Fuimos Canciones 1

Capítulo 5

Alex

Cuando iba directo a estrellar mi puño en su cara, note como la chica detrás de mí se inclinaba para ver quién era, así que baje la visera y me gire porque casi cae de cara al piso, estaba demasiado mareada ya.

Me cercioro de que Iván se hubiera alejado y mire al chico que tenía al frente haciendo un movimiento para que me siguiera. Lleve a la niña del brazo hasta donde habían dejado su auto y las dejamos a ambas recostadas al auto mientras arrastraba a Josuan a un lado.

—Llévate a su amiga en el auto, yo me encargo de la niñata.

—¿Seguro? Porque Tiana estaba buscándote —dijo con una mirada pícara —. No tengo problema con llevarme a las dos hasta sus casas, tú puedes ir a disfrutar, te lo mereces y te has pasado la noche observándola.

—No me estás entiendo y te lo voy a repetir —exclamé mirándole demasiado serio—, solo te vas a llevar a la amiga, te prohíbo dejar que Amara se vaya en ese auto y a Tania que le den por culo hoy.

Me alejé de nuevo hasta donde habíamos dejado a las compañeras. Vi como Josuan montaba a la otra chica en el asiento del copiloto y él se colocaba en el lado del chófer.

—Tú —dijo mirándola—. Te vienes conmigo.

—¿Perdón? —respondió poniendo sus brazos en la cintura—. ¿Qué te hace pensar que porque me señalarás iba a ser como marcar una vaca y luego sería tuya o me montaría a esa cosa contigo?

—No es una cosa, es una moto o acaso tu cerebro alcoholizado no te da para diferenciar Amara.

—¿Cómo sabes mi nombre?

—Lo sé todo cariño —dije en respuesta—. Ahora vamos, voy a dejarte en tu casa.

—¿Sabes dónde vivo? —la volví a mirar como si ya no le hubiera respondido antes—. Oh claro" lo sabes todo"—respondió haciendo comillas con sus dedos.

—Sube —dije después de colocarme en la moto.

Su amiga le gritó que no hiciera estupideces y ella dijo que ese era su segundo nombre, haciendo que las dos empezaran a reír descontroladamente.

—No tengo toda la noche, pueden dejar de reírse como focas y tú —dije señalando a lo que ella se apuntaba con su dedo índice—, acaba de subir a la moto.

—Verás no hace falta que me lleves, yo me puedo ir en el auto —cuando iba a empezar a caminar en dirección al auto, mire a Josuan y fue suficiente para que saliera disparado de ahí, a lo que ella quedó con la boca abierta.

—Sube Amara —repetí y no le quedó de otra que esta vez montarse.

Arranque la moto y tome la carretera en dirección a su casa, estábamos lejos de ella. Por lo que el viaje fue un poco largo pero soportable. De repente sentí como comenzó a posar sus manos en mí tocando descaradamente.

No supe que fue lo que mi cuerpo empezó a sentir cuando coló sus manos por debajo de mi camiseta y seguía tocando mi abdomen, subió sus delicadas manos hasta mi pecho, esto se sentía demasiado bien, sentí como algo en mí despertaba con solo ella pasar sus manos por mi abdomen y acelere de golpe necesitaba más aire, pero solo logré que se agarrara con más fuerza a mí haciendo que clavara sus uñas en mi pecho.

—¿Qué crees que hace? —pregunté después de bajar la velocidad, sentí mi voz más gruesa.

—Nada, solo exploraba lo que tengo a mano —dijo y sentí como alejaba sus manos de mí.

—¿Qué crees que haces ahora? —dije levantando con una mano mi camiseta—. No me sueltes Mara —sus manos se sentían tan bien, el calor que pasaban a mi cuerpo.

Esto no podía sentirse tan bien, me dolía cierta parte que estaba despertando con solo un roce por culpa de la niñata. Luego de 20 min más de viaje llegamos a su casa.

Estacione la moto y se bajó devolviéndome el casco. Y se quedó mirándome, así que baje también de mi moto y me coloque frente a ella. Miró de arriba abajo como si buscará algo.

—¿No piensas quitarte el casco en algún momento? —preguntó.

—No —respondí lo más de simple—. Pienso dormir con el puesto hoy —la vi sonreír.

Se acercó a mí y volvió a colocar sus brazos en mi cuerpo haciendo con una corriente recorriera todas mis extremidades.

—¿Quién eres? —dijo de pronto—. Quiero saber quién es el chico que causó que todos los hombres hoy me ignoraran.

—¿Debo disculparme por hacer que te ignoraran? —aproveche para cambiar el tema de quién era yo.

—¿Quién está detrás de este casco? — no iba a para hasta que le diera lo que quería y no pensaba revelar quién era, así que trate de persuadirla.

Pose mi mirada en sus labios, pero ella no lo supo hasta que lleve una mano a ellos y los acaricie con un dedo, eran suaves y se veían deliciosos. Sentí como su cuerpo empezó a reaccionar a mi tacto y sus ojos fueron lujuria pura.

Hasta que una luz nos interrumpió y era solo el carro de su amiga. Cuando me percaté que Josuan entretenía a la chica para que yo pudiera terminar volví a posar mis ojos en Mara.

—¿Que tan borracha estás Mara? —sabía el riesgo que estaba corriendo.

—Bastante, al punto en que dudo que mañana recuerde mucho —fue suficiente para mí esa respuesta, para acercarme a su oído y confesar lo siguiente.

—Soy el Jardinero —dije en un susurro.

Me alejé cuando vi a su amiga llegar a ella y a Josuan colocarse detrás de mí y me largué de ahí, no sin darme cuenta de la cara que le había quedado, puede ver cómo su cerebro trabajaba a toda máquina para deducir quién era.

Dejé a mi amigo en su casa y me fui a un bar, no sin antes llamar a Tiana y decirle dónde debía esperarme, necesitaba descargar la tensión que me había dejado en el cuerpo cierta niñata.
 




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