Entre al gran salón, mis tacones resonaban con cada paso que daba. La prenda que llevaba era de un color rojo vino que resaltaba mi piel. Un vestido largo, con una elegante apertura en la pierna derecha que mostraba sutilmente mi figura. Los tirantes realzan mis hombros y el cuello en forma de uve acentúa mi escote de manera sutil pero llamativa. La espalda del vestido adornada con tiras que se entrelazan, añadiendo un toque de sensualidad a mi look. Me acomodé en mi mesa con mis padres a mi derecha y con Sue a mi izquierda con su familia.
En British Council School era una tradición hacer un baile de máscara como despedida. Así que frente a nosotras descansaban las máscaras que usaríamos junto a una tarjeta con el nombre de nuestro compañero de baile.
—Hola, compañera de baile.
—Hola, compañero de baile.
—He ensañado mucho para no pisotear esos bonitos zapatos, así que no tienes de que preocuparte esta noche.
—No sabes el alivio que siento por mis zapatos.
Me lancé a sus brazos junto a Sue, había extrañado mucho a Tony. Era el típico amigo que desaparecía, pero que si llegabas a necesitar siempre iba a estar dispuesto a ayudarte. El tercer miembro de nuestro pequeño grupo, juntos éramos el trío dinámico. Los profesores nos amaban a la vez que nos temían desde que accidentalmente incendiamos el laboratorio de química.
—Me ha contado un pajarito que estuviste vacacionando en la playa con cierto chico guapo llamado Alex.
—No sabes lo mucho que estoy empezando a odiar esa primera frase —mire a Sue— imagino que el pajarito eres tú.
—Supongo que eso es un sí. Cuando pensabas contarme estoy a un mensaje de ti y siempre estoy disponible para un buen chisme.
—Pensé que estarías ocupado con tus tríos.
—Que mala persona eres Amara y mejor no hablemos de eso me pone sensible.
Estuvimos así un rato hasta que según él debía iluminar la vida de las demás personas con su adorable presencia y luego se marchó, Tony siendo Tony en todo su esplendor.
Seguimos el ejemplo de nuestro amigo y fuimos a iluminar algunos con nuestra presencia, eso hasta que llegó alguien a iluminar a mi amiga.
—Hola chicas, están hermosas esta noche —dijo Josuan depositando un beso en los labios de Sue.
—Siempre estamos hermosas, es genético.
—No pienso discutirlo. Ya decidieron si van a llevar auto o prefieren que sea su chófer esta noche.
— ¿Llevar coche? Me perdí de algo.
—Esteban se compró una moto y se le ocurrió debutar en carreras ilegales hoy como celebración e invito a todos los del salón.
—Estoy asumiendo que tú ya decidiste que iríamos —asintió.
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—Buenas noches, señoras y señores, profesores y alumnos. Como directora del centro los invito a tomar asiento y a nuestras pequeñas aves que están a punto de emprender el vuelo lejos del nido que pasen a tomar sus máscaras y vuelen primero a sus posiciones en el centro de la pista.
+Me pidieron que diera unas palabras para estas preciosas aves, pero siento que el nudo en mi garganta no me dejara. Estos niños llegaron aquí con sueños y metas y es maravilloso ver cómo muchos empezarán a cumplirlos.
+Mis queridos graduados, hoy es un día para celebrar y reflexionar sobre sus logros. Estoy increíblemente orgullosa de cada uno de ustedes. Han demostrado su valía, su dedicación y su capacidad para superar desafíos. A lo largo de estos años, han crecido no solo académicamente, sino también como individuos. Los momentos que han pasado juntos quedarán grabados en sus corazones para siempre.
+Ahora, mientras se embarcan en esta nueva etapa de sus vidas, les insto a recordar que el éxito no se mide solo por el título que hoy reciben, sino por lo que hacen con él. Sean valientes, perseverantes y nunca olviden sus valores. Ustedes son el futuro y estoy segura de que cada uno de ustedes hará una diferencia en el mundo.
+No importa a dónde los lleve la vida, recuerden que siempre tienen una comunidad que los apoya y los alienta. Les deseo todo lo mejor en sus futuras carreras. Felicidades, graduados. Hoy, y siempre, son una fuente de inspiración para todos nosotros.
Y con un gesto de su mano vociferaron todos los profesores juntos.
¡A por todas!
Estábamos todos en nuestros puestos menos Tony que había desaparecido, pero dónde se había metido ahora. Dudo que se quisiera perder este momento en el que podría demostrar “sus pasos de baile perfectos”.
Y como rayo de luz en la oscuridad llegó él, caminando hacia mí con un aire de misterio a su alrededor. Mire sus ojos a través de la máscara que llevaba y esa mirada la conocía podría reconocer al dueño de esos preciosos ojos, aunque llevará mil máscaras.
Sin decir palabra alguna me extendió su mano y comenzó a sonar Until I Found You de Stephen Sánchez, sentí una oleada de emoción y nerviosismo recorrerme el cuerpo cuando sentí sus dedos acariciar la piel expuesta de mi espalda. La música era suave y lenta, y mientras girábamos por la pista sin desconectar nuestras miradas, me sentía completamente perdida en el momento.
Susurros llenaban el salón, pero en ese momento solo éramos él y yo, moviéndonos al compás de la melodía. Sentí como si todo a nuestro alrededor se desvaneciera y solo existiéramos nosotros dos en ese instante.
Rozó sus labios con mi oído y comenzó a entonar la canción. Su voz, profunda y suave, me envolvía como una caricia bajo la luz tenue de la pista. Cada palabra que salía de sus labios era un susurro íntimo y sugerente, como si estuviera compartiendo secretos solo conmigo.
«I said, "I would never fall unless it's you I fall into"»
Sentía su aliento cálido rozando mi piel mientras entonaba cada nota, creando una sinfonía de sensaciones que me sumergía en un mar de deseo. Susurros cargados de pasión y ternura se deslizaban por su garganta, creando una melodía envolvente que provocaba un cosquilleo en mi piel y despertaba un fuego ardiente en mi interior.