Me encuentro en el club nocturno casi que estaba oscuro ya que el sol no había salido aún. Le pago al taxista y me bajo para dirigirme hacia atrás en donde se encuentran los autos de los empleados.
Encuentro el mío con la mirada, comienzo a caminar hacia este.
Abro la puerta y me siento adentro cerrando la puerta. Enciendo el auto colocándome el cinturón de seguridad para empezar a conducir.
En todo el camino me la pasaba pensando en sus besos, sus caricias, y la manera en que se movía adentro de mi haciéndome suspirar.
Llego finalmente a la casa de mis padres y estaciono el auto. Me bajo, tomando las llaves y pongo seguro al carro.
Voy hacia la entrada y abro la puerta con mi llave. Entro a la casa pequeña y encuentro a mi madre cocinando. Rápidamente me ve y se enoja.
—¿Dónde estuviste? — pregunta con seriedad volteándose hacia a mi
—Estuve trabajando horas extras — miento
—He llamado al trabajo y me han dicho que te fuiste con tu primo — levanta un poco la voz al decir “primo” —Tus dos primos hace muchos años se mudaron de este país — comenta —Asi que dime la verdad
Suspiro inventándome una mentira pues no sería lindo de mi parte decir, “¡hey! me estuve acostando con un desconocido casi toda la noche”.
—Bien, pues había un amigo que estaba muy ebrio en el bar y me decidí a ayudarlo ya que no podía caminar muy bien. Lo lleve a su casa y me quedé allí por si necesitaba ayuda — dije con seriedad
—¿Estás segura que no hicieron nada? — pregunta alzando una ceja
—Nada, tranquila — coloqué una de mis manos en su hombro
Ella suspira y me abraza.
—No vuelvas a desaparecer así sin llamar antes, tu padre y yo estuvimos muy preocupados — menciona al separarnos
Y podía comprobar que era verdad lo que ella estaba diciendo ya que tenía círculos debajo de sus ojos que eran por culpa de no haber dormido la noche anterior.
Le sonrío asintiendo con mi cabeza y dejo un beso en su mejilla para dirigirme hacia mi habitación. Era sábado en la mañana, lo que significaba que hoy no había clases en la universidad y podía relajarme.
Me cambié de la ropa de mi trabajo hacia una más cómoda y casual para disponerme a dormir en la cama.
***
Escucho como tocan mi puerta varías veces haciendo que abra mis ojos.
—¡¿Quién es?! — pregunto alzando mi voz
—Es Amanda, mamá quiere que bajes para que comas — me dice del otro lado
Oh Amanda... gracias por interrumpir mis hermosos sueños.
—Dile que ya voy. ¿Qué hora es? — pregunto sentándome en la cama para apartar las sábanas y ponerme de pie colocándome las chancletas
—Es ya la tarde — contesta por último
Abro la puerta saliendo de mi habitación y camino hacia la cocina detrás de mi hermana mayor.
En la mesa se encuentra mi padre y mi madre sentados con la comida sentada en la mesa.
Tomo asiento junto a Amanda para comenzar a comer calladamente.
—Camila, tu mamá me dijo en donde estabas ayer. ¿Todo bien? — pregunta la voz seria de mi padre
—Si — simplemente contesto al haber terminado de tragar
—¿En dónde estabas Camila? — pregunta mi hermana con interés
—Como le había dicho a mamá, un amigo estaba ebrio y decidí ayudarlo, llevarlo a su casa y quedarme con él por si pasaba algo pero mayormente me quedé viendo televisión y durmiendo un poco en el sofá — aclaro para que mi padre no se le hagan malas ideas que si habían sucedido en la noche
—Bueno — contesta volviendo a su comida
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¡Hola! Otro capítulo más de esta historia, espero que les esté gustando. Los quiero.