Fuera de tu Alcance

Capítulo 10: Al Borde del Abismo

Atención: En este capítulo habrá contenido explícito. Has sido avisado

Mientras que comía del desayuno, sentía su mirada sobre mi haciendo que nuestros ojos se encontraran de vez en cuando.

—¿Podrías dejarme comer en paz? — pregunto un poco incómoda

—Yo no te estoy deteniendo— murmura encogiéndose de hombros como si nada

—Tu mirada no me deja comer — confieso sacándole una pequeña carcajada

—Bueno, es tu culpa que no pueda quitarte los ojos de encima — se excusa volviendo a comer

Suspiro un poco nerviosa y sigo comiendo tratando de ignorarlo.

—¿Por qué el otro día propusiste la idea de irme a California contigo y mi hermana? — interrumpo el silencio que nos consumía hace unos segundos atrás

—Te ves como una chica agradable y honestamente no estaría nada mal tenerte en mi casa — me sonríe con una mirada pícara

Niego al instante descartando la idea de mi mente.

—Tendría que rechazar la oportunidad, no quiero nada que ver contigo después de todo lo que sucedió. No quiero lastimar a mi hermana — miro hacia abajo mintiéndome a mi misma

Claro, no quería lastimar Amando pero si que quería a Maximiliano.

—Sería una estúpida decisión de tu parte el rechazar mi oferta. Más que nada es tu futuro del cual estamos hablando aquí — se acomoda en el asiento acabando de comer

Tiene razón Camila, mas que nada es mi futuro el que importa. Ir a California estaría perfecto y me traería muchos beneficios y trabajo.

—Tienes razón — admití también acabando de comer colocando el tenedor a un lado mirándolo a los ojos

—¿Por qué tienes que ser la hermana de mi prometida? — pregunta de la nada

—Eso mismo me pregunto yo — dejo salir un suspiro sin quitarle la mirada

—Sé que acordamos de que nada se supone que pasará entre nosotros pero simplemente no puedo ignorar mis deseos hacia ti. Sé que está mal desearte pero desde aquel día no he hecho más que solo pensar en ti — se pone de pie y recoge nuestros platos para ponerlos en el fregadero

—Si quieres puedo lavar los trastes — ofrezco poniéndome de pie

Era lo justo después de que él había cocinado para ambos.

—Bien — simplemente contesta y va al refrigerador

Me acerco al fregadero y tomando una esponja con jabón, comienzo a lavar los trastes con ayuda del agua que salía del fregadero.

Estaba por terminar cuando siento unas manos sobre mi cintura y unos labios rozando mi oído sacándome un pequeño suspiro.

—Maximiliano... — murmuro queriéndole alejar de mi al moverme un poco hacia atrás pero lo único que hago es sentir su miembro contra mi trasero haciéndolo gemir levemente

—No sabes cuanto te deseo Camila — muerde el lóbulo de mi oreja haciéndome cerrar mis ojos

Joder, a la mierda, no me importa nada. Me volteo y lo tomo de la nuca para unir mis labios con los de él. Siento sus brazos alrededor de mi y sus manos en mi espalda baja mientras que nos besamos apasionadamente de una manera sensual y lenta.

Posa sus manos en mis nalgas apretándolas levemente haciéndome dar un pequeño brinco.

Sin separar nuestros labios, él me alza haciéndome enrollar mis piernas alrededor de su cintura y pone sobre la mesa acostándome en esta y inclinándose él sobre mi sin aplastarme.

Sus labios bajas de los míos hacia mi cuello lamiendo, mordiendo y succionando mi piel haciéndome gemir.

Siento una de sus manos sobre mi entrepierna entrando por mis bragas acariciando esa área tan sensitiva con uno de sus dedos.

—Mmm... — trataba de no gemir tan alto al sentir como movía su dedo en pequeños círculos sobre mi clitoris

—¿Te gusta eso? — pregunta con voz ronca haciéndome asentir con mi cabeza de inmediato —¿Si o no?

—¡Si! — alzo mi voz un poco abriendo mis ojos cuando siento que su dedo ha dejado mi entrepierna

Observo lo que hace y procede a quitarme mi pequeño pantalón junto con mis bragas dejando mi sexo a su merced.

—Que ganas de tomarte aquí mismo tengo — comenta visiblemente excitado

—¿Y entonces por qué no lo haces? — pregunto con una sonrisa traviesa

—Porque quisiera hacerlo más de unos minutos contigo — me guiña el ojo y se inclina sobre mi para darme un corto beso en los labios para ir bajando estos hasta mi coño

Me mira a los ojos y procede a lamer mi entrepierna despacio haciéndome estirar mi cabeza hacia atrás.

Lo veo sonreír y cierra sus labios alrededor de mi clitoris comenzando a succionar mientras que con dos de sus dedos comienza a jugar con mi entrada.

—No pares Max — comentó disfrutando de todo lo que me hacia

Él no contesta y comienza a succionar más rápido entrando ambos dedos adentro de mi mojada entrada moviéndolos hacia atrás y hacia adentro con fuerza y velocidad.

Gimiendo en alto, mi respiración se volvió agitada sintiendo como pronto me correría por su jodida culpa.

—Dios, me voy a correr Max — grito al borde del abismo sintiendo como mi cuerpo se mueve levemente soltando mis fluidos

Maximiliano saca sus dedos de mi interior y los succiona disfrutando de mi sabor al cerrar sus ojos complacidos para inclinarse y asegurarse de limpiarme con su lengua.

—Si tu supieras lo buena que sabes Camila — menciona con voz ronca 

 

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Espero que les haya gustado el capítulo de hoy. Les ofrezco una disculpa por tardarme mucho.

No tengo mucha experiencia escribiendo este tipo de cosas pero espero que vaya aprendiendo y todo eso.

¡Los Quiero!

Gracias por todo su apoyo en la historia



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En el texto hay: pasion, prohibido, amor

Editado: 04.03.2019

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