Fudanshi ❈ Ym

Extra [M/Preg]

La mañana era silenciosa con un clima un poco helado. Pero igualmente se encontraba un joven caminando por la banqueta con sólo un no tan grueso suéter, congelándose y maldiciéndose por no haber tomado una prenda de ropa un poco más abrigada para que no tuviera que pasar frío.

De pronto el atrayente aroma de pan recién horneado llamó su atención, por lo que, siguiendo sus pasos, llegó a una panadería.

Ahí lo atendió una anciana que ya lo conocía por ir constantemente ahí. Le dio los buenos días y sonrió gentilmente. La calidez tomando posesión de su cuerpo por el horno que aún seguía encendido para hornear delicioso y exquisito pan.

— buenos días, ¿Podría darme lo de siempre?

La ancianita sonrió y dio un leve asentimiento antes de retirarse para poder empaquetar seis piezas de pan, dos bizcochos y cuatro roles de canela.

— aquí tiene. ¿Aún no sabe qué será?

El joven esbozó una sonrisa, dejando ver sus encías. Tomó lo que había pedido y dio una pequeña reverencia.

— le diré en cuanto lo sepa.

Y con eso, salió de la panadería.

Estaba un poco confundido todavía, ni siquiera sabía si estar feliz o angustiado cuando se enteró que su esposo estaba embarazado.

Era extraño, porque nunca se lo había imaginado. Ama a los niños, pero quizás no quería tener uno. Igualmente ya no podía decir que no porque su amado esposo en verdad ansiaba tener un pequeño corriendo por toda la casa, vestirle como marinero y molestarle cuando traiga una novia o un novio.

No estaba totalmente convencido de ello, pero estaba bien, porque es el deseo de su amado. Su esposo. De su Mochi. Y así tendrá que aceptarlo aunque no esté muy cómodo con ello.


 

≈★≈


 

Ya al llegar a casa, quitó sus zapatos y los dejó en la entrada, fue a la isla de la cocina para dejar el pan ahí y ya después decidió subir las escaleras para llegar a su habitación. Al ingresar dentro, le sorprendió encontrar a su esposo llorando sentado en la orilla de la cama, con sus manos ocultando su rostro. Eso le rompió el corazón a Yoongi.

— mi amor, ¿Qué pasa? ¿Qué ocurre?

De inmediato se acercó hacia él para estrecharlo entre sus brazos y acariciar su espalda y cabello.

El menor alzó su rostro nada más y nada menos para dejar al descubierto que no estaba llorando por tristeza, sino de felicidad. Se abalanzó a los brazos de Yoongi para chillar eufórico y reír mientras se mecía de lado a lado.

 ¡Será niña, Yoongi hyung!~

Los ojos de Yoongi se expandieron hasta un punto anatómicamente imposible en él. Sus manos descendieron a la cintura de su pequeño y sacó una risa irónica.

Será papá... Y de una niña.

"¡¿Cómo se trenza el cabello?!"

Jimin al no recibir alguna otra respuesta por parte de su marido, decidió apartarse un poco para poder verlo a los ojos y sonreír, provocando que sus ojos se perdieran en dos líneas adorables.

— ¿No está feliz, hyung?

Yoongi, sabiendo que no podía verle del todo, sonrió apenado y encogiéndose de hombros, volvió a acercar el cuerpo de su Minnie y posó su cabeza encima de la cabellera pelirrosada con matices rubios ya por el desgaste.

— si tú eres feliz, entonces yo seré el hombre más contento del mundo, cariño. —susurró con calma, haciendo chillar nuevamente a su pequeño.— ¿Qué nombre le pondrás?

Inquirió una vez pasaron un par de minutos en un cómodo silencio y abrazados.

— mhhhh... Había pensado en llamarle YeJi...

El mayor sonrió concordando con que ese nombre era muy lindo.

— es perfecto.~

Y ya por último aprovechó para besar los dulces y esponjosos labios de Jimin.

De pronto el menor se levantó de la cama, con la camisa que traía puesta bajando hasta sus muslos mientras meneaba descaradamente sus caderas hacia la cocina. Yoongi mordió su labio inferior al recorrer con la mirada las piernas bien definidas de su esposo.

— ¿Trajiste pan? —interrogó emocionado una vez ya estando en la cocina, abriendo la bolsa donde venían los empaques de lo que sabe le encantan.

— claro, precioso~ —canturreó Yoongi cerca del oído contrario, abrazando al menor por la espalda y dejando besos por su cuello y hombros, sacándole pequeñas risitas que eran una total melodía para el mayor.

— ¿Y con lentes de sol? Amor, está nublado~

Yoongi detuvo sus besos para sólo posar su barbilla en el hombro de Jimin, donde obtuvo un estremecimiento de su parte al ser tan delicado. Yoongi sonrió.

— ya sabes porqué lo hago, pequeño. Si me reconocen, quizás ya no pueda salir a la calle tranquilo sin traer algún guardaespaldas tras de mí.

Ser famoso puede llegar a ser agotador.

— de acuerdo~ ¡Oh! ¡Roles de canela! —chilló, tomando la pieza de pan para meterlo de inmediato a su linda boquita.

Y Yoongi sonrió nuevamente complacido de ver a su pequeño tan feliz. Porque él es feliz si Jimin es feliz.

 

 

≈★≈


 

Los meses pasaban y la barriguita de Jimin aumentaba en tamaño. Sus ojos brillaban de ilusión y esperanza cada vez que acariciaba su abdomen abultado y recibía pequeñas pataditas de su niñita.

Y a pesar de ver todo el entusiasmo que derrochaba Jimin al caminar con orgullo en la casa por llevar una vida dentro de él, Yoongi parecía estar un tanto perdido.

Nunca le dijo a Jimin que él simplemente no se imaginaba el ser padre algún día. Le daba terror y un tanto de desagrado tener que cambiar pañales. No quería, pero obviamente no se lo diría a su esposo.

Menos cuando ya está en su octavo mes de gestación.

— ¿Por qué nunca se lo dijiste?

Así que tuvo que recurrir a la persona más sabia que conoce: Namjoon.



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En el texto hay: kookv, yoonmin, namjin

Editado: 07.03.2021

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