Fuimos Canciones 1

Capítulo 10


Cuando desperté lo primero que capte fue la posición en la que estábamos durmiendo. No sabía cómo explicar en qué momento terminamos abrazados y unas de mis manos posada en su mejilla.

De mí solo pudo salir una reacción y ni siquiera lo pensé, solo actué. Así que aprovechando el lugar donde se encontraba mi mano, lo siguiente que hice fue propinarle un golpe para que tomara distancia.

Termino tomando tanta distancia al punto de terminar en el suelo del susto. Ver su cuerpo rodar por la cama fue una reacción que no esperaba, así que puse mi mejor cara.

—Bonita mañana, ¿no crees? —dije levantando la cabeza para apoyarla en una de mis manos.

—¿Ahora también eres agresiva? —pregunto mirándome desde el suelo.

—No, pero es que me asustaste —me incorpore en la cama— no estoy acostumbrada a despertar y ver una cara tan fea de cerca —aguante las ganas de reír que me estaba provocando su expresión facial— Espero y me entiendas.

—Solo como duda ¿También te crees graciosas? —asentí como respuesta.

El resto de la mañana fue simple, recogimos, entregamos la llave de la habitación y seguimos nuestro camino en carretera. El viaje fue rápido y en una hora nos encontramos en nuestro destino.

La casa por fuera era preciosa y de dos pisos, al bajar del coche vi a mis padres salir a recibirme y fui hacia ellos a darles un poco de amor.

Mi madre me preguntó que tal había ido todo y como habíamos pasado la noche, omití ciertos detalles y con ciertos ya sabéis a lo que me refiero. Me dijo que había preparado un delicioso desayuno para nuestra llegada y fue el segundo mejor momento del día.

Luego de desayunar todos juntos y hablar de cosas triviales me enseñaron mi habitación que se encontraba en el segundo piso, era grande y con baño privado, por lo que era perfecta, pero lo que la hacía tan perfecta era el hermoso ventanal con vistas al mar, desde aquí podría apreciarlo en toda su inmensidad.

El resto del día transcurrió bastante tranquilo y en la tarde decidí bajar a la playa. Busque un lugar con sombra debajo de una sombrilla y me dediqué apreciar la vista.

Alicante y su playa eran un lugar hermoso, por lo que luego de pasar un rato sentada en la arena decidí dar un paseo por la orilla. Mientras recorría la playa veía a las personas pasear con sus perros o niños, otros tomaban el sol o se relajaban con sus bebidas. Iba tan distraída que me di de frente contra una chica que iba leyendo.

Recogí el libro que se había caído y leí la portada ¨ Bajo la misma estrella de John Green.

—Disculpa —dije y le tendí el libro que tenía en la mano— Buen libro, es de mis favoritos.

—Venía distraída, lo siento, también es mi libro favorito —dijo mientras recogía el libro que le tendía.

—Soy Mara — saludé en modo de presentación.

—Mucho gusto, Holly —se presentó— ¿Te gustan los libros?

—La verdad si me gustan, aunque no soy de leer mucho —trate de explicarme.

Nos acomodamos en una sombrilla y seguimos conversando un buen rato. La chica era de Madrid y estaba estudiando en la universidad de Alicante.

—Mi pequeña come libro, ha hecho una amiga —dijo un chico que se acercaba con dos piñas coladas.

—Xander, ella es Mara, Mara, él es Xander—nos presentó.

—Su novio solo que todavía ella no lo sabe —susurro y no pude evitar reír al ver la cara de Holly.

Eran unos chicos increíbles. La tarde fue tranquila, había pasado un buen rato con mis nuevos amigos. Pero no todo puede ser perfecto y cuando iba camino a la casa me encontré al indeseable.

—Hola niñata —lo ignore y seguí mi camino— ¿Dónde pasaste la tarde? Déjame reformular la pregunta ¿A dónde fuiste a soltar todo ese veneno que tienes? —decidí ignorarlo, así que sin girarme le mostré el dedo del medio— Bonito dedo.

—Lo sé.

Lo escuché reír por lo bajo y seguí mi camino, pero me detuve y volví a mirar como iba hacia al muelle. Era refrescante para la vista, eso no lo iba a negar, pero era bastante imbécil y eso tampoco se puede negar, así que de un momento a otro me encontraba siguiéndolo. Mientras me acercaba lo vi montar en una moto de agua.

— ¿Ahora también te dedicas a seguir a las personas? Vaya pija estas tu hecha.

—No soy pija imbécil —dije maldiciendo por dentro por dejarme llevar por mis instintos y haberlo seguido.

—¿Quieres dar una vuelta? —pregunto.

—Tendría que estar loca para acceder a montarme contigo ahí —dije dando la vuelta para dirigirme a la casa.

Entre a la casa y no vi a nadie. Subí a mi habitación a revisar mi móvil y tenía un mensaje de mi padre.

“Nuevo mensaje”

Papá: Cariño salimos a divertirnos un rato, no regresaremos esta noche, nos vemos mañana te amo.

Me: Diviértanse también te amo.

Pase la siguiente media hora viendo reel en Instagram hasta que se volvió a pasar una maravillosa idea por mi cabeza y puse en el buscador el nombre del señorito y bingo encontré su cuenta. Stalkee con gusto, tenía varias fotos mostrando ese cuerpo de pecado y cuando quise darme cuenta estaba pasando delicadamente mi dedo por su cuerpo hasta que paso lo que no tenía que pasar.

Le había dado me gusta por accidente y entre los nervios solo pude lanzar el teléfono, lo vi volar por los aires en cámara lenta.

—Mierda, mierda, mierda ¿Dónde cayó?  

Encontré el móvil en el piso al lado de una de las patas de la cama y rápidamente quite el like. Había estado rápida, así que esperaba que ni siquiera se diera cuenta. Necesitaba una ducha y relajarme, así que entre al baño, había sido demasiada adrenalina por un día.

En la noche bajé a la cocina para intentar hacerme la cena. Mientras bajaba las escaleras me tope con Alex que iba llegando. Pase por su lado sin mirarlo hasta que hablo.

—Gracias por el like —me detuve de forma inmediata al escucharlo.

—Put* Instagram — susurré y seguí mi camino a la cocina.

Una vez estuve en la cocina, fui a la nevera en busca de algo que pudiera preparar para cenar.




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