fuiste solamente una apuesta

Capitulo Doce.

 

El cielo oscureció rápidamente dejando que se soltara así una torrencial lluvia, lluvia que ataco a un Namjoon en estado de calle, este soltó un gruñido mientras se ponía el gorro de su abrigo y seguía caminando… Su cuerpo se detuvo de golpe ante una casa un tanto antigua.

           Si no se equivocaba esa casa estaba vacía, corría por las calles el rumor de que era de un magnate que era miembro de una mafia, la casa llevaba vacía unos dos años.

           Un lugar perfecto para refugiarse si lo pensamos bien.

Con más animo se acomodó la mochila en el hombro y se adentró a la casa… Era un lugar muy lindo y espacioso la verdad.

 

Tenía muebles de muy buena apariencia y no faltaba nada, nada estaba fuera de lugar, dejo en el suelo su bolso y se dispuso a revisar el lugar.

 

     Bueno, más vacío no podía estar, y por ahora era todo lo que él tenía.

 

Se agacho cerca de su maleta y la abrió rebuscando en ella una muda de ropa, al tener ya todo en mano se apuró en encontrar un baño y arreglar todo para poder dormir.

 

 

 

 

 

Los chicos entraron en completo silencio, todos con un dejo de dolor, Jimin vio con pesar como todo se encontraba en completo silencio.

 

 en ese momento se dieron cuenta el cuanto se notaba la ausencia de Namjoon.

 

Dejo en la entrada uno de los bolsos que llevaban y se botó rápidamente en el sillón, los demás chicos repitieron su acción y se dejaron caer en el mueble.

 

¿Y ahora que harían?

 

¿Qué sería lo correcto?

 

Ahora era que veían que ellos jamás fueron seres dependientes, no sabían manejarse solos, cada uno se había unido a la banda poco después de haber terminado sus estudios.

 

           Y de ahí en adelante todos siguieron las ordenes de su líder, las ordenes de Namjoon.

 

 

Estaba todo sumido en silencio, tanto así que incluso se podía escuchar la respiración de todos, cuando la puerta principal de la casa es tocada, Yoongi se apuró en dirigirse a la puerta y abrirla dejando ver a Mei, esta se corrió un poco hacia el lado buscando a alguien.

 

           Buscando a Namjoon.

 

Yoongi le miro consumido por el dolor y el tomo de los dos hombros quedando frente a frente. -Linda Namjoon no está, él se fue Mei- soltó mientras acariciaba con delicadeza el pálido rostro de la chica y la guiaba al interior de la casa… Todos la miraron en silencio unos segundos para luego apurarse en distraerla, Taehyung y Jungkook se apuraron en invitarla a jugar videojuegos mientras Jin se apuraba en ir a la cocina y empezar a preparar unas colaciones junto a Jimin.

 

           Y ahí fue que en su rostro por primera vez desde hacía mucho, en su rostro se dibujó una pequeña sonrisa.

 

Al estar rodeada del cariño y atención de los chicos sintió el tan anhelado calor de familia y hogar.

 

 

Al dar el siguiente día Mei se encontraba ya en el trabajo, trabajo en el que le informaron sobre el despido de Namjoon.

 

           Y bueno, aquí volvió nuestra buena amiga, volvió la sensación de culpa.

 

¿No habría sido mejor quedarse en Canadá con Noah?

 

¿O quizá haber dejado la secundaria en ese entonces?

 

¿Quizá le habría hecho bien olvidarse de Jungkook antes de que hayan empezado esa apuesta?

 

¿Quizás habría hecho bien hablar con los chicos sobre el trato que ellos habían hecho en vez de quedarse callada y dejarlos pelear?

 

Dejo salir todo el aire que su cuerpo había acumulado en esos segundos para luego volver a quebrarse.

 

           Todo volvía a repetirse.

 

           Todo lo que había logrado se desmorono rápidamente volviendo a derrumbarse muro que tanto le costó reconstruir.

 

Cual galletas remojada en leche se dejó desmoronar por su estúpido corazón mientras sentía como todo esto le consumía.

 

           Ese abismo negro volvía a torturarla y esta vez no había una mano que esté dispuesta a ayudarla.

 

 

 

 

Después de que los demás chicos hayan salido de la casa para pasar la tarde Yoongi bajo con el numero en mano y su celular dispuesto a escribirle a Namjoon invitándole a un chat.

 

           Y claro, como ya vimos él es un tanto desubicado, así que Nam acepto.

 

Ya teniendo todo listo Yoongi envolvió el celular en una cajita y se lo fue a dar a la Tania, no lo podía rechazar si no sabía que era el, al estar en la casa de su hermanita soltó un quejido mientras tocaba repetidas veces la puerta y esperaba que ella le abriera… A los minutos la manilla de la puerta se movió dejando ver al otro lado a Mei.

 

     Tan radiante y a la vez sin vida.

 

Vio unos segundos con pesar a la chica, esta vez le resultaba entendible, ahora que todo estaba yendo por las nubes le toco volver a caer bien duro a la realidad.

 

     Cambio su mirada por una de afecto a los minutos para así entregarle la caja con el teléfono y hablar. – hace unos meses me decías todo el tiempo que querías cambiar tu celular… Y bueno, a mí siempre me dan celulares nuevos así que creí que sería buena idea darte el ultimo- soltó con una ligera risa mientras veía como ella tomaba el celular entre sus manos y le agradecía… Su trabajo ya estaba empezando.

 

     Ahora lo más importante no era la banda.

 

     No era acrecentar su fama.

 

     No eran los chicos.

 

Sino el sanar dos corazones rotos que ya no creían en el amor y los finales felices.

 

 

 

        

 

 

   Mientras los demás chicos reacomodaban todo en la casa, Yoongi rebuscaba entre sus papeles el número de Namjoon, necesitaba hablarle.




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