CAPITULO 16
~ M Í A ~
Hace años que no sentía tanta ansiedad como cuando llegó el domingo, mi padre me había hecho el favor de conseguir lo que le pedí, algunas golosinas y las comidas en las que quedamos con Alex vendrían en un par de horas, me levanté a las 6 de la mañana para poder hacer todo lo que tenía que avanzar.
Sí algo podía decir que es que no podía dejar nada al pendiente sin sentirme mal por no hacerlo, ya sea deberes de la facultad, algún pendiente extra y ese día era diferente. Quería estar perfecta, así que comencé un pequeño, enorme, ritual donde me iba a arreglar hasta la uña del meñique. Aunque no iba a producirme demasiado ya que una de las cosas que acordamos para aquella cita, fue que seríamos nosotros mismo, era domingo y nos merecíamos estar en pijamas todo el día. A los pies de mi casa a un costado estaba mi setup así que tendría que instalar mejor la cámara para que se viera mi cama y pudiéramos ver las películas que queríamos.
Era tan extraño para mi estar planeando mi día con alguien que estaba a miles de kilómetros, pero la distancia se había vuelto algo que no existía. Nuestra amistad era genuina, pasábamos largas horas haciendo cualquier cosa mientras escuchábamos nuestras voces a través del celular. Me alegraba despertar y encontrarme un mensaje de su parte deseándome un buen día. Esperaba que no se acabará esa sensación ya que quería estar mejor.
—Buenos días —Saludé con una sonrisa a mi padre quien estaba haciendo el desayuno. Tenía el cabello húmedo y usaba un pijama de color rosa que me gustaba mucho pero que no solía ponerme mucho.
—Buenos días pequeña —Respondió. Se giró para verme y le sorprendió que estuviera así vestida. Normalmente no era tan preocupada por vestirme de forma ordenada, está vez hasta mis calcetines combinaban—. Veo que es un buen día —Dijo con una sonrisa algo cómplice.
No podía negar que no había sido discreta con el tema de Alex. Hablábamos todo el tiempo y ni no me encontraba en clases, estaba hablando con él. Así que sabía que mi padre sabía que algo pasaba en mi vida y que aún no le contaba. Cosa que realidad no me incomodaba. Alex era mi amigo, era alguien que había llegado a mi vida para alegrarme con todo el tema de la cuarentena.
Las cosas seguían igual o hasta peor, no sabía cómo explicar cómo me sentía el último tiempo al respecto del virus, mamá no regresa a del todo a casa y sus compañeros tampoco habían regresado a una vida normal. Todo era horrible y perdíamos a muchos cada día más que pasaba. Por suerte no habíamos perdido a nadie cercano y no ansiaba el momento en el que eso pasara, pero si conocía personas que habían perdido familiares gracias a esto.
Por suerte hace unos días habíamos tenido la noticia de que Gael estaba de regreso en su casa, por lo que nos había contado mi madre, él no estaba del todo recuperado y se sentía débil la mayoría del tiempo, pero era algo que comenzaría a pasar.
—Digamos que tendré un día diferente, tengo planeado ver un par de películas con un amigo y estoy emocionada —Le comenté restándole importancia, pero mis pies se movían ansiosamente, no era algo malo, sino que no podía esperar para ver el rostro de Alex por primera vez.
—Me alegra que hayas hecho planes, yo mientras me quedaré solo en mi habitación ya que mi hija no me incluye en sus planes —El hombre se llevó las manos hasta su rostro donde hizo el ademán de estar limpiándose las lágrimas. Me reí sonoramente. Amaba lo jovial y dramático que podía ser mi padre, era todo un contraste a mi madre que era más seria y que seguramente me habría preguntado/interrogado por quién era ese amigo. Sin embargo, mi padre me conocía y él sabía que cuando estuviera lista hablaría con él sobre este tema de Alex.
—Vivimos juntos, no te basta con mirarnos el rostro cada día para desayunar —Le dije siguiéndole el drama, contra atacándolo como juego—, estoy dejándote libre para que puedas hacer algo más... —Sonreí—. Gracias por las compras, por cierto —Vi las bolsas sobre la mesa que tenían lo que le había pedido.
—No hay de que... Por cierto, me llegó una notificación de la batería que pedimos, estará acá en un par de días, se ha retrasado por todo el tema del covid pero llegará. Con Donald hemos encontrado un profesor y tendrás clases cada dos días, así no te desconcentras de tus asuntos en la facultad —El habló y sentí mucha paz. Por algo razón sentía que podía tomar un camino diferente una vez que tuviera la batería. No sabía si lo que quería era regresar a la música, pero siempre había sido algo que me encantó hacer y que estuviera tanto tiempo libre me hacía sentir que debía rellenar esos espacios vacíos en mi vida con algo que me llenara.
Asentí y terminamos de comer sin inconvenientes, con una conversación banal, noticias que habían pasado y algunas de mamá. No podía negar que me hacía falta escuchar su voz por las mañanas.
Subí nuevamente a mi habitación con algunas bolsas que tenían algunas cosas personales que pedí y las golosinas que me había dicho Alex que el también compraría.
Pase las siguientes dos horas arreglando mi cabello para que se viera bien, había quedado con Alex a las 10 de la mañana de Atlanta. Ya que me había contado que tenía que hacer unas cosas del trabajo y además hablar con su familia, así se desocuparía el resto de la tarde para estar conmigo.
Esas fueron sus palabras textuales... Y cuando las escuché sentí como toda mi cara se sonrojaba, era un lindo siempre.
Una vez todo en mi habitación estaba listo y yo también, le escribí al WhatsApp. El no tardó en responderme y me dijo que se estaría conectando a Discord en 2 minutos.