Gracias a la rápida atención del doctor Tomasson y sus colaboradores, lograron reanimar al pequeñito , el cuál , sufrió una fuerte recaída . En efecto , le había bajado repentinamente la glucosa , y esto , fue justamente lo que causó la recaída . Para aminorar los efectos de la baja de glucosa , el doctor Tomasson , le regaló al pequeño , una barrita de cereal con sabor a fresa. Por su parte , su madre casi se infarta ni bien contempló a Cachito , desplomarse duramente contra el piso . En principio, no reaccionaba, y Mr . Tomasson y sus colaboradores, no llegaban a escuchar con precisión, los latidos de su débil corazón.
Entretanto, el padre del niño,no encontraba posición alguna , y tenía los pelos de punta y el rostro blanco como un fantasma .
Iba y venía de un extremo al otro de la infinita sala, hasta que el médico y sus ayudantes, consiguieron finalmente reanimarlo.
Tras haber ingerido un poquitín de azúcar, el chiquillo, hizo un extraño ruido con el estómago , y , acto seguido , vomitó los despojos , de lo que a la legua , parecían ser los restos de una suprema de pollo con patatas fritas. “ ¿Ya lo ve , señora Astrom ? “ ...” he aquí ante sus ojos, la comida de un mes entero “ .
“ ¿ Comprende ahora mi preocupación sobre la salud física de su hijo ? “ _ interpeló el doctor Tomasson con un vozarrón áspero como la lija . “ Sí, comprendo “ _ respondió la señora Astrom, mientras una perlada y ácida lágrima de tristeza, besó sus mejillas .
Salieron del consultorio , casi tan rápido como entraron.
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