Genesis Of Deorum

II Lo Que Dejas Atrás

Las hojas de los cipreses caían libremente por el bosque, la brisa era tenue casi demasiado apacible, el grupo guardó silencio, sabían que ese pequeño bosque no era confiable, así como se encontraban a unos pocos metros de Petra, la ciudad refugio más cercana, no podían permitirse ningún descuido, los Cazadores no dudarían en convertirlos en Canvas allí mismo.

            Beth tenía seis años, no podía seguirle el paso a su hermano quien la llevaba casi remolcando de un brazo, necesitaba pararse a recuperar el aliento, tomar un poco de agua y que alguien le explicase dónde estaba mamá. Hasta ahora solo había recibido miradas angustiadas en respuesta a sus preguntas y suplicas.

            Más allá de los últimos árboles, distinguió a Karina, la líder del grupo, adelantándose para reconocer la zona despejada que los aguardaba. Los demás se detuvieron, hacía más de dos horas que corrían como locos, Beth recordaba una luz brillante y un remolino purpura que se había formado en el vestíbulo de su casa mientras su hermano la sacaba cargada por la ventana de la cocina, así, pobremente vestida.

            Su hermano Carlos en realidad no se había podido preparar tampoco, tenía una franela vieja que usaba para dormir, un pantalón pijama de cuando tenía doce años que ahora a sus quince eran demasiado cortos y unos tenis desgastados. El resto del grupo, compuesto por Karina, su hermanito Gary y Alberto, el novio de la líder, tampoco había tenido tiempo de vestirse apropiadamente.

            El frio era intenso, necesitaban llegar a ese refugio que su hermano prometía, pero allí, a unos escasos kilómetros de Madrid era difícil moverse sin abrigo alguno, intentó pedir agua nuevamente pero Carlos se limitó a apretarla contra su pecho, por alguna razón estaba más afectuoso que de costumbre y Beth podría jurar que había visto un par de veces asomarse a sus ojos una sombra de llanto.

            Pronto tendremos refugio, Bethsie –susurró Carlos- pero necesitamos ser silenciosos ¿entiendes?

            Ella asintió, no quería dar problemas, a su alrededor todo estaba tenso, como si viniese una tormenta sobre ellos. Karina regresó con Alfredo del reconocimiento, ambos parecían estar optimistas y eso era un cambio agradable.

            Faltan menos de cien metros en descenso –les informó Karina- pudimos ver las puertas de Petra. Todo se ve tranquilo pero con seguridad es una trampa.

            Esto haremos –intervino Alberto- Carlos y yo cargaremos a Beth y a Gary, tú guías, correremos lo más rápido que podamos, de eso depende nuestra libertad.

            Se pusieron en marcha, a toda velocidad bajaron una pequeña colina, se alejaron lo más que pudieron de los árboles y matorrales que abundaban por allí, a poco tiempo de comenzar el descenso escucharon las gárgolas.

            De entre los arboles saltaron los Cazadores montados sobre esas aves de presa, el grupo se dividió mientras corrían despavoridos. Beth gritó cuando la garra de un Cazador le arañó la espalda, Carlos aumentó más su velocidad, desde allí podía distinguir la entrada de la ciudad refugio, una vez allí dentro nadie podría lastimarlos, vio que a su derecha, Karina lanzaba una neblina tenue que hacía poco había aprendido a conjurar.

            Él también podía controlar algo útil, había nacido con el don de provocar corrientes eléctricas, pero su madre no lo había dejado seguir descubriendo su don, hacía un año ya que un famoso youtuber había descubierto un hechizo capaz de apresar a las personas como él y como Beth, ahora el mundo estaba dividido entre Cazadores y Presas, el único escape conocido eran las ciudades refugio como a la que se dirigían.

            Por el rabillo del ojo vio que una gárgola volaba bajo con la intención de arrebatarle a Beth de la espalda, tomó a la niña y la cargó sobre su pecho, eso reducía su velocidad pero no perdería a su hermana por nada del mundo.

            Un grito lo asustó, sin dejar de correr vio que Alberto peleaba contra una gárgola que había atrapado a Gary, redujo un poco la velocidad, agarró una roca grande y la lanzó contra la molesta ave, el pájaro graznó y Gary cayó al suelo al momento en el que un Cazador apresaba a Alberto en medio de una nube purpura.

            Karina intentó ayudarlo con su neblina pero su poder era inútil, agarró a Gary de la mano y siguió corriendo mientras el niño gritaba, Beth entendió lo que acababa de pasar y rápidamente lo relacionó con el resplandor de su casa, esa luz purpura indicaba que su mamá había sido capturada también.

            La niña estalló en sollozos sonoros que alertaron a la ya cercana ciudad de Petra, los guardias abrieron la puerta justo a tiempo para que Karina entrase con Gary, justo cuando les faltaban dos metros una gárgola atrapó a Carlos por una pierna, el chico sin pensarlo arrojó a Beth a los brazos de Karina mientras el ave lo elevaba al cielo.

            Lleno de pánico el chico pateaba al animal que estaba decidido a no soltarlo, vio que se acercaban dos cazadores listos para apresarlo y su miedo se transformó en una ira instintiva, sintió miles de corrientes eléctricas que lo recorrían por completo, de un momento a otro vio como su captora estallaba en una explosión de plumas y escamas.

            Carlos cayó al suelo rodeado por los Cazadores, mientras que Beth llorando a más no poder se lanzó de los brazos de Karina y corrió fuera de las puertas hacia Carlos, apenas pisó más allá del límite dos Cazadores voltearon hacia ella sonriendo, pero unos brazos fuertes la levantaron en el aire.



#8674 en Thriller
#20703 en Otros
#3312 en Acción

En el texto hay: accion y aventura, persecusiones, magia e inquisicion

Editado: 19.08.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.