Chapter 40

~ N A R R A D O R ~

Después de un par de día de que Mía haya estado en el departamento de Alex, el hombre había planeado que ambos fueran a casa de sus padres, era momento de la familia Kirkman conociera a la joven novia, había una cena donde irían todos los Kirkman. Mía estaba nerviosa por ese asunto, ese día se lo había tomado para estar hablar con su familia mientras que Alex trabajaba. Se sentía algo extraña ya que no sabría que hacer o que decirle a la familia de su novio, era la primera vez que se encontraba en esa situación.

—Hermosa, ¿cómo estás? —Alex la sorprendió mientras que ella estaba acostada en la cama chateando con su madre por mensajes, el tiempo se le había ido demasiado rápido y ahora solo tenían un par de horas para arreglarse, por eso el mayor la interrumpió. Comenzó a besar sus piernas hasta subir hasta su rostro dando pequeños besitos haciéndola sonrojar y reír—. Debemos irnos en un rato, así que comienza a arreglarte…

—¿Nos tardamos mucho yendo? —Preguntó la chica levantándose de la cama.

—No, unos 20 minutos de viaje en auto, pero no sabes cómo se pone mi madre de insistente cuando tenemos una reunión en la casa y alguno tarda en llegar, así que no quiero que nos regañen —Alex se sentía algo cansado, pero solo era un día más de trabajo, ahora tenía la cabeza en dos cosas, Mía y la galería, esos días habían salido por la noche, habían tenido grandes y maravillosas citas y cuando llegaban a casa se encontraban realmente cansados.

Después de un rato, todos se habían subido al auto, Angel iba en la parte de atrás, tranquilo como siempre. El viaje hasta la casa de los padres del hombre fue rápido y animado, cosa que siempre pasaba cuando estaban juntos. Cuando llegaron solo había un auto estacionado. Alex supo que aún faltaban personas por llegar y se sintió aliviado por no ser el último siempre.

—¡Alex! —La madre del hombre saludó a su hijo, mientras que Mía esperaba detrás junto a Mía—. Pasen, no se queden ahí… —Carmen vio a la joven y le sonrió ampliamente—. Mía, bienvenida… —Abrió los brazos para darle un fuerte abrazo, estaba encantada de finalmente conocer a la novia de su hijo.

—Es un placer señora Kirkman —Dijo tímidamente la menor, sintió vergüenza ya que no sabía cómo tratarla.

—Querida, llámame Carmen, acá eres de la familia, pasen, estamos esperando a Henry… —Alex tomó la mano de su chica mientras que entraban al salón, George fue el primero en acercarse a la parejita, con una gran sonrisa el hombre se presentó con Mía, todos eran demasiado amables.

—Señorita Mía, que bueno es conocerla por fin… —Michael Kirkman había sido el último que la saludó, el hombre siempre había estado en desacuerdo en que su hijo estuviera en una relación a distancia y con una mujer mucho más joven que él, pero quería darle el beneficio de la duda con la joven—. Bienvenida… No pensé que la conocería, pero acá esta…

—Es un placer conocerlos señor, sabía que en algún momento tendría que venir a Londres para conocerlos, así como lo hizo Alex… —Mía temblaba, pero se mantenía firme, Angel estaba ansioso gracias a eso—. Tranquilo Angel —Susurró acariciando sus orejas.

—Ha venido con un perro… —Atajó el hombre serio cruzándose de brazos mirando a Angel.

—Es un animal de compañía, es mi acompañante… Tuve algunos problemas hace años y mi médico me recomendó que tendría que tener a un animal de compañía, hace sido mi fiel amigo por más de un año —Respondió con una sonrisa.

Ya después de eso todos se sentaron a esperar por Henry y su gente. La conversación iba bastante tranquila, Carmen había hecho que las cosas estuvieran más tranquilas, hacía sentir a la joven como parte de la familia, y hasta ignoraba la mirada dura del padre de su novio, entendía un poco porque se portaba de esa forma. Alex le había contado que él no había sido el mejor hijo y que ahora todo lo que hacía era juzgado y visto con lupa.

—¡Familiiiaaaa! —Escuchó un fuerte acento inglés. Había entrado a la sala Henry con una gran sonrisa, sobre saltó a todos, pero su madre lo recibió con un fuerte abrazo—. ¿Dónde está mi cuñadita? —El rubio buscó con la mirada a Mía, la chica estaba con las mejillas sonrojadas. Se levantó para recibir el fuerte abrazo que le dio el hermano mayor de los Kirkman—. Por fin te conozco Mía, que alegría me da… Ya al menos sabemos que la persona que ha dominado al ogro de Alex… —Escuchó un gruñido de parte del hombre, Henry le lanzó una mirada a su hermano y luego volvió a mirar a Mía—. En serio me alegra haberte conocido… Te presento… Ella es Lisa y la pequeña Emma…

Mía saludó a la mujer con tatuajes y la pequeña niña de cabello oscuro.

Mía se sentía más en confianza, la esposa de George y ahora Lisa se habían encargado de sacarle temas de conversación, Henry había hecho lo posible para conocer a la novia de su hermano, pero Alex estaba cuidando de su novia para que su hermano no hiciera sentir incomoda a la joven. Una vez se sentaron en la mesa para comer, Michael fue el primero en sacarle conversación a la cara nueva.