Pronto algo empezó a tomar forma a mi lado. Mire atentamente a aquella neblida que poco a poco formaba un cuerpo humano.
Mirandolo note algo familiar, era Tom apareciendo de la nada. Ademas de ello, mi corazón empesaba a tomar un pulso acelerado de felicidad.
Era justo lo que mi madre alguna vez había dicho. Todo empieza desde la mente, los sentimientos y la palabra o creacion en acción.
Note el lugar y sin duda alguna, realmente todo era real. Tom miro alrededor.
Pero al mirarme, parecía estar muy impaciente.
Tom, con un gesto agradecido, me abrazo. El abrazo parecio durar mucho.
Soltando una pequeña risita, me solto, fijando su mirada en lo que nos rodeaba.
Mire a Tom por unos segundos. Pero este de manera irrepentina, se avalanzo sobre mi, con la intención de besarme.
Lo empuje ligeramente, luego pude observar a lo lejos, como la lucha había ido aun más lejos. Penzando atentamente, note que problamemente esa era la razón por la cual los ruidos ya habían sesado.
Seguimos avanzando hacia el encuentro con los demás. Corri rápidamente, y Tom me siguió el paso.
Aun me preocupaba que los demás no hayan vuelto. Nisiquiera tenia mucha idea de si volveria a funcionar con ellos lo que funciono con Tom.
Al llegar al lugar. Notamos que estábamos a metros de los Dioses. La pelea aun seguía en proceso.
Levante mi mano, con intención de frenarlos, pero a pesar de los intentos era algo muy dificil de lograr, cada vez que lo intentaba sentía como si alguien me jalara con una cuerda todas mis fuerzas.
Tom lo intento peo también no pudo lograr nada. En eso se me ocurrio hacer algo muy estúpido de mi parte.
Tom me miro asustado. Lentamente todos dejaron de luchar. Empezaron a fijar sus miradas en Tom y en mí.
Todos solo se quedaban mirándonos, mientras que de pronto uno de ellos, nos lanzo un rayo tan veloz que no pudimos ver su llegada.
Pero para la sorpresa, uno de los dioses nos protegio. Este bloqueo el rayo tan mortal que había lanzado uno de los dioses.
Aquel Dios, se quedo parado frente a mí. Mirando al Dios atakante.
En eso uno de los Dioses le respondio.
Mientras miraba la escena, toque el hombro de mi supuesto Heroe.
Todos guardaron un silencio inmenso. Se miraron el uno al otro, y luego optaron por retirarse, muchos se retiraron con odio, otros con preocupacon y algunos apoyaron su decisión.
Apenas todos se retiraron del lugar. El Dios giro la cabeza para ver a los seres agradecidos que había salvado.
Al girar, primero planto su mirada en mí. Luego paseo su mirada por todo el lugar, finalmente observo a Tom. En cambio yo me había quedado pasmada en su resaltante rostro.
En eso me acorde de lo que había ocurrido hace solo unos minutos atrás.
La reacción que tuve ante aquellas palabras fue instantánea. Cogiendo del brazo a aquel caballerozo Dios. Decidi tomar la iniciativa de preguntarle.
En aquel momento entendí que no deveria preguntar nada más. Mirando a Tom, gire mi cabeza y plante mi mirada en aquel joven Dios.