—¡Vete a la mierda!
—¡Ojalá nunca hubiera venido!
—p-por f-favor... N-no me d-dejes...
—quizás no era bueno juntarme contigo en primer lugar...
—¡Te extraño!... —hipidos.— ¡Y-ya n-no lo soporto!...
—¡Estúpidos!
—¡Idiotas!
Bueno... Tal vez esa no era su noche...
Pero bien, ¿Cómo acabaron así?, Muy simple. Todo se debe a un camarón.
Así es, un estúpido e insignificante camarón fue el causante de casi la tercera guerra mundial en cuestión de minutos.
Ahora sí, sin tanto rollo qué contar, empecemos con la estrepitosa velada de aquella noche :)
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Después de salir del hospital, todos los chicos se dirigieron hacia la casa, pero Yoongi llevó a su chico hacia la casa de éste para que así pudiera arreglarse para la cena que tendrían en menos de dos horas.
Jimin entró rápidamente a su apartamento, dejando pasar a Yoongi detrás suyo. Corrió hacia el baño y se dio una rápida ducha de unos cinco minutos.
El peligris merodeaba por el lugar, husmeando por todas partes, observando detalladamente las fotografías que se encontraba. Jimin era muy tierno cuando era un niño, claro que sigue viéndose lindo, pero antes tenía sus mejillas un poco más regordetas, junto con ese overol de mezclilla que aparecía continuamente en varias fotografías.
"Ha de gustarte mucho ese overol..."
Entonces cierto chico apareció, su cabello parecía estar un poco húmedo aún, pero ya estaba peinado, traía puesto una camisa blanca de manga larga y botones, con unos pantalones de vestir negros. Una colonia no tan fuerte como la suya traía puesta también. Se veía hermoso, y esos pantalones resaltaban en demasía su bien formado trase-
"¡Concéntrate Min!"
—¿M-me veo bien? —preguntó de una forma tímida.
—Jimin... Te ves fantástico... —aquello hizo ruborizar al menor, acercándose un poco al mayor para darle un leve golpecito en su hombro, sonriendo un poco.
—y-ya hay que irnos..
El peligris asintió y después tomó la mano del rubio para entonces poder salir de ahí.
Como Yoongi había tomado el auto de Jungkook—sin su permiso, pero eso daba igual—, le abrió la puerta del copiloto a Jimin, dejándolo entrar y luego él se dirigió hacia la puerta del conductor, subiéndose enseguida y arrancando, dirigiéndose al restaurante donde seguramente ya estaban todos los demás.
Al bajar, se adentraron los dos juntos, tomados de las manos. La recepcionista se acercó y entonces Yoongi tuvo que soltar la mano de Jimin para poder darle mejor las indicaciones a la muchacha.
—Buenas noches, ¿Tiene reservada alguna mesa? —habla en un tono seductor en el parecer de Jimin, pero se escuchaba bastante sutil para Yoongi. Aún así, el rubio de inmediato se acercó a ellos dos, mirando seriamente a la mujer, pero ella no dándole demasiada importancia.
—buenas noches, ehh... Sí... Está reservada con el nombre de Jeon Jungkook...
—oh, claro, por aquí... —le sonrió de una forma bastante coqueta al mayor, pero Yoongi no se daba cuenta de ello. Oh, pero Jimin ya hasta había planeado cómo sería su funeral, quizá asistiría, pero sólo para tomarse una foto sonriente junto a la lápida con el nombre de esa "zuripanta".— aquí es. —avisó sonriente la pelirrubia, tomando unos menús y aferrándolos a su cuerpo, resaltando más sus pechos ante aquél escote, haciendo una reverencia para que así llamase un poco la atención del peligris.
—muchas gracias. —le sonrió el piel pálida, mirando después a Jimin, tomándolo de la mejilla para acariciarla suavemente, luego posó su mano sobre la del menor, acariciando sus nudillos.
La cara de la chica era un poema, frunció un poco el ceño pero después volvió a sonreír forzadamente.
—que disfruten de su velada... —dijo en un tono bajo, retirándose de ahí.
—pff, está loca... —farfulló Jimin, haciendo reír al peligris a su lado— ¿De qué se ríe? —pregunta con el entrecejo fruncido.
—de nada... Hay que ir. —invitó con una sonrisa, dejando ver sus encías.
"¿Puede ser más lindo?"
El menor asintió, giró a ver la mesa en donde ya se encontraban todos, divisó a Taehyung con sus ojos y fue de inmediato con él.
Se encontraba con los brazos cruzados y haciendo un lindo puchero.
—¡Tae! —llamó el rubio, acercándose a su, ahora, mejor amigo.
—¡Chim! —entonces el estado del castaño pasó a ser de uno serio y molesto a uno alegre y feliz. Abrazó a Jimin e hizo que se sentará a su lado izquierdo que estaba desocupado, pues a su derecha estaba sentado Jungkook, apoyando su mentón en uno de sus puños con algo de fastidio.
—¡Tengo qué contarte algo! –dijeron los dos al mismo tiempo, rieron y se tomaron de las manos.
—empieza tú —permitió Jimin, sonriendo amplia mente. Yoongi segundos después se sentó a un lado de él, pero no le prestó mucha atención.
—bueno... —se relamió los labios y después frunció el ceño, encogiéndose de hombros— una zorra quiso acercarse a mi Kookie —dijo, formando un puchero.
—pero no le hice caso, amor —recordó frustrado Jungkook, pero sin elevar su tono de voz.
—igual es una ofrecida. —se cruzó de brazos y volvió a ver a su "BFF".
—me pasó algo similar... —se acercó al oído del castaño y susurró— La recepcionista de allá quiso insinuársele a mi Yoonie hyung...
—¡No me digas!, Ella es la misma zorra de la que te hablo... —rieron en lo bajo.
Jungkook gruñó y después su novio lo miró de reojo, no aguantando más y abrazándolo, dándole bastantes besos en sus mejillas, nariz y labios, provocando una sonrisa en éste.
Después de varios minutos queriendo decidir acerca de qué pedirían, llegó el mesero y ya todos hicieron sus pedidos.
Editado: 07.03.2021