Galeón Addiction

La mala estrella de perucho Gonzales

Calmados y esperando órdenes descansaban sobre unas bancas, cubiertos por el calor veraniego, tras pasar por 2 helados de piña, ese calor abrazador volvió a ser un Disonante Frío.

—Hermes... ¿A quién debemos esperar? -Pregunta Frida completamente aburrida- es difícil entenderte cuando haces ese croak todo el tiempo.


 

Hermes no se dejó llevar por ese comentario desubicado y prosiguió explicando: “Crok Crok Crok” sintiéndose culpable de aún no conseguir algo de fuego después de arriesgar su vida. Morgan guarda sus palabras como el cañonero, sus balas, su venda necesita de nuevo baño y su hija presiente el peligro: “La brújula se volvió loca”. Toda la tripulación de cuervos preparan sus plumas como sables.

—¡CROAK CROAK CROAK! -grita Hermes para bajar las armas de sus marineros- Mantengan la calma.


 

Las aves siguen las órdenes de su capitán a la llegada de un Porsche Chayanne muy sexy. Un treintañero con cabello plateado y una larga trenza se muestra de conductor al bajar la ventana.

—¿Van a subir? -Pregunta Falo en tono burlesco- no tengo todo el día.

—Depende... ¿De cuántas lunas estamos hablando? -Pregunta Aria de manera Cortante.

—¿Paga? Estuviste a nada de matar a mis trabadores... ahora sube al maldito carro, tu amigo y yo te explicaremos.

—¿Amigo…?

Pregunta Morgan y Aria antes de ser apuntados por una escopeta recortada. Falo se baja los lentes de sol con la otra mano

—Tienen 3 segundos.


 

Los cuervos Voznan para dar más leña al fuego, Falo aprieta el gatillo al ver cómo Aria ya lo tenía apuntado con el revolver, esa velocidad tan inhumana lo asusta al punto de tirar sus lentes. Morgan empuja a Aria para después meter su lanza en el auto desde los pasajeros hasta el pecho de Falo.

—Mi... mi auto... -Falo da caer lágrimas sobre el volante antes de atravesar su Porsche como si fueran uno solo hasta Morgan y romperle la nariz de un puñetazo lleno de rabia

—¡Lastimas a mis hijos y luego a mi auto! ¡Eres tan horrible como en sus testimonios!

—¡Tus hijos lastimaron a mi pequeña! ¡Si tanto hablan mal de mí, deben tener miedo de que les hagas algo!


 

Hermes los detiene de matarse mientras Frida aún se mantiene confundida

—¿Hermes quién es él? -Pregunta la jovencita a lo que Falo vuelve a responder

—Ahora que escuche su versión de la historia, lo diré de nuevo, necesito que ocupen el lugar de mis hombres como compensación de haberlos casi matado... o una fuerza que opaca a toda la capital se encargará de ustedes

—¿Qué fuerza? ¿Tu fuerza?

—La mafia.


 

Frida suelta una risa nerviosa y grita sus disculpas al vocero del veneno antes de meter a sus amores en el auto y seguir suplicando por perdón. El Porsche negro se pone en marcha al sur con el clima volviendo a ser caluroso.

—Agradezco que no haya terminado peor, su amigo el cuervo me suplicó que ocuparán el lugar de mis trabajadores en vez de terminar en bolsas de basura, Agradezcan.

—¿Por qué no nos dijiste que estabas con él?, Pudiste haber muerto...


 

Frida se enoja con Hermes, a lo que esté responde con que estaba buscando un fuego interior y quería afrontar sus consecuencias independientes de como saliera todo. Ella no entiende a qué se refiere con fuego, pero Morgan se alerta y se hace el tonto sin decir nada.

—El trabajo que deben cumplir es acompañarme a Graham a buscar a un... Carnicero...

—¿Graham?, yo iba ahí de vacaciones cuando niña. Espero encontrar a mis viejos amigos.

—Si es que no se los comieron...

—No niego de que hayan muerto, es difícil vivir tan lejos de la capital, y hasta ese mismo lugar es horrible. ¿A quién debemos buscar específicamente?

—Ya lo dije, un carnicero bastante desagradable.

—¡Ya entiendo!, lo atraparemos por caníbal.

—No exactamente... ¿Dónde crees que van los periodistas con poca sangre en la cabeza? A Graham... si tuviéramos que matar caníbales ya no tendríamos lugar para que los abandonados por dios descansen, esta vez necesitamos a un hombre en específico que no ha pagado sus impuestos... solo les pido que no alerten a toda el maldito pueblo.


 

El viaje es demasiado largo y toma 1 día entero a penas ver una de las playas de las lagunas de Graham, Aria aún se encuentra enfadada con Hermes y le niega la mirada, Morgan se queda dormido con Frida descansado en su hombro, Hermes estando a nada de soñar, recibe la petición de Falo de irse al copiloto y el Cuervo sin pensarlo se cambia de lugar.

—Parece que no tomaron bien tu esfuerzo...


 

Admite Falo, completamente decepcionado e intentando buscar algo bueno, decide buscar algo interesante en su asiento y cerca de la palanca de cambios, finalmente encuentra una moneda de chocolate rancia.

—¿Crok?

—Por más que no hayan tomado bien lo que hiciste por ellos, yo si me di cuenta y lo valoró mucho.


 

Hermes prueba por primera vez el chocolate y queda fascinado, sus plumas desaparecen y dan paso a un jovencito rubio.

—Oye Falo, ¿¡hay chocolate en el pueblo?! ¡Está riquísimo!


 

Intenta responder sin incomodarse por darle un chocolate de tan mala calidad y le promete algo mejor al llegar: “Pues... ¡Claro! ¡Mucho chocolate! Y puedes llamarme Arturo o Arthur, así me dicen en las tierras altas.”


 

.


 

Viendo los primeros carteles de auxilio sobre lo que eran indicaciones para llegar a Graham, Arthur decide parar para comprar directamente 2 barras de chocolate y un café. Se le antojan muchas cosas y sus nervios le hacen volver a sentirlo, lo atacan miles de agujas en su paladar, pide fuego, pero no recibe nada, de bolsillo saca un líquido rojo el cual asusta al vendedor de la tienda.

—Dame fuego...

—¿Fuego? Malditos adictos de mierda... puedes unirte en la más profunda miseria si así lo deseas.




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