostro medio borroso.

Quién me había despertado de ese extraño sueño, no era nadie más ni nadie menos que, Lukk. El niño genio con el que había tenido una discusión ayer.