Ghost

El nacimiento del ghost

Familia completa

Sus vidas eran buena, sencilla pasaba más el tiempo sus hijos se llevaban bien, jugaban lo que un niño debe hacer, su madre los educaba desde temprana edad ambos ya leían no tan bien, pero lo hacía, al igual la escritura, podían escribir sus nombres y otras palabras, aunque garabateadas.

Josué era un año siete meses, mayor que David y a ambos los enseñaron por igual mientras uno tenía cinco el otro entraba a los cuatro. Su casa era llena de felicidad y amor ambos niños veían a su padre trabajar en el campo cultivando la tierra, a sus animales y el taller, su madre de enfermera al cuidado de la señora. Los dos traían el pan para sus hijos, Ester también ayudaba a Juan en el campo.

Era sábado Ester se quedó a ayudar a Juan a surcar la tierra, Josué y David jugaban al pie de la colina se pusieron a cavar al inicio de la colina con unos palos, como la tierra era suave cavaron rápidamente era algo profundo de aproximadamente un metro de altura y unos setenta centímetros de ancho su mamá les trajo un poco de limonada y les dijo – haber mis pequeños exploradores, necesitan refrescarse.

David dijo – mami, mami. Mira lo que hicimos.

– Esta muy bonito mi amor… pero ya… se van a lastimar

No te preocupes mami, yo protegeré a mi hermano – fueron las palabras de Josué

Ves no me pasará nada, mientras mi hermano este conmigo – añadió David

Sí, pero ya. A la casa y lávense las manos – concluyó Ester

Ambos obedecieron de fueron a casa se limpiaron la tierra y jugaban con sus juguetes como todos los niños ellos amaban a sus padres ya que le daban amor los mimaban, Juan siempre les traía bocadillos, jugaba con ellos. Pero Ester era un poco más estricta en especial cuando se trataba de lectura y escritura.

Había fiesta en la ciudad, Juan los llevo a ver a distraerse un momento la ciudad festejaba todo era colorido las danzas hasta llegar el desfile militar Josué y David se maravillaron por su presencia, gallardía, de los soldados la gente los aplaudía.

Los cuatro fueron al parque a unos metros por unos jugos, estaban sentados en una de las sillas. Después de tanto tiempo Ester se reencontró con su familia la misma que la abandonó. Ella se levantó y dijo – buenas tardes pa… en ese instante su padre levantó la mano cortándole la palabra, su madre todavía la miraba decepcionada, su hermano ni siquiera la miro.

Mami, ¿Quiénes son? Hablo – Josué

El señor Pedro lo miro a él y al otro niño junto a Juan, pero los miraba con desagrado los niños lo sintieron y se ocultaron detrás – se parecen a ti. – Fueron las únicas frases que salió de su boca retirándose del lugar. No cabía duda ellos no consideran a los hijos de Ester, Juan estaba molesto por la actitud de ellos al despreciar a sus hijos y le dijo a Ester que ya era hora de regresar. De camino al pueblo los niños vieron una película de artes marciales.

En el rancho aún seguía la molestia mando a los niños a jugar, mientras ellos discutían el comportamiento de los padres de Ester, ella al igual que Juan también se mostraba indignada. Josué y David regresaban de jugar, al entrar escucharon salir de la boca de su padre ‘’los despreciaron’’.

David pregunto - ¿Qué es despreciaron papi?

Juan se dio cuenta de la presencia de sus niños y rápidamente contesto – no significa nada hijo… nada en lo absoluto. Los niños notaron la frustración en su padre, como en su madre la tristeza.

¿Qué les pasa? Hicimos algo malo – Fueron las palabras de Josué

No… nada hijo. Ustedes no hicieron nada – soltó con tristeza Ester. Vengan denme un abrazo.

La abrazaron y Juan se sumó aquel abrazo. – Pero saben ese hombre tiene razón en decir que se parecen a mí.

Mami, papi queremos ser militares – fueron las palabras de Josué

Les gustaron los militares – soltó Juan. Ellos respondieron que si

– Pues para ello deben estudiar mucho.

David respondió – lo haremos, seremos militares, y haremos una casa enorme para ustedes.

Ester sonrió – vengan denme un beso. Si ustedes tienen la determinación y el coraje lo harán.

Hijos sean hombres de bien, cumpliendo su palabra. Quiero que sean hombres que sueñen de día y hagan sus sueños realidad – Fueron las palabras de Juan. – Ahora vaya a darse un baño, vístanse para comer.

Josué ya comenzó a ir al jardín de niños con tan sólo cinco años, David acompañaba a su mamá o a Juan a sus trabajos. Ester hablaba de ir a trabajar a la capital, había reunido algunos certificados para ello.



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En el texto hay: primer amor, venganza y justicia

Editado: 22.09.2021

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