Frozen ll: Aventuras En Althohalla.

9 - El llamado del espíritu del odio.

11:30 de la noche.

Después de lo sucedido en el pequeño claro con el asunto de Sasuke, la mayor parte de los jóvenes parecían haber regresado inmediatamente a la zona de la tribu, dónde ahora mismo se encontraban reunidos alrededor de una fogata conversando tranquilamente.

Natsu: Y que piensan sobre todo esto?.

Pregunto el pelirosa con curiosidad.

Naruto: Sinceramente fue algo muy inesperado, pero...tal vez no tengamos otra opción.

Juvia: Todas estas personas confían plenamente en nosotros, no podemos decepcionarlos.

Gaara: Si pero no sabemos en lo que nos estamos metiendo, que tal si al final no somos lo que ellos esperan.

Comentó el pelirrojo mientras se cruzaba de brazos.

Elsa: Creo que...es un gran riesgo que tendremos que tomar todos juntos.

Dijo la reina con un poco de entusiasmo.

Naruto: Aunque también hay que preocuparse de otro asunto, y ese asunto se llama Sasuke.

Kristoff: Te refieres a lo que dijo el Kyubi sobre él?.

Naruto: Exacto.

Un profundo silencio se formó en gran medida para todos los presentes, ya que el asunto del pelinegro era un tema de verdadera preocupación.

Elsa: Sasuke no caerá nunca en las garras de ese espíritu, de eso estoy segura.

Mencionó la pelirubia con gran firmeza.

Anna: Esperemos que así sea hermana.

Habló la princesa al momento de apoyar su cabeza sobre el hombro de Elsa.

Natsu: Todos esperamos eso.

Todos duraron un lapso de tiempo más alrededor de la gran fogata, para después cada quién retirarse a sus respectivos refugios, esto debido a que tenían que descansar lo más que se pudiera ya que momentos sumamente difíciles les esperaban a todos ellos los días siguientes.

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Domingo 20 de septiembre.

7:00 de la mañana.

A la mañana siguiente el brillante sol se encontraba lanzando los primeros rayos del día, y estos mismo rayos se encontraban actualmente molestando a un joven de cabello negro, el cual poco a poco empezaba a despertarse a causa de la inevitable luz solar.

Así que cuando Sasuke pudo aclarar un poco más su visión, logró darse cuenta de que se encontraba semi recostado sobre la gran rama de un gigantesco pino.

Sasuke: Maldición, debí quedarme dormido.

Comentó el pelinegro al momento de incorporarse.

Sasuke: No se si deba regresar después de lo que ocurrió ayer.

Él joven de ojos negros había quedado un tanto conmocionado por las duras palabras del Kyubi, ya que para Sasuke solo significaban que él estaba destinando a traer la destrucción y el caos al bosque, y quizá también a todo el mundo.

Orochimaru: Sasuke.

Se escuchó un pequeño susurró en la mente del pelinegro, el cual simplemente mostró una clara mirada de disgusto.

Sasuke: Qué es lo que quieres.

Preguntó Sasuke con molestia en su voz.

Orochimaru: Ven...tu sabes lo que debés hacer, échale un vistazo a este poder.

Se escuchaba cada vez más alto en la mente del ojinegro.

Sasuke: Cállate...cállate.

Decía Sasuke mientras se sujetaba la cabeza a causa de un punzante dolor en esta misma.

Orochimaru: A estas alturas debes de saber que sin mi no lograrás absolutamente nada...dime no quieres que la tragedia de Arendelle se repita de nuevo cierto?, entonces si vienes a mi te prometo que te brindará todo mi poder, para que puedas proteger a esa joven reina que tanto amas.

Sasuke todavía continuaba sosteniéndose la cabeza con fuerza, ya que el dolor que sentía en ese momento se intensificaba a cada segundo.

Sasuke: Yo no puedo hacer lo que me estás pidiendo, ya que si lo hago podría lastimar a todos los que me importan.

Orochimaru: Descuida...muy pronto vendrás a mí por tu propia cuenta.

Con estas últimas palabras, la voz del portador del odio desapareció por completo de la mente de Sasuke, ocasionando a su vez que el intenso dolor se desvaneciera de forma inmediata.

Sasuke: No...no lo haré.

Mencionó Sasuke en un leve susurró.

Una vez que el pelinegro logró bajar de un salto del gigantesco pino, solamente empezó a dirigirse de nuevo hacía la tribu de los Northuldrans a paso lento.

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8:30 de la mañana.

Las cosas en la tribu en ese momento eran de lo más normal, ya que varios miembros se dedicaban únicamente en recolectar leña para poder formar una gran fogata duradera.

por su parte Elsa se encontraba actualmente caminado con el hombre de color llamado Mattias, ya que la reina contaba con demasiada curiosidad por saber que hacían soldados de Arendelle en el bosque encantado.

Mattias: Creo que tengo muchas cosas que explicar, cierto.

Elsa: En verdad agradecería que me pudieras contar Mattias.

Pidió la reina amablemente.

A lo cual después de un pequeño suspiro por parte de Mattias, el hombre con una ligera sonrisa mencionó.

Mattias: Yo era el guardia personal de su padre el príncipe Agnarr en aquel tiempo, y digamos que no venimos a este bosque precisamente con las mejores intenciones.

Elsa: A que se refiere con eso?.

Pregunto Elsa con duda en su mirada.

Mattias: Su abuelo el gran rey Runeard, él quería invadir toda la región de Althohalla para poder apoderarse de todo su poder mágico.

Elsa: Mi padre...mi padre jamás nos comentó nada sobre él, de hecho esta es la primera vez en que escuchó su nombre.

Mattias: Es muy comprensible, ya que su padre nunca estuvo de acuerdo con las intenciones de su abuelo.

Comentó el ahora guardia real con seriedad.

Elsa: Podrías contarme más sobre el rey Runeard?.

Mattias: Claro que sí majestad, el rey Runeard fue un buen rey en lo que cabe, ya que su sabiduría y mano de hierro convirtieron a Arendelle en un reino completamente respetado, pero a su vez también causó que la gente del pueblo lo apreciará con un gran temor.



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En el texto hay: para el amor no hay limites

Editado: 31.05.2021

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