CAPITULO 19
~ A L E X A N D E R ~
Mi trabajo había cambiado desde que llegó la pandemia, ahora era estar todo el día sobre el celular y mi computadora, no me molestaba del todo, pero odiaba no poder ver a nadie en persona. La única que me hacía sentir mejor era Mía, ella había estado presentes los últimos meses, cada día y el solo pensar que podría perderla, me daba miedo.
—Bueno, creo que así quedaremos, recuerden que, si tiene ideas o sugerencias para mejorar la calidad d ellas clases, no duden en decírmelo o a Robin, estaremos pendientes —Después de dos horas había logrado terminar la reunión que tenía con los profesores para las clases. Vi como todos se despidieron y también cerré la llamada, tenía que seguir arreglando unas cuantas cosas, pero mi estómago estaba rugiendo.
Me levante para comer algo y escribirle a mi familia, no sin antes dejarle un mensaje a Mía.
—Alexander, que bueno escuchar tu voz, hace días que no sabemos nada de ti —Henry mi hermano me llamó mientras yo comía un sándwich, coloque el celular a un lado y seguí casi devorando mi comida.
—Lo siento, con todo lo de las clases he estado realmente estresado y ocupado —Le explique con la boca llena—, sé que debo llamarlos más seguido... ¿Cómo vas tú? —Pregunté sabiendo que desde que estaba con Lisa y la pequeña, tenía que cuidar de ellas. Sabía que Lisa solo había venido a Londres un par de meses y que luego ellos se regresarían a Nueva York, pero ahora con todo lo de la pandemia, sería complicado.
—Bien, hace años que no compartía casa con nadie de esta forma, y siento que es una prueba que tengo que cumplir—Explicó, era mi hermano, pero muchas de sus decisiones no eran de mi agrado—, pero todo mejorará pronto y podremos reunirnos. Ahora veo que es verdad lo que dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde y extraño ser libre. —Yo había pensado eso el último tiempo, extrañaba que mi familia estuviera molestándome para irles a visitar.
Me reí. Él tenía razón, nunca había apreciado el estar en la calle rodeado de personas, ver a muchos diariamente y ahora estar solo en mi soledad me ponía realmente triste.
—Estaba pensando que podríamos irnos todos a la casa del campo, hay suficiente espacio para estar ahí, todos estamos trabajando a distancia, pero no estaríamos solos —Propuso el hombre animado. Realmente me agrada la idea, odiaba no poder ver a alguien más en persona—, no está tan lejos... —Continuó.
—No creo que sigamos más tiempo encerrados, pero creo que podría ser buena idea —Me animé a estar en familia nuevamente—, ¿hablaste con los demás? —Pregunté terminando de comer el último trozo de sándwich.
—Sí, solo faltabas tú por confirmar, tenemos pensado hacerlo mañana en la tarde —Miré mi reloj, era temprano y tenía que ver si podría dejar todo listo para mañana—, yo ya comencé a hacer maletas para al menos 3 a 4 semanas por allá... —Él se notaba desesperado por irse—. Podrías pasar a buscarnos y nos iríamos juntos en tu auto que es más grande que el mío... —Propuso y sabía que él no quería manejar.
—Bien, comenzaré a alistarme —Había un problema, no podíamos estar mucho tiempo fuera, solo se podía salir por situaciones específicas—, ¿no crees que tengamos problemas por viajar?
—Hablé con unos amigos que tengo en la policía y estoy consiguiendo un permiso especial, igual no es que estaremos por la ciudad, todos tomaremos la autopista y no tardaremos en llegar... —Asentí más tranquilo.
—Bueno, voy a comenzar a preparar todo para tener todo listo para mañana —Dije, hace semanas que no manejaba el auto y debía hacer al menos una limpieza en la casa para dejarla lista.
Cuando colgué el celular, revisé el chat con Mía, pero no había respuesta. Seguramente estaba dormida, después del examen que tuvo y que estuvo estudiando hasta tarde, debe estar cansada.
Durante las siguientes horas estuve limpiando y arreglando las maletas para mañana, la mayoría de la ropa era cómoda y abrigada, una que otra camisa de vestir para las reuniones que tenía. Sabía que debía llevarme mi pc y todos los accesorios, así que comencé a desmantelarla y llevar todo al auto.
Después de 5 viajes en ascensor, terminé de dejar todo arreglado para mañana terminar de limpiar. Ya era tarde, pasaba la media noche y no había hablado aún con Mía. Estaba preocupado ya que normalmente no salía tardar tanto en responderme.
Comencé a llamarla, me sentía ansioso. Pero no atendió. Sabía que había pasado, la conocía y sabía que cuando algo pasaba, se alejaba de todos y todo.
Esa noche no dormí, no hasta que como a las 3 de la mañana la volví a llamar y atendió, pero había sido su padre.
Durante esa conversación le confesé que me había enamorado de Mía. Era la primera vez que lo decía y me sentí extraño. Un escalofrío me recorrió por completo, podría decir que nunca me había sentido de esa forma, no era que no haya tenido relaciones anteriores, pero era la primera vez que podía sentir amor.
Al colgar, me quedé pensando en lo que dije. No mentí. Me estaba enamorando de ella, la quería tanto que ahora no se me podía pasar por la cabeza el hecho de mi vida sin ella.
También se me quedó en la cabeza lo otro que me dijo su padre, que ella había intentado suicidarse y desde que me conoció era diferente. Yo sabía que algo malo había pasado en su vida, pero jamás me habría imaginado que era algo así, pero era común, más común de lo que me gustaría.
Gracias a tener noticias de Mía, me quedé dormido. Desperté a las 11 de la mañana gracias a que mi celular comenzó a sonar, pensé que era mi pequeña pero no, Henry otra vez para avisarme que quería que saliéramos a las 3 de la tarde. Que George, su familia y mis padres ya había salido al campo.