Llego al club y entro por la puerta del personal autorizado. Abro esta con mi llave y me voy a los baños para cambiarme la ropa.
Una de las strippers se acerca a mi o más bien Emma.
—¡Hola Camila! — me abraza por detrás y se aleja
—Hola Emma, ¿Cómo estás? — pregunto con una sonrisa
—Estoy muy bien, ¿y tú? — responde
—Bien también — respondo
—¿Hoy te quedarás hasta las tres?— pregunta mirándose en el espejo para aplicarse máscara en sus pestañas
—Si, sabes que siempre lo hago cuando es viernes — bufo para encerrarme en un baño y comenzar a cambiarme —¿Y tú madre como anda? — pregunto
—Sigue igual pero no puedo hacer nada, solo esperar — su voz se escucha melancólica y me siento mal por ella
Su madre estaba en un hospital ya que había sufrido de un trauma severo y no hablaba ni hacía nada, solo se quedaba sentada en su asiento y esperar que los días le pasen.
—Veras que un día todo volverá a la normalidad — digo como consuelo
—Sé que no pero gracias por eso — dice
Termino de cambiarme y salgo del baño para guardar mi ropa en mi mochila.
—Suerte y nos vemos cuando tu show se termine — le deseo saliendo para ir a mi casillero y guardar mis cosas ahí
Salgo para entrar a mi área de trabajo y camino hacia a Steven.
—Buenas noches Steven — saludo con educación
—Buenas a ti también Camila, aquí están las bebidas. Los martinis son para la mesa tres, las cervezas para la mesa uno y las margaritas para la mesa dos — asiento tomando la bandeja y voy caminando para cada mesa entregando las bebidas y cobrando por estas
***
La "noche" había terminado para mi por lo tanto iba hacia la casa en donde realmente no quería estar después de todo lo que estaba sucediendo.
Entro a la casa siendo silenciosa y entro a la cocina para servirme un vaso de agua cuando veo alguien viniendo hacia la cocina.
Mi corazón comienza a latir con rapidez al verlo a él caminando. Nuestras miradas se chocan y yo trago de mi agua para apartarme con planes de irme cuando el toma mi mano con delicadeza.
—¿Estabas trabajando? — pregunta mirándome
—Eso a ti no te tiene que importar. Además, ¿si sabes la respuesta a la pregunta para que preguntas? — contesto
Él asiente levemente y me suelta suspirando.
—Mira... quisiera hablar contigo — me dice
—Yo no creo que hay que hablar de nada — intento evitar su mirada
—¿Por qué? — pregunta
—Porque lo que pasó aquella noche fue un error y jamás debió de suceder. Pude haber perdido mi empleo y ahora que estás con mi hermana, es mejor ignorar todo y hacer como si nada hubiese ocurrido — comento fríamente
—Entonces si fue un error y algo que no debió de suceder, dime... ¿por qué después de dos años no he sido capaz de olvidar tu cuerpo y esa noche? — confiesa apegándose a mi volviéndome nerviosa
Mis ojos se pierden en su mirada.
—Dime Camila, ¿Acaso no te gustó tanto como a mi? — comienza acariciar mi rostro con suavidad mientras que no deja de mirarme
Comienza acariciar sus labios con los míos pero comienzo hablar.
—Tu... te vas a casar con mi hermana — susurro y lo alejo de mi —Es mejor hacer como si nada jamás hubiese pasado y ya está — me alejo de él tragando en seco nerviosamente
Lo de ignorar y olvidar todo eso que sucedió no era lo que yo quería. En tal caso, yo deseaba repetir aquella noche una y otra vez pero ahora más que nunca estaba casi segura de que no ocurriría.
—¿Eso es lo que quieres? — pregunta con seriedad
Asiento lentamente.
—Bien, entonces juguemos a ese juego. Me casaré con tu hermana y tu y yo jamás nos acostamos — dice y se voltea para ir al refrigerador
Voy hacia mi habitación y dejo salir un suspiro acostándome en la cama.
¿Por qué siempre las cosas que deseamos no son las mejores cosas para nosotros y están fuera de nuestros alcances?
¿Por qué la vida no me puede dar una réplica de Maximiliano y ya está?
Me levanto y me cambio la ropa por una de pijama.
Me acuesto y me dispongo a dormir.
***
La puerta de la habitación se abre revelando la figura de un hombre.