Josué ya tenía la vida de su padre, después de un largo tiempo sentía la felicidad en sí mismo. Pero todo cambio ese día martes se encontraba en sus cultivos un auto pito desde la casa, fue a ver pensando que sería Regina, pero en realidad era dos sujetos por alguna razón, los conocía de algún lado, pero no se acordaba.
– buenas tardes… que se les ofrecen.
El más joven habló – Hola Josué, cuanto tiempo.
Josué sorprendido de que sepan su nombre, nadie sabía de el a excepción de la gente de San Juan, Regina y sus padres.
– ¿Qué quieren?
– ¿Qué queremos?, queremos este rancho y todo lo que hay en el… ah… y también que te largues de él.
Molesto hablo en tono severo – los que se van a largar, son ustedes.
Habló el hombre mayor – si no te vas, te denunciaremos a la Policía por los asesinatos de tus cuatro víctimas, que dejaste bajo el puente.
Están locos… de que hablan – Josué no se explicaba como lo sabían nadie excepto el padre Fernando y Regina lo sabían.
Acaso tú no eres hijo de Juan Castillo y Ester Guerrero. – Josué sorprendido. Tu expresión te delata… quieres saber cómo dimos contigo. Hace catorce años venimos a ofrecerle a tu madre lo que siempre se negó, pero nos dijeron que se fue a la capital… la buscamos por todos lados, pero no la encontramos… pensamos que talvez se fueron al extranjero y no había nadie con las descripciones que dimos, he investigamos no llegamos a nada. Sin embargo, el video que transmitieron en las noticias nos ayudó a comprender, algunas cosas y el video del otro también. Si no la encontramos era porque está muerta.
GRACIAS A TU PADRE – hablo con rabia el otro tipo.
Aun así, esa opción no era posible, pero no descartable pensamos que después de haber cobrado tu venganza, te habrías suicidado pero tiempo después bueno recientemente, descubrimos que alguien vivía aquí. Enviamos a alguien a investigar que logró conseguir nuestras de ADN ‘’Tu pelo’’ la cual comparamos, dándonos un parentesco positivo entre nosotros.
Josué recordó cuando los vio por primera vez y lo miraron con desprecio – Ustedes quieren quitarme mi rancho, dejarme en la calle.
Odiamos a tu padre, destruyó a mi familia queremos que pague… y que mejor con su hijo.
– También soy hijo de su hija, y quieren quitarme lo único que tengo - replicó Josué.
– Tú no eres nada nuestro… sólo eres un bastardo – hablo el más joven que debía ser su tío Alejandro.
Josué muy enojado liberó su mala vibra, el ambiente a muerte, ellos retrocedieron sentían algo de terror al estar frente a él. Su abuelo entro al auto, pero su tío dijo – en una semana te traeremos los documentos, para que los firmes y te largues de nuestras tierras. Josué aumentó más el ambiente de muerte el auto salió rápido.
No sabía qué hacer en esta situación el rancho era el único recuerdo, de sus padres y hermano no quería perderlo. Sin embargo, la situación estaba en su contra ellos sabían varios datos, ataron los cabos sueltos por más que pensaba no daba con la solución. Regina lo llamo al celular, pero no contesto ninguna llamada, su cabeza la tenía ocupada siguió con lo mismo ella se preocupó y fue a verlo al llegar sintió el mismo ambiente, cuando lo conoció aun así entro. Lo encontró muy enojado, se movía de lado a lado le pregunto qué sucedía, pero él le pidió que a marchará en ese momento no era buena compañía para ella. No obedeció y lo abrazo tratando de calmarlo, se tranquilizó un poco otra vez le pregunto – ¿Por qué estaba así?
Le contó que sucedía estaba contra la pared, sin salida y que los causantes de ello eran su propia familia. Ella indignada no podía creer, que la propia familia sea capaz de tanta maldad, trato de convencerlo que encontrarían una solución, pero Josué lo sabía no había una salida paso tres días pensado y no la encontraba. Regina paso toda la tarde con el incluso el fin de semana, Josué sintió su apoyo y eso lo calmaba domingo en la tarde volvió a la ciudad, tenía trabajo, pero estaba con él en la situación actual. De tanto pensarlo llego a una conclusión el lunes en la mañana, llamo a la Policía diciéndoles que tenía información acerca de los asesinatos de los cuatro hombres, en el pueblo Virgen Del Carmen y donde encontrar al responsable. Les dio todos los datos les pidió venir a su rancho mañana a las diez y media de la mañana, su abuelo y su tío llegaban media hora antes. Su solución posible era entregarse el mismo, prefería estar en la cárcel a tener que cederles su propiedad.
Martes llego Josué realizó sus tareas con ligeros cambio a sus reses los dejo libres, miraba sus cultivos hasta que ellos llegaron. El mismo auto las mismas personas tenían en sus manos una carpeta, con documentos donde él les cedía el rancho con todo lo que posee. Te hemos traído los papeles, sólo tienes que firmar – hablo su tío extendiendo la carpeta y un bolígrafo. Josué tomo la carpeta partiéndola por la mitad.
– Eres un estúpido, sabes en qué posición te encuentras… no tienes poder para negarte. – Pero no importa sabíamos qué harías eso… y por eso trajimos otros – hablo su abuelo. Otra vez tomo la carpeta y la rompió, pero esta vez les tiro en la cara los documentos. Esa es tu respuesta… Alejandro, sabes que hacer.
La Policía – dijo fríamente sacando su celular.