Súbitamente, los dos móviles chocaron entre sí. La jovencita había quedado en medio del siniestro. Acto seguido, Tootzy, se dirigió rumbo a su dueña, cuando sin previo aviso, estallaron ambos vehículos.
¡No! _ chillé con desesperación , con un resabio de dolor y de impotencia, y me arrojé sobre la niña, segundos antes de que los vehículos estallaran, acogiéndola contra mi pecho, mientras la gran humareda,comenzaba a disiparse. Ella parecía hallarse dormida, quizá lo estaba,consecuencia del shock emocional. Cuando inesperadamente, abrió sus ojos.
Me miró un instante, con una expresión extraña, luego se incorporó de un brinco y comenzó a preguntar por Tootzy.
_ ¿Y Tootzy ? ... ¿dónde está ? ¿ Acaso lo has visto ? _ murmuró la niña, clavándome fijamente sus dos oníricos océanos.
_ ¿ Te refieres al muñeco ? ...
_ ¿ Cuál ...? “
_ Estoy buscando a Tootzy, el gatito que traía conmigo.
Inesperadamente, se escapó.
_ ¿Acaso has visto hacia dónde ha ido?
_ Vi dirigirse al gatito rumbo a la calle principal.
_ “ A propósito, aún no me has dicho tu nombre “ _ murmuró la niña, como en un suspiro de luna.
_ Yo soy Deyanira Bellami.
_ ¿ Y tú ? ...
_ ¡Cachito! ¡Cachito Astrom!, pero llámame Cachito. Es más fácil de recordar.
_ Muchas gracias Cachito, me salvaste de morir en ese choque. "De corazón, gracias “ .
_ No es nada Dey, lo habría hecho por cualquiera en una situación así.
_ ¡Tienes un corazón enorme! _ suspiró la jovencita.
El niño se puso rojo como la pulpita de una sandía, y luego asintió con la cabeza.
_ ¿Y Tootzy? ...
_ Por poco lo olvido. ¡Vayamos a buscarlo de inmediato!
_ ¿Vienes conmigo ?...
_ Desde luego _ respondió el jovencito.