69 - La antigua reina de Arendelle.

Gran imperio de Fiore. 

Orfanato de la ciudad de Magnolia.

1:30 de la tarde.

Completamente diferente a lo que se encontraba sucediendo en una respectiva zona de aquél mediano orfanato de Fiore, en una de las tantas habitaciones de la cálida estructura formada de concreto, los flamantes monarcas del nevado reino de Arendelle se podían visualizar enfocando totalmente sus miradas en dirección a la pequeña niña pelicastaña llamada Iduna, infante de bellísimos ojos azules como el mar del norte que en ese preciso momento se apreciaba únicamente de pié en el mero centro de aquélla misma habitación.

Todo esto mientras Naruto, Sakura, Shinobu y Owen se encontraban también observando con mucha expectación aquélla escena desde una de las camas de la mediana habitación del gran orfanato, aunque a su vez los dos actuales reyes de la región de Romalia ya parecían saber un poco de lo que la hermosa jovencita de intenso cabello castaño quería conversar.

Siendo una increíble revelación que no haría más que sorprender de una manera inmensa tanto a los dos poderosos espíritus guardianes de Althohalla cómo al pequeño príncipe de la región de Arendelle, tratándose de un gran secreto qué la infante portadora de una vestimenta indígena de color gris había estado guardando para los antes mencionados durante toda la peligrosa aventura.

Elsa: Dime pequeña, qué es lo que querías decirnos a mi y a mi esposo?.

Preguntó la fémina de cabello rubio con demasiada curiosidad reflejada en sus palabras mientras permanecía sentada junto con su amada pareja sentimental en uno de los bordes inferiores de una de las tantas camas pertenecientes a la gran habitación, mismos monarcas del nevado reino de Arendelle qué simplemente continuaban observando de una manera curiosa a la niña de cabello castaño que a su vez se podía visualizar mostrando una hermosa sonrisa en su infantil mirada.

Iduna: Antes qué nada, debo decirles que yo fui la encargada de cuidar de Owen, Greige y Hanami mientras se encontraban encerrados en las instalaciones del palacio de Fiore, he incluso lo continúe haciendo después de que los tres niños fueron llevados a las tierras del gran bosque de cristales. 

Respondió la pequeña fémina de bellísimos ojos azules con un tono sumamente suave en su dulce voz al momento de estar apreciando de una forma amigable a los dos actuales espíritus guardianes de Althohalla, de esta manera la hermosa pelicastaña sorprendiendo de una inmensa medida a ambos reyes de Arendelle quiénes a su vez no habían podido evitar enfocar sus miradas en dirección a su amado hijo, el cuál rápidamente reafirmó con un ligero movimiento de cabeza a las palabras antes mencionadas por aquélla jovencita portadora de una vestimenta indígena.

Iduna: Es posible que piensen qué las órdenes de cuidar a los tres niños fueron otorgadas hacia mi por la líder de los espíritus oscuros, si es así, debo decir que están equivocados, ya que esas órdenes las recibí por parte de la gran entidad que los convirtió a ti y a tu esposo en espíritus guardianes, me refiero a la entidad llamada Althohalla. 

Habló la pequeña ojiazul con un semblante ligeramente serio adornando su hermosa mirada mientras seguía observando tanto a la fémina de cabello rubio como al hombre de ojos negros, mismos jóvenes portadores de la magia elemental que no pudieron evitar quedar completamente sorprendidos debido a la inesperada revelación por parte de aquélla infante.

Sasuke: Por la vestimenta que llevas, puedo deducir que tú...tú perteneces a la tribu de los Northuldrans...cierto?.

Dijo el joven poseedor del devastador elemento rayo con una gran seguridad en sus palabras al estar observando fijamente a los ojos a la pequeña fémina portadora de unos bellísimos orbes azules, monarca del reino de Arendelle qué actualmente se podía visualizar portando una nueva vestimenta de color negro debido a que sus prendas superiores habían sido destruidas con anterioridad en la batalla en contra de la reina de Fiore.

Iduna: Así es majestad, yo pertenecía a la gran tribu de los Northuldrans, pero eso fue hace muchísimo tiempo, antes de que yo...me enamorará de un joven príncipe llamado Agnarr de Arendelle.

Decía la hermosa pelicastaña con una notable nostalgia reflejada en su voz al decidir enfocar totalmente sus ojos azules sobre la flamante reina de las nieves, misma fémina de intenso cabello rubio que únicamente quedó sumergida en un absoluto silencio a causa de las palabras recibidas por parte de aquélla infante, tratándose de un hecho que también había dejado sumamente sorprendidos tanto al actual espíritu guardián del rayo como al príncipe de cabellera negra llamado Owen.

Iduna: La gran razón por la cuál Althohalla me eligió para cuidar a los niños, fue gracias a mi enorme lazo con todos los espíritus guardianes, pero en especial con uno de ellos...tú Elsa.

Fue lo último que exclamó la pequeña niña de intenso cabello castaño antes de que todo su cuerpo comenzará a ser envuelto por una brillante luz de color amarillo, misma luz repleta de cálides qué rápidamente invadió de una forma sumamente absoluta aquélla mediana habitación perteneciente al gran orfanato, tratándose de un hecho que inmediatamente lleno de una total expectación a todos los presentes en esa precisa zona de las instalaciones. 

Pero aún más a la líder de los espíritus guardianes llamada Elsa quién al parecer no podía apartar su hermosa mirada de aquélla jovencita qué en ese momento continuaba con su cuerpo cubierto de una brillante luz amarilla, misma infante de bellísimos ojos azules como el gélido mar del norte que a su vez había comenzado a cambiar poco a poco de forma mientras aquél pequeño príncipe de Arendelle se podía visualizar lleno de curiosidad.

Siendo un semblante que el inocente infante de intenso cabello negro e inigualables ojos azules se encontraba compartiendo con su amada progenitora. 

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