Alessandro
Al fin el avión había aterrizado, más de 10 horas de viaje cansan. Veo que mi padre sigue en los brazos de Morfeo.
-Hey papá- le zarandeó para que se despierte-ya hemos llegado.
-Por fin.-dice estirándose-¿Nos vamos yendo?
-aja.
Después de recoger las maletas, nos dirigimos la salida donde estaban Enrique con el tío y la tía. Estaba tan feliz de volver, no me importaba dejar toda mi vida en Estados unidos y venir a España, porque ya no tenía sentido estar allí, papa se había retirado y yo apenas tenia amigos, así que no renunciaba a nada. Aunque lo mejor de volver era la familia.
-Pero bueno, qué grande estás Alessandro-me dijo la tía Laura
-Pero si eres tu chavalín, no te había reconocido-el tío Juan siempre exagera.
Y allí estaba lo mejor de Españita. Enrique, Primo, Hermano. Y mejor amigo.
-Te echaba de menos rubio
-Y yo a ti jirafa- como no Enrique metiéndose siempre con mi altura. Le di tal abrazo que dejo de respirar, nos habíamos visto en verano pero parecía que había pasado años.
-Vamos qué nos están esperando todos en casa de la Abu.
Posiblemente de entre todas las casas en las que he vivido, la casa de la Yaya era lo mejor. Es la típica casita andaluza de dos plantas, azotea y patio. Con su gotéele y sus azulejos tan raros, no sé cuántas veces habíamos intentado cambiarlos por parqué, pero la Yaya siempre nos dice que eso forma parte del encanto de la casa, y aunque nunca lo admitiría delante suya ,yo también pienso lo mismo.
-Yaya de verdad, no se como he podido aguantar tanto sin comer tus croquetas- hablo con la boca llena, no me importaba, me sentía muy bien.
-Ahora que ya estáis aquí, nada de comida de la calle. Eso es malo!!-la verdad es que por mi fenomenal, Qué hay mejor que la comida de tu abuela! Nada.
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Primer día y no encuentro mi clase. Y mira que el instituto no es tan grande, pero las clases tienen un orden bastante raro.
¿Por que hay una chica de parada delante de la puerta sin moverse? Me acerque, llevaba una coleta alta y rizada, un jersey de punto blanco, unos vaqueros y botines negros que le hacían más alta de lo que parece ser.
-Oye vas a entrar o…- le pregunto, por qué quien sabe a lo mejor le han sacado de clase
-Y tu eres...?-me pregunta girándose. Es preciosa. Como una especie de diosa griega morena, su facciones son delicadas y con fiereza al mismo tiempo, ojos negros y almendrados, labios que estaban rojos e hinchados por el frio, nariz pequeña y respingada. Se veía que era bajita pero no pequeña
-Soy Alessandro, soy nuevo- agarró el pomo de la puerta-Y al parecer esta es mi nueva clase-señaló la puerta-¿Ibas a entrar?
-Si, pero se supone que la clase ya ha empezado y me estaba mentalizando para la bronca que me va a caer- suelta una risita- Aunque creo que gracias a ti no me va ha prestar tanta atención el profe. Le encanta los alumnos nuevos.- Se encoge de hombros.
Giró el pomo y me giró hacia ella- Las damas primero.- Le dije esto pensando que se oía bien, peeeeero, me salió el tiro por la culata.
-No.- Se río en mi cara- Anda tira pa' alante
Me rio. Esto en Las vegas no me pasaba.
Y la chica tenía razón el profesor apenas le presto atención por que me estaba sometiendo a un tercer grado. Me alegra haber mantenido un perfil bajo en lo que respecta la vida publica de mi padre, nadie me reconoció y eso fue un alivio.
- Tengo una idea- la chica de la puerta resopla.
¿Os he dicho que esta detrás mía?, lo qué me gusta porque parece muy agradable.
-Vais a hacer una investigación, quiero grupos de cuatro y si no os ponéis de acuerdo yo haré los grupos-avisa- El trabajo consta de los choques culturales, la mayoría habéis vivido fuera, viajado, o vuestros padres o abuelos han emigrado. Id haciendo los grupos, os pasaré las pautas al correo. ¿Alguien ya tiene su grupo?
--Ricci, Mai y yo -dice. Un momento no se como se llama, aunque supongo que la chica de su lado es Mai.
-Os falta uno- me mira- Alessandro ponte con ellos seguro que os llevaréis muy bien-Pues ni tan mal. A lo mejor hacía amigos antes de lo que pensaba.
Una vez que los grupos ya estaban empezamos a mover las mesas, allí aproveche y le pregunté
-Sabes, aun no se como te llamas-le digo-sin embargo tu si sabes el mío.
-Me llamo Sirin. ¿Empezamos?
-Vale
El profesor empieza a repartir ordenadores, cuando el profesor me da el ordenador este tenia contraseña.
-¿Cual es la contraseña?- pregunto a las chicas
-Contraseña-me dijo Mai
-En serio- no se porque me hacía gracia- un poco obvio no crees.
-La obviedad abunda aquí, pero otra cosa es darte cuenta de ella- me dijo Sirin encogiéndose los hombros.
Empezamos en preparar el trabajo pero no podíamos hacer mucho ya que faltaba el tal Ricci Quedamos en vernos cuando él se recuperara y así poder avanzar con el proyecto.
Suena el timbre, así que me fui a pedir ayuda porque no tenía ni idea de donde estaba la siguiente clase, vi a Sirin parada en el pasillo, justo cuando iba a preguntarle apareció un chico y éste la levantó del suelo de un abrazo ¿Se estaban besando? Creo que mejor le pregunto a otra persona.
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Editado: 02.03.2021